SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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Mientras tanto, en la casa de Mark...

La intensa luz de la habitación cegó sus ojos por escasos segundos, lo que provocó que el pequeño niño los cerrara fuertemente; achurrandolos en el proceso.

¿Dónde estaba?, ¿aún seguía encerrado en aquel lugar?. No sabía por cuánto tiempo había dormido, pero solamente sentía que había perdido la noción del tiempo, debido a que había estado durmiendo.

Se levantó entonces de la cama, para poder avanzar por toda la habitación, que ya era bastante conocida para él. Se acercó por consiguiente hacía la gruesa y enorme ventana de cristal, que separaba su habitación con el pasillo exterior. Quería ver a su padre y a su madre... Los extrañaba demasiado.

Se sorprendió entonces al ver a una mujer vestida de blanco, con un cuadernillo entre sus manos. La mujer miró de reojo al menor y luego empezó a apuntar cosas, que en realidad él desconocía.

--¡Señora! ¿¡Dónde están mis padres!?-- preguntó el menor, con sus ojos bien abiertos. La mujer simplemente lo observó y luego se dirigió hacía un interruptor que había en la pared para finalmente, presionar unos cuantos botones de este último.

La puerta repentinamente se abrió, lo que hizo que el pequeño niño sonriera enormemente, al ver su encuentro con su padre y su madre en el otro lado de esa puerta. Pero al ver a un montón de hombres encapuchados con ropajes protectores de color blanco, hizo que su sonrisa desapareciera instantáneamente.

Los ojos del niño se cristalizaron, y fue allí entonces cuando empezó a suplicar:

--¡P-Por favor! ¡No de nuevo!-- imploró el menor, mientras que los sujetos lo tomaban de sus pequeños brazos.

--Tranquilo, proyecto número: 0208_99.... Ni siquiera vas a sentir lo que te va a pasar-- respondió uno de aquellos hombres, para luego inyectar una jeringa con un líquido extraño en su cuello, lo que causó que el menor volviera a caer profundamente dormido...

~°~

Mark despertó repentinamente de su sueño. Morfeo se había apoderado de él apenas que se había sentado en la mesa del comedor, después de cenar. ¿Qué había sido aquello?, ¿un sueño?. No sabía realmente de qué se trataba pero lo único que sabía con exactitud fue que aquel sueño se sintió... Tan real...

Fijó su vista hacía el reloj de la casa, y se sorprendió al ver que eran las 11:00 de la noche. Aún su hermano no había llegado a la casa, y necesitaba hablar con urgencia con él. Pero de repente, vió como la puerta se abría repentinamente, y que esta última le permitía el ingreso a su hermano, quien sin pensarlo dos veces; entró.

--A ti te estaba esperando-- dijo Mark, haciendo que Yoonoh se detuviera bruscamente. El mayor de los dos presentes se dió la vuelta y miró nerviosamente a su hermano.

--¿Q-Qué sucede bobo?-- preguntó Yoonoh, con un tono divertido pero que a la vez se escuchaba falso.

--Tengo algo que seguramente, tú reconocerás al instante-- dijo el menor, con una sonrisa falsa mientras que se ponía de pié y avanzaba lentamente hacía su hermano mayor con una carpeta entre sus manos.

--¿Qué es eso hermano?-- preguntó Yoonoh; expectante.

--El documento que supuestamente perdiste... El día en que Donghyuck se quedó a dormir lo tomó de entre tus cosas; lo revisé previamente y me percaté de que estos datos tienen un destinatario.. ¿"J.S" se llamaba?-- preguntó Mark, con un tono sarcástico.

--Cuida tus palabras imbécil. Soy tú hermano mayor-- amenazó Yoonoh, ahora enfadado.

--¡TÚ NO ERES NADA! ¡SOLAMENTE MI MADRE TE ADOPTÓ PARA TAPAR EL AGUJERO QUE ESTABA DEJANDO MI PADRE!... Porque no era un secreto para nadie que él le era infiel a mí madre..-- le gritó Mark al contrario.

El mayor llegó hasta su límite, por lo que levantó su mano derecha y con esta abofeteó a Mark con todas sus fuerzas. Pero aquella acción, solamente provocó que el menor se enfureciera y utilizara sus poderes como última opción.

Rápidamente, creó un clon por detrás del mayor que lo hizo caer al suelo fuertemente ahora con un intenso dolor de espalda. Luego Mark se colocó encima de su hermano y cuando estuvo a punto de empezar a golpearlo, un grito los detuvo repentinamente.

Y en la Federación de Héroes...

La Federación de Héroes.. Una asociación ubicada en el centro de la ciudad en donde residen los diferentes superhéroes, quienes arriesgan sus vidas para proteger día tras día toda la Metrópolis.

El lugar consistía en un enorme edificio que poseía todo lo necesario para que los héroes, pudieran tener una vida digna y llena de lujos. Tenía desde una sala de juegos, una discoteca, piscina, gimnasio, variadas salas de entrenamiento, habitaciones para todos los héroes y excelentes comedores que ofrecían toda clase de alimentos, esperando ser degustados.

En aquellos precisos instantes, estaba ocurriendo una fiesta que había sido organizada por Lucas, para celebrar otra victoria por parte de los superhéroes. Los fuegos artificiales, iluminaban con su brillo toda la ciudad haciendo que las personas quedaran emblesadas con su presencia, excluyendo a una encapuchada que tenía consigo una evidencia que dejaba mucho que decir.

La dama soltaba en ciertas ocasiones unos cuantos suspiros, mientras intentaba calmar sus nervios. ¿Qué estaba planeando ese tal John Seo?, ¿Qué era la organización Alpha?, ¿ ¿Cuál era el propósito de ese llamado: "plan maestro"?.

Aquella lluvia de preguntas cayeron en su mente como un balde de agua fría. Sabía que no podía compartir aquella información con Lucas y los otros, ya que estos probablemente se encuentren en la fiesta; por lo que tomó la decisión de ir con el único héroe que entrenaba todas las noches: Fire Man.

Y en la casa de Haechan...

El menor de tez morena intentaba desinfectar y quitarle el hinchazón que tenían sus heridas, provocados por los golpes de su padre.

Se quejaba de vez en cuando mientras se miraba fijamente al espejo. La verdad, le daba igual con la existencia de su padre aunque este último lo llamara prostituto y marica.

Lo único que deseaba era vivir su vida y cumplir sus sueños de la mejor manera posible. De repente, escuchó un golpeteo proveniente de la ventana que lo hizo dejar con una gran interrogante en su cabeza.

Se sonrojó entonces, al recordar al superhéroe que lo había salvado ya en dos ocasiones. Deseaba verlo y conocerlo, quería entablar una amistad con él e incluso poder ser algo más con el héroe.

El intenso y estresante golpeteo lo hizo salir de sus profundos pensamientos, y lo volvió a envolver en su terrible y desastrosa realidad.

El menor sin pensarlo dos veces, se dirigió hacía la ventana y cuando abrió las cortinas se encontró con una gran sorpresa: era Jaeno con un ramo rosas en sus manos. ¿Qué estaba pretendiendo el peliblanco?... Acaso... ¿Deseaba que lo perdonara?.

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