Y en la casa de Taeyong...
Chittaphon caminaba con disimulo por los pasillos de la gran casa, la cuál permanecía a oscuras. No había podido dormir desde que el estúpido de Jaejoong lo había apartado de Taeyong, su Taeyong.
Porque Ten en realidad, necesitaba de aquel ser de ojos profundos para poder vivir. Aquel chico era tan versátil, provocándole al pelinegro un montón de sensaciones las cuáles eran difíciles de explicar para él.
Sentía la necesidad de protegerlo y darle amor para que él no saliera herido. Se sentía obligado a proteger a ése ángel de luz única y ojitos brillantes cómo las estrellas.
Una sonrisa surcó sus labios al ver la puerta de la imponente habitación de su pareja. Esta última se encontraba levemente abierta, provocando que el pelinegro agradeciera internamente a los cielos el hecho de que podría entrar a la habitación del amor de su vida sin problema alguno.
El superhumano haciéndo uso de sus propios dones, ingresó al cuarto de su amado sin provocar ninguna clase de sonido o movimiento que pudiese llamar la atención.
Ya adentro, el chico de nariz respingada abandonó su forma sombría y tomó por consiguiente su forma humana. En ése mismísimo instante, el joven de cabellera azabache logró percibir un olor penetrante, el cuál predominaba por toda la morada.
Aquel aroma invadía sus fosas nasales y causaba que el susodicho soltara un profundo suspiro. En un principio pensó de que se trataba de algún incienso que el mayor había colocado en algún punto fijo de su habitación, pero finalmente descartó esa hipótesis al percatarse de que dicho olor, no pertenecía y tampoco tenía algún parecido con ningún incienzo conocido.
Sin embargo, el chico tomó la decisión de abandonar esa idea y continuar con lo que tenía realmente planeado hacer. Por consiguientemente y con pasos lentos el menor avanzó hacía el contrario, quién, se hallaba acostado sobre la enorme cama matrimonial.
Para Ten, fue inevitable no sonrojarse al ver al hermoso pelinegro, el cuál mantenía su cuerpo cubierto con las enormes frazadas que allí habían. Quería abrazarlo y llenarlo de mimos, pero lo mejor era dejar a Taeyong descansar tranquilo.
Así que sin pensarlo un segundo, Chittaphon se acercó a su novio para darle un beso de buenas noches, cosa que hubiese hecho con suma normalidad de no haber sido por el hecho de que las frazadas estaban empapadas con algún líquido, además que de estas se destilaba aquel penetrante olor.
--¿Pero qué...?-- susurró Chittaphon; confundido.
Repentinamente, sus ojos se abrieron como platos al ver cómo las profundas iris de Taeyong, se hacían presentes sin previo aviso.
--Ten...-- susurró Taeyong para luego halar al contrario, haciéndo que éste último terminara bajo su persona.
--¿¡Taeyong qué te sucede!?-- cuestionó Chittaphon; enojado. El pelinegro iba a continuar con su charla, de no haber sido por los carnosos besos del contrario, los cuáles se posaron sobre los suyos de manera drástica y ansiosa.
Al principio, Ten parecía querer apartarse pero al final no le quedó otra opción que seguirle la corriente a Taeyong, quién resultó ser más fuerte que su persona. El menor de la pareja, en busca de quitarle la ropa al otro se percató de que éste se encontraba totalmente desnudo.
Pero pesé a su estado, Taeyong parecía estar cómodo sin ninguna clase de tela que le estorbara. Por otro parte, para Ten fue inevitable no ver todo el bien formado cuerpo del mayor, el cuál se hallaba un poco sudado.
--¿Qué te pasa cariño? ¿por qué estás tan sudado? Y ¿por qué la cama está tan húmeda?-- interrogó Chittaphon, con una lluvia de preguntas.
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SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌
Fanfiction❬𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐘 𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍❭ "--Si algún día te necesito de nuevo... ¿Tú vendrás a rescatarme? ¿No es así?--". "--Hasta el fin de los tiempos. Y si fuera necesario daría mí vida por ti--". Mark Lee; superhéroe de la ciudad Metrópolis...
