Amantes furtivos
Ahí estaban los dos amantes furtivos en su reencuentro después de tantos meses, amándose y deseándose, como si no hubiese pasado el tiempo, ella tan preciosa, echa toda una diosa, él tan apasionado, tan interesante, con la madurez, que no tenía antes.
La miraba lleno de deseo, besaba su cuerpo cual si fuera un tesoro, ella sentía sus besos rozar sus labios, quemando su entrepierna, mojando sus partes íntimas como antes, él desabrochó su vestido lentamente, en la oscuridad de la habitación, quedándo desnuda ante sus ojos, esos mismos que meses atrás la contemplaban, esta vez aquél reencuentro estaba lleno de sentimientos.
Ella lo amába, lo anhelaba, él la quería, la extrañaba, pero no su sex0, extrañaba sus besos, a la mujer que le había dado lo más hermoso, lo más precioso, extasiado de tenerla de nuevo a su lado, por unas horas antes de ella partir.
-¿Porqué ella tenía que de nuevo huir?
Él acarició su entrepierna, ella empezó a besarlo lentamente, acariciando su piel joven, oscura, bajo a su miembro que ya estaba erecto, aquella prominente masculinidad gruesa, lentamente empezó a lamerlo, él extasiado al tener aquella lengua en su falo, ella empezó a excitarse al hacerlo, él gemía y para ella era música a sus oídos, ella subió encima de él y con sus manos dirigió su hombría dentro de su umbral tan perfecto.
Empezó a danzar encima de él , contóneaba sus caderas, sus movimientos rítmicos alternados, subía y bajaba sus movimientos, estallando en gemidos a su Amante, él la volteó de manera brusca, pero suave a la vez, sin perder la esencia del momento, la coloco de perrito como tanto le gustaba ver su trasero , abrió sus piernas hacia la punta de la cama, sujetó sus manos hacia atrás imposibilitándola para ella defenderse de la guerra de placer que le daría, ella con sus piernas también lo trataba de aprisionar, subió sus embestidas, fueron muy fuertes así como a ambos les gustaba.
Eran dos amantes pasionales, salvajes, como dos fieras hambrientas desbocándose en sus jadeos y besos, él la miraba frío, con esa mirada que a ella le hacía estallar en org@smos.
Él emergió sus jugos dentro de ella, un final delicioso, luego ella se dio una ducha, se colocó una toalla diminuta, que la hacía ver más hermosa, estaba más preciosa, él la miraba la dirigió al jacuzzi, empezó a besarla, se levantó y ella empezó de nuevo a saborear, lamer su miembro, a medida que lo la mía esté se colocaba erecto poco a poco, hasta tener esa erección tan perfecta, él se sentó en el jacuzzy, ella encima de él, se coloco de espaldas y empezó a menear sus caderas de forma brutal, empezó a gemir, cada vez más fuerte, él no aguantaba sus gemidos, ni ver sus caderas y trasero moverse de esa forma, la colocó en cuatro, empezó a embestirla tan fuerte que ella empezó a gemir más fuerte, le preguntaba a ella si le gustaba el sexo duro y ella le dijo que si, varias veces.
Y ella con su mirada más perversa, esa que sólo el podía descubrir, para ella no había más hombre que él, era su amor más grande, aún cuando él amara a otra, ella se guardaba solo para él, habían hombres fascinantes y adinerados detrás de ella, pero ella a ninguno le prestaba atención, sabía que nadie podía hacerle sentir la mitad, de lo que ese hombre provocaba.
Él se levantó y le dijo que se pusiera en el borde de la cama, ella le obedeció, él empezó a embestirla, tan fuerte que la hacía gemir de manera intensa, las burbujas del jacuzzi se movían a la par de la faena que se estaba dando en aquella habitación.
Emergió dentro ella todo sus jugos, al mismo tiempo que gemia con fuerza, la miró y le dio un beso, empezaron a hablar de todo lo que había pasado en esos meses de no verse, ella de repente lo miró y se le acercó empezó a besarlo con ternura, él respondió a sus besos, él quedó sorprendido ella siempre le daba besos apasionados, pero aquellos besos estaban llenos de un gran amor, ella le preguntó:
- Te gusta?
Él le respondió :
Es raro besarnos así, pero si me gusta hazlo de nuevo, Ella volvió a acercarse, a besarlo cuando de repente abrió sus ojos él la estaba observando, ella le dijo:
-Estabas mirandome
Riéndose , él no podía contener su risa así eran aquellos amantes furtivos, apasionados y niños a la vez sus encuentros eran una mezcla de pasión y juegos se disfrutaban, sus pieles se añoraban.
Tan fuerte y tan apasionado como lo recordaban, ella se cambió y antes de salir miró aquella habitación, él la beso, la abrazó, mirándola como no queriendo dejarla escapar.
Ella le sonrió tampoco quería dejarlo ir, salieron y quedaron de llamarse ¿Volverán a verse aquellos amantes furtivos? Quizás sí, y vuelvan encontrarse....
Mile Morales"Dulce Cayena "🌺
El mundo erótico de una Dulce Cayena
Derechos reservados Colombia
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Bitácora Pactada De Una Sumisa
RandomEncontrarán en esta bitácora un placer que los sucumbira en un placer agónico, haciéndolos disfrutar cada crónica que salga de la pluma de una Dulce Cayena. Descubriendo el BDSM a través de la poesía y el erotismo que te harán humedecer y desearas e...