17

11.2K 908 217
                                    

capitulo 17: Emilio me mostraba que no estaba roto

Joaquín pov

Estaba hundido, Esta cosa que sentía por Emilio había pasado sobre el enamoramiento del cual temía y había ido directamente a profundos sentimientos por él. Era tan dulce, ¿Cómo se suponía que lidiara con no aferrarme a Emilio Osorio cuando estaba siendo tan malditamente lindo?

No estuvo en nuestros casilleros después del segundo periodo, pero raramente lo hacía. Sus clases eran al otro lado del edificio y el ir y venir lo retrasaría, Yo no fui a mi propio casillero entre el tercer y cuarto periodo por la misma razón.

Así que era la hora del almuerzo antes de que lo viera nuevamente Caminando dentro de la cafetería, dejé mi mirada ir directamente a su mesa. Tuve que recordarme que sólo era mi amigo cuando vi a la porrista rubia junto a él Ella le gustaba, Era obvio Le gustaba del modo en que yo no, Mis mariposas no estaban ahí ahora era más como un dolor en mi pecho.

Tal vez si Emilio no me hubiera besado, si no tuviera que enfrentar el hecho de que trató de salir conmigo y no le gusté de esa manera sería más fácil lidiar con esto. Pero cuando lo vi con una chica sirvió como un recordatorio de que no había sido de su agrado. Así de simple, él sólo me quería como amigo porque entendía lo que era perder a tus padres y todavía sobrevivir.

Sus ojos se alejaron de la chica y se clavaron en los míos. Entonces guiñó, Dios ¿Por qué tenía que guiñarme? Forcé una sonrisa que esperaba que luciera real y me moví en la fila para la comida. Nikolas no me había hablado en el segundo o el cuarto periodo hoy.

Me había sonreído incómodamente, pero eso era todo. Así que me imagine que no se aparecería en la fila para pedirme que me sentara hoy con él.

Todo lo que podía hacer era escuchar las conversaciones a mí alrededor, Descubrí por las chicas delante de mí, quienes seguían mirando la mesa de Emilio que la porrista era Serena. Todos esperaban que ella fuera la chica a la que Emilio se moviera después de María. También escuché que María estuvo en el baño llorando sobre Serena y Emilio esta mañana.

Me sentí genuinamente mal por ella, Tenía que ser duro perder a Emilio Osorio.

Para el momento en que tuve mi bandeja también había aprendido que Serena y Maria eran archirrivales. Así que esto probablemente terminaría con una pelea de gatas en el pasillo...

Ni siquiera miré la mesa de Emilio cuando fui a encontrar asiento, No iba a ser patético viéndolo como si quisiera que me invitara a unirme. La verdad es que era la última cosa que quería, Verlo con Serena mientras comía no parecía atractivo para nada. Así que hice mi camino a las puertas traseras y me dirigía fuera a sentarme a una de las mesas de picnic,
No era un lugar popular para comer. Se encontraba caliente aquí Alabama no comenzaba a enfriarse hasta octubre, Todos parecían querer quedarse en la cafetería con aire acondicionado. Sólo los solitarios hacían su camino aquí. Yo era un solitario, así que me quedaba, A pesar de que cuando hiciera más frío no sabía si sería capaz de hacerlo.

Había cinco mesas de picnic y cuatro de ellas tenían una persona sentada en ellas, En el pasto debajo de cada uno de los dos robles estaba un estudiante con un sándwich en una mano y un libro en la otra. Este parecía ser mi lugar. Fui a la única mesa vacía y bajé mi bandeja Entonces saqué el libro de la biblioteca que había guardado en mi mochila. Podía leer mientras comía.

-¿Qué estás haciendo aquí afuera? Está a treinta y dos grados, Joaquín. -La voz de Emilio me sorprendió y levanté la mirada de mi libro para verlo del otro lado de la mesa.

Era tan alto Especialmente cuando yo estaba sentado, Tenía los brazos cruzados encima de su amplio pecho y los pantalones colgaban bajos en sus caderas. La playera pegada que usaba hacía poco para ocultar la maravilla que era el cuerpo de Emilio.

MI VOZ / EMILIACO /AUDonde viven las historias. Descúbrelo ahora