ADRIK ✓ [Pesadilla #1]

10 | Molesto malentendido

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-10-

Las Vegas, Nevada

9:26 p.m.

Motel

El grito que suelta no suena demasiado gracias a la cinta adhesiva que le he puesto sobre esos hermosos y lindos labios. Grita de nuevo cuando le pincho la vena en la piel de su brazo y tiro de la jeringa con lentitud sacando la sangre suficiente que necesito.

-Shhh -la callo con suavidad al mismo tiempo que le saco la sangre hasta llenar la jeringa -, ya pasó -sus ojos almendrados están vidriosos y soltando lágrimas sin cesar me ponen a pensar demasiado sobre mis acciones cosa que me molesta porque a mí nada me doblega. Tomo asiento frente a ella acariciando su mejilla -. Te dije que te encontraría ¿Recuerdas? -sigue llorando más - ¿Tienes la información para mí? -niega reiteradas veces sin dejar de llorar. Tanto llanto está empezando a acabar con la poca paciencia que reuní para ella -Amor, hablamos de que ibas a tener información o esto -levanto la pistola en mi regazo, -te dejará una bala entre las cejas.

Toma una inspiración profunda buscando calmarse, y luego de eso da un solo asentimiento. Sus ojos avellanos me observan suplicantes. No tiene que decirme nada, ya estaba esperando esa mirada.

Quito la cinta adhesiva de sus labios con cautela para no lastimarla; no obstante sus labios al estar resecos y contra la cinta el adhesivo le quito un poquito de los pellejitos rompiéndole la boca, mas, ella no dice nada sobre eso.

-Está en... -la ubicación exacta de su paradero sale de sus labios sacándome una sonrisa feliz y satisfecha -No sé cuánto se quedará, y tampoco sé si volverá de nuevo a Las Vegas, no lo sé... -se le sale un sorpresivo sollozo - ¡No lo sé! -musita con sinceridad. Por mi parte le acaricio la mejilla complacido.

- ¿Fue tan difícil decírmelo? -no me responde - ¿Y sobre ella? ¿Hay algo que tenga que saber de ella aparte de que está en un mugroso pueblo?

-No... -la veo fijamente.

-Si me estás mintiendo mataré a tu familia -empiezo a esparcir su sangre de la jeringa por su ropa, por su pómulo derecho, su cabello -. Ahora va a comenzar la parte dolorosa. No grites muy fuerte, amor, ¿está bien? -sus ojos se abren por completo.

El cuerpo se le tensa y por inercia cuando veo que va a gritar le cubro la boca con una cinta nueva antes de que replique.

Me acerco a la cama revisando las armas blancas que puse en el colchón.

Tomo un cuchillo normal con bastante filo.

- ¿Este te parece bien? -Ella niega, rogándome con la mirada que me detenga, pero no puedo hacer tal cosa, no ahora que estoy avanzando tanto. Bajo el cuchillo tomando otro con una curva - ¿Y este? -vuelve a negar más asustada. Dejo el cuchillo donde estaba tomando uno dentado -Oh ¿recuerdas este? Te hablé mucho sobre este. También sobre él -recalco con cierto odio en la voz. Toco la hoja del cuchillo viendo que tiene filo suficiente -. Este será -acepto, caminando hacia ella colocándome detrás de la silla. Se empieza a mover con desespero, con tremendas ganas de huir, pega gritos amortiguados, pide ayuda en balbuceos y nadie la puede escuchar -. Que mal que deba matarte ahora, me hubiera gustado cogerte y después de que acabara te clavara el cuchillo en el pecho -me encojo de hombros -, tal vez mi próxima víctima se gane tan poética muerte .

Beso su mejilla cortando profundamente sus muñecas a la par que suelta un grito que considero ensordecedor pero la cinta lo calla. Las venas de su cuello sobresalen por tal semejante grito y cuando termino la herida esta comienza a sacar sangre a borbotones.