SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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Y en la casa de Haechan...

Las cortinas se movían con lentitud, gracias a la fresca brisa la cual era soplada por el abanico de la habitación del menor. Este último yacía en su cama dormido, con un morado debido a un golpe provocado por su progenitor, en su mejilla izquierda, la cual adornaba su hermoso rostro.

Atrapado en su profundo sueño, ni siquiera se percató de que su padre se había ido temprano de la casa, en busca de un poco de licor para beber.

Repentinamente, volvió a recuperar la consciencia de sus cinco sentidos y por consiguiente se levantó de su lecho de sueño. Se encaminó hacía el espejo de pared de su habitación y se miró en él.

Siempre se preguntaba. ¿Por qué su madre tuvo que haberlo dejado sólo con el desgraciado de su padre?. Le dolía decirlo, pero su padre era una gran m*erda.

Se encaminó luego hacía el baño, estando allí se aseó tomándose todo el tiempo del mundo para relajarse y pensar sobre situaciones que habían ocurrido a lo largo de su vida, entre ellas, lo sucedido el día anterior con Jeno y el superhéroe de identidad desconocida. Luego de aquello salió y se dirigió a su habitación, para colocarse ropa nueva y cómoda.

Finalmente, se encaminó hacía la cómoda y tomó un poco de polvo y con él se maquilló el rostro, con el objetivo de no ver el moretón que había en su rostro. Había muchas cosas que deseaba hacer, de hecho, deseaba ser un superhumano con el don de dar vida.

Así, podría revivir a su madre y volver sentir sus cálidos brazos, además de los besos que solía darle. Su madre siempre confío en su pequeño Donghyuck, aun sabiendo sus preferencias sexuales. Todo lo contrario con su padre.

No quería tomar el desayuno allí, sabía que su padre volvería en cualquier momento y no estaba de humor para tener que soportar su presencia. Así que sin pensarlo dos veces, tomó sus lentes, un poco de dinero y emprendió paso hacía una cafetería cercana, cruzando el parque.

El sol brillaba enormemente, los pájaros cantaban y los niños jugaban felizmente por todo el parque, acompañados por sus familiares y mascotas. Metrópolis era una ciudad pacífica, en donde las personas podían vivir felizmente.

Tenían a un gobernante que se preocupaba por el buen estado de la ciudad y de su gente. Además de eso, las cosas eran muy económicas y existía mucha hermandad entre ciudadanos; era simplemente la ciudad de los sueños.

Pero no siempre se había mantenido así, Metrópolis al igual que el mundo había pasado por tiempos oscuros. Por los que fueron gobernados por ambiciosos superhumanos, los cuales maltrataron y esclavizaron a los en ese entonces llamados: "inferiores".

Pero gracias al cielo, la paz había vuelto con los héroes los cuales se encargaron de echar toda la basura. Increíblemente, los humanos habían logrado sobrevivir de aquellos tiempos de maldad y tinieblas.

Repentinamente, a su cabeza llegaron aquellas imágenes del enmascarado azul. "Mirrow Boy" si mal no recordaba, aquel muchacho que lo había salvado de las garras de su ex-novio.

--Él.. Era tan guapo, lucía fuerte y sabio.. ¿Me pregunto quién será?- volvió a preguntarse Donghyuck, mientras sonreía y miraba hacía el suelo.

De repente, sintió que se chocaba con alguien provocando que cayera al suelo y que sus anteojos se cayeran. Ahora estaba en el suelo, intentando encontrarlos.

--¿Dó-Dónde están?-- se preguntaba Haechan; angustiado.

--Creo que esto es tuyo-- dijo una nueva voz, la cual ya era muy conocida para su persona. El individuo lo ayudó a ponerse de pié y le tendió sus lentes. Luego el de tés morena, se colocó sus gafas y sonrió al ver a Mark.

--Ho-Hola Mark-- saludó el menor.

--Hola Donghyuck. ¿Qué haces aquí?-- preguntó Mark, mientras sonreía.

--Bueno, yo me dirigía a una cafetería para comer algo. Así que solamente estoy aquí de paso-- explicó el de piel bronceada, mientras se movía nerviosamente.

--Oh, ¿en serio?. Bueno, yo acababa de salir de mi casa y también estaba buscando algo para hacer; ¿te parece bien si te acompaño?-- preguntó el mayor, obteniendo como respuesta el asentir de Haechan.

Ambos se dirigieron a la cafetería y allí hablaron y comieron un poco. Luego de aquello se pasearon por las calles de la ciudad, mientras que ingresaban a una que otra tienda para ver y comprar cosas. Luego de eso, ambos chicos permanecieron en un silencio incómodo.

--Mark.. Voy a confesarte algo-- habló el menor, rompiendo así con el profundo silencio sepulcral.

--¿Qué pasó Donghyuck?-- preguntó Mark, mientras observaba fijamente al mayor.

--Ayer.. Un superhéroe me salvó de ser secuestrado y congelado por Icy Monster, quien es mi ex-novio.. Mirrow Boy creo que se llamaba... Él me ha dado mucha curiosidad y su poder es impresionante; podía crear portales y hacer copias exactas suyas. ¡Era fascinante, y creo que me gusta!-- declaró el de tés morena, con una sonrisa.

El corazón de Mark palpitó con fuerza, mientras que sus mejillas se ruborizaban. La persona a quien más amaba, lo admiraba sin saberlo.

--Oye.. Aparte de lo del café ¿No tienes nada que hacer hoy?-- preguntó el mayor.

--Mmm.. Nop, no tengo que hacer nada hoy-- respondió Haechan, con una sonrisa.

--Entonces te invito a la casa de mi amigo. Él quiere conocerte y estoy seguro, que ustedes dos se caerían muy bien-- ofreció Mark, con una sonrisa.

--Me parece bien, entonces... ¿Vamos?-- preguntó Haechan, mientras que por inercia tomaba una de las manos del mayor.

--Vamos-- afirmó Mark, para luego empezar a caminar con Donghyuck a su lado. Las otras personas los observaban caminar juntos, y eso los hacía muy felices ya que se veían como una pareja auténtica. Una linda pareja que pronto nacería, y que ahora iniciaban a correr debido a la caída de las primeras gotas de la lluvia.

Mientras tanto, en la alcaldía de la ciudad...

El dirigente de Metrópolis golpeó con fuerza la enorme mesa de madera. Estaba enojado, aquella proposición por parte del Dr. Seo lo tenía harto con aquella propuesta de la eliminación absoluta de los superhumanos.

¿Pero a quién se le ocurriría una barbaridad tan grande como esa? Ellos habían y aún seguían salvando a la ciudad de los desalmados villanos.

Ahora debía estar preocupado por temas más importantes, como por ejemplo: el robo al Banco Nacional de la ciudad. No quería ni podía permitir que por culpa de un grupito de criminales, toda una población se viera afectada.

--Señor Choi Siwon, ¿qué hago con la carta del Dr. Seo?-- preguntó su secretaria.

--Desaste de esa tontería y dile que no nos moleste.. Ese "proyecto" para la prohibición de la presencia de los superhumanos en la ciudad, es una completa estupidez. ¡Ni siquiera sé quién es él!-- confesó el alcalde, para luego tomar el papel y arrugarla completamente, la cuál luego se le fue dada a la secretaria.

Pero de lo que el alcalde no se percató, fue de la nota en minúscula de la carta la cual advertía sobre las consecuencias que se llevaría toda la ciudad, de no aprobar el proyecto. Cosa, que estaba a punto de suceder.