La despedida

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La despedida

Ella colocaba en alerta cada pliegue de mi blanco indefenso, tan apetecible, tan segura pero sabiendo que ella no era mía ni de nadie, aquella noche preparé esa despedida que ella jamás olvidaría.

Así que preparé una velada romántica como
a ella le gustaba con juguetes y aceites, una faena que sus nalgas deliciosas no olvidarían.

No sabía lo que ella tenía en mente, de lo único que estaba segura es que esta vez seria la última que estaríamos juntas.
Me citó en su casa y solo me dijo ponte guapa, esta vez estaba dispuesta en complacerla así que prepare mi atuendo: un vestido corto azul que marcaba muy bien mi silueta y debajo de él un cachetero de encaje en tono celeste con un sostén que hacía contraste, me maquille y peine a la perfección pues sería la cita más especial para las dos.
Llegué a su casa y toque la puerta.

--Toc - toc

Me diriji a abrirle y me di de frente con ese insinuante escote, esos labios que encendían todo mi ser, la invite a pasar mientras susurré a su oído :

-Mamacita como me encanta.

Mientras al entrar quedé detrás de ella observando con la humedad que causaba en mi entrepierna propinando una nalgada en ese trasero que esa noche seria solo mio.

Entre y su nalgada provocó a mi demonio interior pero no arruinaría la noche que ella había preparado, así que tome asiento en el sillón y cruce una de mis piernas dejándole ver lo que llevaba puesto en mi interior, la vi mordiéndose el labio al pasarme una copa de vino y prender mi cigarrillo.

Al abrir medio sus piernas al cruzarlas vi esa braga de encaje color celeste que me hizo tragar en seco, le dije :

--Compre ese vino que tanto te gusta, ese Romanee Conti perfecto para una velada.

Vi como humedeciste tus labios apretándolos, me acerque mordiéndolos , bajando con suaves besos alternando mi lengua lasciva hacia llegar a ese puto escote, ¡¡Ombe que delicia fue probar esa voluptuosidad!! Te dejaste llevar, saqué tus senos sin quitar el bra, mordí tus pezones, te escuche gemir un par de veces y me separé en ese momento dejándote ese frenetismo tanto en tu cuerpo como en tu mirada Perversa

Me deje llevar por ese instinto salvaje que tienes, deje que me probaras y con mis senos jugaras, encendiste la llama de mis ojos y sabías perfectamente lo que en mi provocabas.
Te di la vuelta en el sillón y quedaste debajo de mi me abalance sobre tu boca, la empecé a besar y con mis manos tu cuerpo tocar; te tome del cabello mientras te besaba y con mi otra mano tus senos de tu sostén sacaba, aunque mis manos no se estaban quietas y pasaban cerca de tu entrepierna.

Ya sabes como me encanta esa experiencia tuya, esa de la cual aprendí tanto, así que estrepitosamente te volteé y saque del cajón ese aceite y lo unte en todas tus nalgas, empece a hurgar con mis dedos dentro de esa rica carne que posees, subí tu vestido y baje hacia tu fuente esa que me regalo ese elixir continúo mientras se retorcía y se contraía desbordante en ese rico jugo cual premio para mi.

Sabias que y como me gustaba; los aceites y tus manos, ufff me sabías ya tocar. Mientras con tus dedos me dilatabas con tu lengua mi clítoris y vagina lacerabas ummm aaaahh en esa sala de escuchaba.

Estabas logrando tu objetivo, pues mi humedad y fluidos delataban mi cuerpo, Pero llegó mi momento y esta vez te tocaba a ti disfrutar...

Te vi tan llena de desesperación que saque ese dildo del cajón, cerraste los ojos esperando sentir ese objeto de placer que te haría sentir las más delirantes sensaciones y esos espasmos cada vez más seguidos, vi como quedaste exhausta de tanto placer, fue cuando te volteé y empece a lamer esas nalgas uff que vaina tan rica sentirlas, ver como mordías la almohada para no gritar del puto desesperó que sentías.

No me dejaste hacer nada, sabías que eso me volvía loca, me penetraste con ese dildo rosa que te regalé y ahora estabas a punto de meterlo por detrás, mis piernas ya no respondían igual, pero de todas formas no quería terminar.
Lo metiste lento y suave mientras me besabas con desenfreno mientras yo jugaba con tus senos.

Y de tajo lo introduje tal cual como te gustaba así duro y brusco, gritabas, gemías estabas descontrolada y eso me excitaba aún más hasta que acabaste con ese delicioso squirt, necesitabas unos
Minutos para reponerte te abracé y te susurré :

--Esta fue la mejor velada, te quiero mi niña traviesa .

Así terminó aquella despedida; ella se marchó y todavía sigo esperando que regrese. ¡Porque se que regresará!!

Rosa negra (México)
Mile Morales "Dulce Cayena '" 🌺(Colombia)
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