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Mientras tanto, en las afueras de la alcaldía...

Sonic Boom y Iron Hands se mantenían ocultos detrás de unos autos, esperando el momento indicado para ingresar al sitio mencionado anteriormente. Había mucha seguridad en las afueras, por lo que era esencial que el lugar se desocupara un poco para así poder entrar.

La lluvia recientemente había empezado a caer, provocando que los vestuarios de ambos estuvieran totalmente empapados y que probablemente les diera un resfrío en el futuro.

--Bien Iron, recuerda el plan, tenemos que entrar y actuar lo más rápido posible. Luego de que tengamos al alcalde lo sacamos por la parte trasera del edificio y listo, todo habrá salido como esperábamos-- recordó Sonic Boom, sin quitar su vista del enorme edificio municipal.

--Oye.. ¿Qué haremos si algo sale mal?-- interrogó el contrario; expectante.

--¿No es obvio? Vamos a escapar. Es nuestra única alternativa-- contestó Sonic entre un suspiro.

--¿Sabes? Es irónico todo ésto. Antes nosotros éramos los que perseguían a los malos y hacían que ellos se escondieran, pero ahora nosotros somos los que nos escondemos de los villanos-- exclamó el menor de ambos superhéroes; incrédulo a la situación en la que vivían.

--Sí.. Pero al fin al cabo no dejan de ser desalmados criminales que no tienen pudor ni misericordia para con los más débiles. En todo caso, quiero darte un consejo antes de que entremos Yukhei-- dijo el superhumano sónico, para luego mirar al contrario.

--¿Qué me tienes que decir?-- cuestionó el otro; curioso.

--Nunca confíes en nadie ni en los que están más cercanos a ti, porque todos pueden apuñalarte por la espalda en el momento menos esperado-- aconsejó Doyoung; sonriente.

--¿Por qué me dices eso?-- preguntó una vez más el menor; confundido.

--Sólo es para que lo tengas presente. Después de todo, yo soy mayor que tú y mi responsabilidad es darte consejos para que te equivoques lo menos posible en la vida-- explicó Sonic Boom, sin perder aquella sonrisa.

--Mmm... Bueno, si tú lo dices-- respondió el contrario para luego toser un poco de agua que se había adentrado a su boca por casualidad.

--Es hora-- indicó el mayor al ver que algunos miembros de la seguridad se habían retirado, para luego sacar una bomba sónica de su bolsillo y lanzarla hacía el resto de los guardias que custodiaban la entrada de la alcaldía.

Éstos últimos al ver el obejto, intentaron escapar sin embargo no pudieron cumplir con su cometido ya que instantáneamente el pequeño obejto explotó, liberando así una fuerte onda de sonido que hizo que los guardias salieran volando por los aires y que la entrada del edificio fuera levemente destruida.

--¡Vamos!-- avisó Sonic Boom, para luego correr hacía el sitio siendo seguido por Iron Hands.

Con la entrada despejada, fue fácil para ambos ingresar a la monumental arquitectura. Sin embargo, no contaron con que habían más guardias adentro; todos armados.

--¡Yo me encargo!-- gritó Iron Hands, para luego tomar una de las columnas que habían en la sala y lanzarlas hacía los guardias, provocando que éstos fueran aplastados y que los dos héroes pudieran continuar con su camino.