ADRIK ✓ [Pesadilla #1]

37 | Su amiga

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-37-

Light of Hope

11:38 p.m.

Casa Orlov

Zoé

Mentirles a mis padres nunca fue fácil, y, ahora que van tres suicidios más en Light of Hope mis padres se han empeñado en querer encerrarme. No obstante, después de todo lo que me dijo Adrik comienzo a desconfiar de ellos, de no querer estar cerca de ellos más bien. Sin embargo, que aquel chico me haya dicho sobre los próximos problemas en el pueblo me hace cambiar de opinión, me hace querer estar encerrada en mi cuarto por lo que durará todo lo que yo supongo será como una purga.

Toco nuevamente la puerta de la casa Orlov.

Al final no cumplí lo que pensé, y terminé viniendo a casa de Adrik.

No escucho a nadie. Como sé que ellos guardan sus autos en ese garaje subterráneo no puedo ir a inspeccionar sí están o no, la entrada está a un kilómetro de aquí de la casa y además la puerta de aquel garaje debe estar cerrada.

Vuelvo a tocar, mi límite es cuatro veces, no más. A la cuarta vez ya no hay más que tocar, nada más me toca irme caminando por la bajada de la colina. Muy a lo contrario me encuentro con una motocicleta en la entrada de tierra de los Orlov. Está escondida, pero si uno presta atención la encuentra. Vuelvo a girar para irme, solamente que giro el cuello viendo la matrícula de la motocicleta verificando si es lo que creo que es.

Oh no.

Comienzo a correr al jardín trasero pasándome los arbustos con rapidez, rasguñándome en el proceso con varias ramas. Ya ahí corro hacia la puerta de atrás de la casa que da a la cocina pero está cerrada y eso me deja congelada porque esta puerta siempre está abierta solo la cierran en la noche. Aprieto los labios con frustración. Cierro los ojos y tomo una inspiración profunda antes de echar la cabeza hacia la izquierda y golpear con mi codo derecho uno de los cristales de la puerta escuchando el crujido del vidrio. Después veo el desastre que he provocado solo para quitar los vidrios restantes metiendo el brazo por el hueco reciente y así poder abrir la puerta.

Al entrar a la casa maldigo, es una casa gigante, pueden estar en cualquier lugar.

Mas mis quejas son en vano cuando gritos y forcejeos llegan a mis oídos ante todo el silencio en la casa. Sigo el ruido alto, solo cruzo pocos pasillos y pasajes hasta que me encuentro frente dos puertas bajo las escaleras, una debe de dar a la del garaje, la otra no tengo idea. Abro la primera que toco nada más para encontrarme con una puerta abierta con candados y cerraduras. Después de ella están escalones de madera y paredes de piedra. Un bombillo cuelga del techo iluminando las escaleras a lo que creo y debe de ser el sótano.

Paso saliva.

Tengo miedo. Estoy aterrada.

Bajo, empiezo a bajar escalones y escalones con rapidez dejando que los gritos que ahora sé que son de furia junto muchos insultos cubran mis oídos. Cruzo un pasillo y doblo una esquina sólo para ver tres cuerpos masculinos en una habitación de lo más lúgubre y horrible.

Reconozco a los tres chicos al instante, y por desgracia los reconozco a los tres.

Sergei está tratando de separarlos por medio de palabras y groserías, mientras que Adrik agarra del cuello de la camisa a mi amigo.

No sabe lo peligroso que es eso, aunque, a mi parecer, que ambos se enfrenten no hay nivel de agresividad entre ambos. Por mucho que no sepa sobre el lado psicópata de Adrik presiento que es igual de violento que el chico de ojos rojos.