27 [MARATON 1/3

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capitulo 27:no tendre arrepentimientos
Emilio

Después de que Emilio regresó a ver a su papá me senté al lado de mi tia. Ella acarició mi pierna y me dijo que se sentía orgullosa de mí por estar ahí para Emilio. No agregó que tenía mi propia porción de dolor cuando se trataba de perder a un padre, pero por la forma en que hablaba, sabía que lo pensaba.

Diego vino con lai, Eduardo y Emmanuel todos hablando en voz baja. Como si supieran que la muerte se acercaba y no estaban seguros de cómo lidiar con ella. Cuando no has lidiado con la muerte, no lo comprendes Ese fui yo una vez, Antes.

En la siguiente hora María llegó junto con otras personas que reconocí de la escuela. No estaba seguro de sí el que Maria se encontrara aquí era algo bueno. Me miró cuando llegó y el odio en su rostro fue obvio. Justo como Serena se sentía confundida con respecto a lo que yo era para Emilio. Ambas lo tuvieron en formas en que yo nunca lo tendría Pero conocí una parte de Emilio que ellas nunca conocerían. Entendía la diferencia, Ellas no.

El tio Francis se paró con los entrenadores mientras mientras hablaron y bebieron café.
Preocupación profunda había en todos los rostros, Emilio Era amado y por la forma en la que los demás hablan de su papá el Sr osorio también lo era.

Las horas pasaron y todos esperábamos, cada hora que emilio pasaba ahí atrás significaba otra hora que tenía con su papá.

Yo esperaba que le dijiera todo lo que quería, que cuando su padre tomará su último aliento Emilio no tuviera arrepentimientos.

Observe mientra María caminaba hacia Diego para hablarle. Él fue educado con ella, pero podía ver que no le emocionaba verla ahí.

Repentinamente tía Ana habló a mi lado
-Estábamos ahí contigo el día que sucedió, Probablemente no lo recuerdes. No lo tomabas muy bien Que Dios bendiga tu corazón, ¿cómo podrías? Mi corazón se rompió a medida que te vi alejarte de todos. Pero ahora estas con nosotros y te amamos Joaquín. Quiero que sepas eso. Sé que no quieres hablar al respecto, pero al estar sentado aquí viendo esto, quiero que sepas que estuvimos ahí. Jorie se encontraba ahí. Nos aseguramos de que nadie se te acercara o te obligara a hacer algo que no quisieras.

Si, recuerdo que estuvieron ahí. Estuve perdido en mi propio duelo pero recordaba ver el rostro lleno de lágrimas de mi tía mientras me protegió, no olvide eso.
No me importó en ese momento pero viendo hacia atrás estoy contento de que lo haya hecho.

La mire y sonreí, quería decirle que lo sabía, que agradecía el que estuvieron ahí pero mis emociones se encontraban a flor de piel en este momento, saber por lo que pasaba Emilio Era suficiente, no podía además tratar de hablar con ella por primera vez.

El día se fue y dio paso a la noche, la sala de espera permaneció llena. Diego durmió en su silla y emanuel se acostó en varias sillas para tomar su siesta.
María se fue, menos mal, suspire de alivio cuando se rindió de esperar a Emilio.

Eran casi las 8 de la noche cuando Emilio camino por las puertas. Su mirada recorrió la habitación hasta que me encontró, me puse de pie y mi estómago se tenso, tanto como me preparé para esto, no estaba seguro de ser fuerte.

Emilio extendió su mano hacía mi, me acerqué y la tome. -puede tener más visitantes ahora, me gustaría que fueras tú - dijo en mi oreja.

Apreté su mano y aparto su mirada de mi hacia los otros esperando.
- Se encuentra.... estable, luchando por .... respirar, pero esta dormido - declaró Emilio a todos - Gracias por estar aquí, saber que tenemos personas aquí afuera a quienes les importa significa mucho. Especialmente para mi mamá así que..... Gracias.

Emilio puso su atención de vuelta en mi
- ¿Listo? --

Asenti

Sus dedos se entrelazaron con los míos, y caminamos de vuelto a través de esas puertas que contemplé durante todo el día.

La habitación de su papá tenía grandes ventanas para que las enfermeras pudieran verlo desde su estación. Desde el pasillo podía ver la cabeza de su mamá descansando en la cama al lado del brazo de su papá. Su mano se hallaba fuertemente apretada con la de él. Se aferraba a él, como si pudiera mantenerlo aquí de esa forma.

-Creo que mamá está dormida, Ha llorado mucho hoy fue agotador - dijo mientras habría la puerta Y se apartó para que entrará, sus manos tocaron la parte baja de mi espalda y me guío hacia el sofá contra la pared.

Se sentó y puso su brazo a lo largo del sofá.
-Ven acá, siéntate conmigo.

Era obvio que me quería cerca y lo entendí, me senté con el Y me jalo más cerca, su brazo alrededor de mis hombros apoye mi cabeza en su pecho y observe la respiración estable su padre, cada jadeo parecía como si fuera una pelea para el.

-No tendré arrepentimientos - comentó Emilio, luego coloco un beso en la cima de mi cabeza. - Gracias por esto, por mantener mi cabeza clara.
Si no me hubieras ayudado no se si hubiera sido capaz de hacer esto hoy, pero lo hice le dije Todo lo que quería que supiera.

Incline mi cabeza hacia atrás para poder ver su rostro, cada hermoso ángulo se volvió valioso para mi. Quería extender mi mano y tocarlo, tranquilizarlo pero... eso no era lo que éramos.

Me contemplo , no hubo palabras mi mirada era una silenciosa afirmación de que no me iría, de que me tenía.

Un movimiento rompo el hechizo y ambos nos giramos para ver que Vanessa levanto su cabeza y ahora miraba a el señor Osorio con pánico, hubo un obvio alivio cuando vio que su pecho subía y bajaba.

Toco su brazo y suspiro - No fue mi intención dormirme. - dijo sonando compungida.

- Estas agotada mamá, el querría que descansarás - respondió Emilio.

Su madre voltio su cabeza para vernos en el sofá, una sonrisa cansada tocó sus labios.

- Hola Joaquín, me alegra que te dejarán regresar, si mi esposo despierta estaría feliz de verte con Emilio. - recordé la última vez que lo vi, permaneció despierto y riendo. La vida podía ser tan cruel.

- ¿Puedo traerte algo? - cuestione
Me pregunte si comió algo en absoluto.

Negó - Estoy bien, pero gracias.

La observé mientras lo arropó bien y acomodó su almohada. Emilio me jaló más cerca de nuevo y nos sentamos allí en silencio. Viendo a su padre respirar. No había nada que decir Haciéndole frente a la pérdida y el pesar, ninguna palabra podría ser adecuada.

MI VOZ / EMILIACO /AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora