MI VOZ / EMILIACO /AU

2,9[MARATÓN 3/3]

Capítulo 29: Lo retiro

Joaquín

Llamé a Emilio en cuanto Diego me contó las noticias esta mañana Pero no contestó. Le mandé dos mensajes, pero no respondió. Consideré ir a su casa, que se hallaba a seis kilómetros pero decidí que probablemente estaría durmiendo. Esperé Todo el día.

Fue después de las nueve de esa misma noche cuando mi teléfono sonó. Estaba acurrucado en mi asiento de la ventana, observando y esperando alguna señal de él. Su nombre iluminó la pantalla.

-Hola - dije mientras apretaba el teléfono contra mi oreja.

-Hola, lamentó haberme perdido tus llamadas y mensajes dormí todo el día no hace mucho me levanté, la mamá de Emmanuel trajo lasaña para comer, así que hice que mamá comiera algo y ya está descansando.

-Esperaba que estuvieras durmiendo ¿comiste bien?

-Si, era una buena lasaña.

-Lo siento, me fui debi de haberme quedado -
Todo el día lamente haberme ido. No debi haberlo dejado a el y a mis tíos de Convencerme para ir a casa a dormír, perdió a su papá y no estuve Ahí para el, pero Diego si y me sentía agradecido.

-No podrías haber hecho nada, quería que descansarás no te disculpes por algo que te pedí que hicieras.

-¿Cómo está tu mamá?

Suspiro -Triste, echándole de menos..

-¿Cómo estás tu?

Al principio no respondió, desee no haberle preguntado eso, probablemente lo habían hecho suficiente.

-Estoy en negación... creó, eso pasa?
Quiero decir, es como si esperará que entrará por la puerta en cualquier momento. No parece real.

Conocía ese sentimiento una vez que pare de gritar en la esquina pase por una temporada donde esperaba que mi madre apareciera en cualquier lugar y momento y me llevará a casa, o que me despertartia de la pesadilla que estaba teniendo.

-Eso se irá, cuando lo haga no será fácil.
Ahora mismo estas haciéndole fuerte - no dijo nada, sólo nos quedamos en silencio a cada lado del teléfono.

-Dormí todo el día, no creo que sea capaz de dormír está noche.
¿Querrías... querrías escaparte después de que tu tía y tu tío vayan a la cama y venir a pasear conmigo? Quiero salir, pero no quiero estar solo.

Eran cinco minutos para las 11 cuando salí por mi ventana y baje por la escalera de inciendios, Emilio me esperaba abajo así podía saltar hacia el, la escalera no llegaba hasta el suelo.

-Vamos -susurró en mi oído luego tomo mi mano y corrimos por la entrada hasta su camioneta.

Nunca en mi vida me había escapado pero hacerlo por emilio parecía la ocasión apropiada. Descubrí que podría hacer cualquier cosa que el me pidiera.

Emilio abrió la puerta del pasajero y me ayudó a entrar antes de cerrarla e ir a su lado. Mantuvo las luces apagadas hasta que nos alejamos de mi casa, cuando finalmente las encendió me miro.

- Gracias

La luna brillaba en el vacío de sus ojos, un vacío con el que era demasiado familiar. Ese sentimiento no se iría pronto. Incluso cuando empezara a relajarse, habría días donde se despertaría y le golpearía de nuevo con mucha fuerza.

Me desabroché el cinturón y me moví al medio antes de abrocharlo de nuevo y deslizar mi mano en la suya. No podía hacer nada para detener el dolor. Nadie podía. Pero podía sentarme aquí y dejarle saber que no se encontraba solo.