-¿Lograste hacer lo que te encomendé?
- Usted verá...lo llevé a cabo, pero Eduardo es una bestia...que no cae con nada...y yo solo tuve una oportunidad antes de que alguien se diera cuenta y me acusaran al viejo...
- Maldito estúpido incompetente...te dije que fueras certero, y que tenías solo una oportunidad. Ahora la vigilancia se redoblará y todo será más difícil – La voz que estaba al teléfono sonaba frustrada y cargada de odio- ¿Cuándo diablos podrás actuar otra vez?
- No... no creo que... pueda, "ángel"... ya sabes cómo son aquí...no me puedo solo ir, y tampoco puedo hacer otro movimiento sin que sea notorio... Hermes podría sospechar.
- Y ¿CÓMO JODIDOS DEMONIOS VAMOS A ENTRAR A ESA FORTALEZA QUE TIENE POR
CASA, SI TU NO CUMPLES TU TRABAJO? - La furiosa voz logró que el traidor se sobresaltara y comenzara a temblar – TE DI LA OPORTUNIDAD PERFECTA PARA QUE ME DEMOSTRARAS LO QUE VALES Y COMENZARAS A TRABAJAR PARA MÍ...PERO YA VEO QUE ERES UN DESASTRE.
- Por favor...fue solo esta vez que fallé y no tendrás más problemas, Eduardo estará muerto para cuando llegue el momento en que vengas.
- Para ti no habrá otra oportunidad...no cumpliste el objetivo. Y traicionando a Hermes tu patrón, solo me demostraste lo traidor que puedes llegar a ser...he acabado contigo. ¡Ah! se me olvidaba decirte que si volteas hay alguien parado detrás.
El hombre confundido reaccionó al comentario de ángel y volteó, comenzó a tiritar en cuanto vio que efectivamente había alguien en las sombras, pero no lo podía identificar. Con la mano temblando se acercó el teléfono a la oreja nuevamente.
- ¿Cómo lo sabes... como puedes saber que alguien en este mismo momento me está mirando?
Una risa retumbó desde el otro lado de la línea.
- Verás, todos mis juegos suelo cubrirlos, ¿crees que correré el riesgo de que le menciones todo a Hermes en un ataque de fidelidad?
En ese mismo momento el teléfono cayó al suelo y el hombre trató de huir, pero fue demasiado tarde, una silenciosa bala le atravesó la espalda y una segunda penetró en su cabeza. El hombre que estaba entre las sombras salió de la oscuridad y caminó lentamente hacia el cuerpo, se agachó y tomando el teléfono se lo llevó a la oreja.
- Ya exterminé a esa rata traidora, jefe.
- Muy bien, como siempre, muy buen trabajo... Juan.
*****
- ¡No lo haré! Claro que no, después de todas las malditas mentiras...y lo que hizo ¿acaso puedes dimensionar el infierno por el que pasé?
Eduardo se paseaba de un lado a otro de la sala tomándose el puente de la nariz en clara frustración por la terquedad de Eliza. Hace unos días había insistido en salir del hospital y no tomar en cuenta que el doctor aun no lo había dado de alta, solo tomó su bata y salió hacia la calle, sin que los guardias o las enfermeras pudieran hacer algo para impedirlo. Eliza había ido tras él para intentar convencerlo, y el no quiso gastar tiempo discutiendo con ella, por lo que solo la tomó fuerte del antebrazo y caminó hacia afuera.
- Lo entiendo...bueno...o sea...no, sé que debe haber sido doloroso para ti pasar por todo eso y creer que tu primer amor había fallecido, solo para que después, años más tarde, enterarte de que está vivo, pero...tu abuelo solo quería evitarte el dolor de una horrible separación.
- ¿Te estás escuchando? Tú no puedes opinar, no sabes lo que sucedió después, como fueron las cosas, mi abuelo y mi madre fueron tremendamente crueles...golpearon a Sebastián esa noche, yo misma pude ver sus heridas después...mi madre me mantuvo encerrada durante años en mi habitación...y todo el espectáculo que montaron para separarme de él, ¿sabes cómo me sentí el día que supuestamente Sebastián había muerto?... fue horrible... fue...
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HACIENDA RINALDI
RomanceEliza Rinaldi no puede olvidar su trágico pasado, todo el mundo estuvo en contra de su romance con un chico que parecía un verdadero ángel. Eduardo, administrador, socio y mano derecha de Hermes Rinaldi, hombre frío, cruel y cínico,,Y AMIGO, tendrá...