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Y mientras tanto en medio del mar...

La nave de los héroes viajaba velozmente hacia la base de Jackal para salvar a todos los superhumanos de la ciudad, además de ser su último intento para evitar una catástrofe aún mayor en manos de la osada bestia que se apoderó de los dones de Taeyong.

El océano se hallaba intranquilo, mientras que el cielo previa la llegada de una audaz calamidad. El asunto a tratar sobre la mesa no era una broma, ya que todo estaba en juego incluyendo las propias vidas de los individuos dentro de la nave.

Éstos últimos permanecían en silencio mientras que la incomodidad en el ambiente podía ser percibida con suma facilidad. Jaeno y Jaemin se encargaban de trazar la ruta más rápida para llevar al centro de operaciones del enemigo, además de Donghyuck y Mark quienes estaban de pasajeros en los puesto traseros del transporte volador.

—Creo que ya estamos llegando a nuestro objetivo. Debemos prepararnos para todo, no sabemos lo que haya en ese sitio— anunció Jeno al resto del grupo irrunpiendo el profundo silencio, obteniendo el asentamiento del chico de fuego quien era el encargado de pilotear la nave.

—Me parece extraño que el clima haya cambiado de forma tan radical. Hace un momento todo estaba estable, pero ahora parece que todos estuviesen asustados incluyendo la madre naturaleza— replicó Donghyuck, mientras le mostraba los datos sobre el comportamiento atmosférico de la zona.

—Y no es para menos Haechan. Estamos a punto de enfrentar a una banda de psicópatas desquiciados que anhelan dominar el mundo— espetó Jaemin sin parar de observar el camino —Lo que sigo sin poder creer de todo esto, es que Jackal haya tenido el atrevimiento para utilizar a su propio hijo como rata de laboratorio. Sólo con pensarlo me causan escalofríos y eso que también experimentaron conmigo—.

—Nunca tuve la oportunidad de conocer bien al señor Jaejoong, sin embargo, Taeyong siempre solía hablarme bien de su persona— opinó Mark; con sus brazos cruzados —Pero es una lástima que ése hombre no haya tenido pudor, ni compasión con su propio hijo. Es un bastardo con complejo de reconocimiento social y su afán por ser recordado en la historia como el hombre que cambió el mundo— finalizó el antedicho entre un suspiro.

—Y también como el que lo destruyó ya que creó a un monstruo también, no podemos olvidar esa parte chicos— añadió Jaeno entre carcajadas.

—Pero ahora no pensemos en cosas sin importancia y mejor, repasemos el plan para asegurarnos de que todo salga bien— sugirió Haechan, consiguiendo la aceptación colectiva del resto.

Dicho plan era bastante simple. Según Jaeno y Jaemin, la zona este era un recinto vulnerable y con una escasez de seguridad única por lo que aterrizarían allí.

Luego de ingresar irían a la torre de información en dónde someterían a los guardias de seguridad y descargarían toda la información necesaria para no andar a ciegas en la gran base, ya que pese a que Jaeno y Jaemin conocían bien el recinto no sabían si los enemigos habían realizado cambios en el centro de operaciones.

Dependiendo de la información que obtuvieren, buscarían a los superhumanos secuestrados incluyendo a sus amigos y a Taeyong de la bestia que raptó  cuerpo. Aún desconocían la forma en la que realizarían esa parte, pero ya verían qué hacer a su debido tiempo.

Pasado aproximadamente unos quince minutos, los cuatro jóvenes llegaron a la base enemiga cuya estructura se hallaba un poco... Colapsada por así decirlo.

Desde grandes millas de distancia, era posible notar las enormes humaredas a causa del fuego que consumía distintas partes de aquél recinto de gran tamaño. Dichas características provocaron una enorme curiosidad por parte de los 4 jóvenes en la nave, quienes no miraron la situación con buenos ojos.