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capitulo 25 : te necesito aqui

Emilio

Lo llevaron al hospital en ambulancia, Te necesito.

Leí el mensaje de Emilio y otra vez mientras la tía, el tío, Diego y yo nos dirigimos al hospital.

No me dio detalles, Solo dijo que me necesitaba. Salté de la cama y me vestí sin pensar en cómo llegaría al hospital. Cuando salí apresurado al pasillo para ir al baño y poder lavarme los dientes, el tío francis subía las escaleras con el periódico matutino. Le pasé mi celular para que viese el mensaje de texto. Lo leyó, luego fue a despertar a la tía y a Diego.

Nadie hablaba. Diego seguía moviendo la pierna de arriba abajo mientras miraba por la ventana. Fue el primero en la sala de estar después de que su padre los despertara, El pánico escrito en su rostro era algo que solo un verdadero amigo podría sentir.

No me hallaba seguro de tener eso de ninguno de mis amigos. Me encontraba agradecido de que Emilio lo tuviese.

-Necesito decirle a los chicos -dijo finalmente Diego- Es tiempo de que sepan, También querrán estar allí.

El tío francis asintió. -Concuerdo, Después que lleguemos ahí y los hayas visto, puedes encontrar un lugar tranquilo y llamar Pero no a todo el equipo. Solo a quienes sea más cercano. Necesita a sus verdaderos amigos a su lado ahora.

No me encontraba seguro de que Emilio quisiera eso, pero si esto era el final entonces lo necesitaba.

-¿Te envío un mensaje? - me pregunto Diego y yo acenti.

-¿Te dio algún detalle? Negué y le pasé el teléfono.

Leyó el mensaje muchas veces antes de devolvérmelo.

-Gracias -dijo- Por estar ahí para Emilio No entiendo esto que tienen, pero gracias.

No tenía que agradecerme. Era Emilio, Haría cualquier cosa por él.

-Necesito decirle a los chicos -dijo finalmente Diego -Es tiempo de que sepan. También querrán estar allí.

Mi teléfono sono y todos nos tensamos, quería ir rápidamente hacia Emilio.

Tiene un tumor presionado contra una vena o algo atrás. Eso es todo lo que sé, Nos encontramos en la sala de espera del ala izquierda del cuarto piso.

Rápidamente escribí: Estamos en camino A punto de llegar.

Luego le pasé el teléfono a Diego, Les leyó el mensaje a sus padres. Luego el teléfono sonó de nuevo y leyó el siguiente mensaje en silencio antes de entregármelo.

Bien, Te necesito aquí.

Cerré los ojos con fuerza y oré. No me hallaba seguro sobré que oraba, sabía que el padre de Emilio no se salvaría de esta Pero oré, de todos modos.

Una vez que llegamos al hospital el tío Francis nos dejó en la entrada antes de ir a aparcar. No esperé a nadie, Entré corriendo y me dirigí a los ascensores. Si Emilio recibía la noticia de que su padre murió, quería estar a su lado Quería que tuviese lo que yo no, Alguien que entendiera.

Cuando el ascensor abrió sus puertas, entré apresuradamente y presioné el botón. Cuando las puertas se abrieron de nuevo en el cuarto piso, allí se hallaba Emilio. Sus ojos se encontraban inyectados en sangre y miraban fijamente a los míos, Me esperaba.

-Hola -dijo en un susurró ronco.

Salí del ascensor y estiré la mano para tomar la suya. -Hola.

-Acaban de dejar entrar a mamá -dijo agarrándome más fuerte la mano y acercándome a él- Dijeron que se encontraba estable, pero no hay mucho que puedan hacer además de hacerlo sentir cómodo.

Por meses sintió miedo de ir a dormir y al despertar encontrar a su padre muerto. Hoy estuvo cerca, Enredé mis dedos con los suyos. - Volvamos a la sala de espera. Vendrán a buscarte pronto.

-Sí -aceptó.

Las paredes blancas eran tan estériles. Los hospitales siempre se sintieron fríos para mí No quisiera morir aquí, Me gustaría morir en algún lugar que ame, algún lugar que me haga sentir seguro. Lo que finalmente me hizo darme cuenta sobre qué debería orar. Cerré los ojos y dije una oración silenciosa para que el señor Osorio no tuviese que morir aquí. Para que pudiese morir en casa, Un lugar que ame.

-¿Quién te trajo aquí? -preguntó Emilio mientras abría los ojos.

-El tío, la tía Ana y Diego. Venían justo detrás de mí. Solo corrí cuando salimos del auto. No quería que estuvieras aquí... sin mí.

Su mano apretó la mía, luego frotó el pulgar contra el mío.

Recordé su mensaje en el que decía necesitarme. Me necesitaba por sus propias razones, Unas que entendía. Pero yo lo necesitaba también. Debido a que en tres cortas semanas encontró el camino hacia mi corazón.

Me di cuenta esta mañana luego de ver ese mensaje y no estar ahí a su lado; que nada era más importante que llegar a este hospital. Nunca estuve enamorado, entonces no tenía nada con qué compararlo pero no existía duda en mi cabeza de que Emilio Osorio se convirtió en la persona más importante de mi vida. Me enamoré de él. Podría ser lo que el necesitara que fuese Incluso aunque fuese siempre ser solo un amigo

MI VOZ / EMILIACO /AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora