MI VOZ / EMILIACO /AU

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Cap 11- Me estoy asegurando de que se encuentre bien

Joaquin pov

Entré en la cafetería. Eligiendo no morir de hambre pasando la hora del almuerzo en la biblioteca. Después de una semana en la escuela me sentía más seguro. Ya que sabía cómo funcionaban las cosas y qué esperar. Ya no sentía como que todos los ojos estuvieran puestos en mí.
Bueno, eso no era exactamente toda la historia. La verdad era que quería ver a Emilio No había estado en su casillero desde esta mañana, y cuando lo pasé en el pasillo, me miró directamente. Claro, esta mañana yo no había hablado, pero no estaba seguro de que pudiera. ¿Tendría un colapso si no tratara de ayudarlo? Quizás el hablar solo funcionaba cuando él necesitaba que yo hablara. Tal vez fue el dolor de Emilio que desencadenó mi capacidad de hablar sin perder mi cordura.

En los días posteriores a la muerte de mi madre, me había sentado en una esquina y gritaba cuando alguien se me acercara. Sabía que lo que hacía era una locura, pero no podía detenerme. Un miedo impotente me había consumido. Tenía tanta agonía, que no podía estar hablando o tratando con nadie que se me acercara.

Cuando finalmente fui capaz de convencerme a mí mismo de salir de la esquina y de dejar de revivir la pesadilla una y otra vez en mi cabeza, me las arreglé para funcionar. Pero todavía no hablaba. Fue lo único que me salvó. Podía lidiar con no oír el sonido de mi voz.

-Entonces, ¿qué hay de esa cita de la que hablamos en las gradas?

Me di vuelta en mi lugar en la línea de comida para ver a sonriéndome. -Te busqué después del partido del viernes por la noche, pero no te encontrabas en ninguna parte.

Si, por que mi tía me envió con Diego
-Ya que en este momento no tienes un cuaderno, haré toda la parte de hablar -continuó-. Pensaba en que tal vez el sábado podríamos ir a Nashville a pasar el día. Está solo a una hora en coche. Allí hay un excelente lugar en donde me gustaría comer, y luego tengo entradas para el Grand Ole Opry de esa noche. Dierks Bentley va a estar ahí.

No tenía ni idea de quién era Dierks Bentley, pero sabía lo que era el Grand Ole Opry. Estaba bastante seguro de que todos en el Sur sabían lo que era eso. Pero un día entero con Nikolas... ¿en Nashville? No me encontraba seguro de que mis tíos fueran a estar de acuerdo con eso.

-Solo piensa en ello. Te prometo que nos divertiremos. Y hablo lo suficiente por los dos.

Empecé a sonreír, cuando mi mirada se fijó en una persona mirándome directamente, Emilio.

Estaba sentado en la mesa en la que Diego se sentaba, junto con el resto de los jugadores de fútbol. A todos ellos se les permitía entrar temprano y agarrar sus bandejas para que pudieran salir más temprano y se dirigieran al gimnasio.

-¿Conoces a Emilio osorio? Bueno, sí, es probable que sí, considerando que es el mejor amigo de tu primo.

Aparté mi mirada de Emilio y me moví al tiempo que la línea lo hacía. Había ido a verlo, y allí se encontraba. Mirando directamente hacia mí. Ahora no era invisible para él. Tal vez me había perdonado por no hablar esta mañana.

-¿Quieres conservar mi compañía?

Los dos tomamos nuestras bandejas después de elegir lo que queríamos, y dejé que Nikolas liderara el camino. No tenía ni idea de a dónde ir a sentarme. Por suerte, él tenía una mesa en donde siempre se habia sentado, y allí había otras personas que lo saludaron cuando nos acercamos. Al parecer iba a conocer a los amigos de nikolas.