Taeyong se preparó y una energía descomunal brotó de su ser como nunca antes. Extendió sus brazos e instantáneamente una fuerte ola de viento comenzó a impactar violentamente en toda la sala causando que los otros presentes se tuvieran que sostener con fuerza para evitar lastimarse.
La situación afuera de las antiguas instalaciones de Jackal, no era tan buena o diferente que digamos. El cielo se oscureció sin dejar que un rastro de luz traspasara y tocase la tierra. De pronto una potente tormenta empezó a azotar poco después aquellos lares.
Los mares se salpicaron y la potencia de los flujos de aire empezó a impactar con más agresividad que nunca, al igual que los rayos que impactaban en contra de las islas cercanas al centro de operaciones del antiguo villano. Era apenas el inicio del verdadero caos.
El peliblanco sonrió al sentir todo su poder hacer efecto sobre el mundo entero. Éste era tan vulnerable y endeble ante todo su poderío. Estaba ansioso; por fin la hora de provocar la ruina había llegado.
Taeyong se centró entonces en las miles de cápsulas, dispersas a lo largo y ancho de la sala. Un chasquido de su parte fue suficiente, para que cada una de se viera destrozada liberando de esta forma a todos los mutados que habían estado cautivos dentro de ellas.
Mark al igual que el resto de los sobrevivientes se mantenían atentos y sumamente fijos en sus lugares, mientras que aquellos objetos cilíndricos y grandes se destruían uno por uno hasta que todos los alterados se vieron libres.
Taeyong abrió por fin sus ojos, los cuales ahora eran totalmente blancos y brillaban con intensidad. El muchacho ahora había traspasado cualquier nivel... Sus fuerzas ahora ejercían efecto sobre el espacio mismo y la materia que le rodeaba.
—¡POR FAVOR PARA HIJO MÍO! Esto no debe culminar de ésta forma. De-Debe haber otra alternativa— espetó Jaejoong; al borde del colapso.
—¡NO LA HAY Y YA DEJA DE LLAMARME DE ESA FORMA QUE TU HIJO YA NO EXISTE!— espetó Taeyong con cólera ante aquella súplica, para luego crear un cristal oscuro el cual finalmente impactó en contra de una de las piernas del más longevo de todos.
Rió como un auténtico psicópata al verlo gritar y sufrir, mientras que la sangre comenzaba a diseminarse rápidamente en el suelo.
Tomó entonces una bocanada de aire y volvió a concentrarse hasta que llegó el momento crucial:
—¡Abran sus mentes y sometanse ante mí! Dejen que yo sea su guía y que su mente sea solo mía. Conviértanse en lo que verdaderamente son y abandonen la flaqueza de la mortalidad— recitó el peliblanco —¡AFÉRRENSE A MI Y YO PROVEERÉ FRUTOS A SU VIDA!. ¡ASOLEN JUNTO A SU ALFA EL MUNDO Y EXTERMINEMOS JUNTOS TODO LO QUE SEA SÍMBOLO DE BLANDURA!—.
Al finalizar sus palabras, todos los superhumanos despertaron de su letargo y salieron dispuestos a cumplir lo que se les fue asignado. Los ojos de cada uno de ellos se denotaban sin vida, siendo un púrpura brillante lo que sobresalían de estos.
Los extraños poderes de posesión mental de Taeyong tuvieron un efecto único hasta en YoonOh, quien sin saber lo que hacía en realidad se puso de pie y se encaminó como si de un zombie se tratara hacía Lee, al igual que el resto de los mutados.
Los únicos que aún seguían en perfecto estado eran Mark, Ten, Jaejoong, Jaemin y Jaeno. Cada uno de ellos contemplaban todo con pavor, mientras que los otros superhumanos (incluyendo a sus propios amigos) se encaminaban hacía distintos lugares para cumplir órdenes que Taeyong les asignaba mentalmente.
—¿Por qué no nos poseíste a nosotros? Esto no tiene sentido— cuestionó Mark, mientras se ponía de pie con temor.
—Tengo unos motivos muy especiales pero ahora no puedo explicarte porque es una sorpresa. Bueno, aunque si puedo decirte que en tu caso sucede que debemos tomar un vuelo muy importante a Metrópolis y no tenemos tiempo que perder así que... ¿Nos vamos?
Instantáneamente el peliblanco al terminar su frase, sus monstruos reaccionaron y sin vacilar tomaron a Ten, Mark como también a Jaejoong. Jaemin y Jeno esperaron ser capturados, pero en su lugar, el resto de los espectros los rodearon con el propósito de que no se escaparan.
—¿¡Q-Qué carajos estás planeando!?— preguntó Jeno; furioso sin dejar de abrazar por ningún momento a Jaemin.
—Ustedes no están invitados para el festival macabro. Así que, sean bondadosos y sirvan de alimento para mis bestias que aún siguen hambrientas— contestó Taeyong con una sonrisa, para luego despedirse mientras era escoltado por unos cuantos mutados y monstruos hasta que finalmente se retiró de la sala.
—Hijo de puta...— susurró Jaeno con ira.
—¡De-Deberíamos concentrarnos en otra co-cosa cariño!— alertó Na, mientras observaba fijamente a las sanguinarias criaturas que los acechaban.
Finalmente ambos se pusieron de pie y pese al terror que estaban sintiendo, se prepararon para una inminente lucha. Estaban conscientes de que probablemente no saldrían vivos de ése espantoso sitio que los había marcado para siempre. Pero preferían desfallecer peleando a quedarse con los brazos cruzados.
—¿¡Estás listo para morir cariño!?— cuestionó Jaeno, mientras creaba sus espadas gélidas.
—¡Cierra la boca y mira al frente!— replicó Jaemin con un puchero —Te amo. Y te prometo que si salimos de ésta, dejaré que hagas conmigo lo que quieras por una noche—.
Jeno al escuchar aquel ofrecimiento sonrió y le lanzó al contrario una mirada pícara. Definitivamente tenía que ganarle a esos monstruos, y lo haría por su hermoso Jaemin y el mundo entero.
Y mientras tanto en Metrópolis...
Haechan aterrizó justo al frente de su casa con una posición perfecta, sorprendido de sí mismo de lo rápido que había sido su aprendizaje. Examinó su casa visualmente y tomó una bocanada de aire.
No podía creer que estaba de vuelta y por alguna razón, estaba emocionado por ver a su padre. Seguramente otros los rechazarían y repudiarían hasta el cansancio, pero él prefería perdonar y liberarse de la amargura como consecuencia del rencor.
Probablemente, esta sería la última ocasión en la que vería su padre. Suspiró. Se armó de valor y se encaminó hacía la puerta sin importarle un comino lo que sucediera después.
Tocó tres veces y en menos de cinco minutos, su padre le abrió. Éste último quería llorar al ver que su unigénito estaba salvo y sano. La reacción de Donghyuck no fue muy distinta a la de su padre, quien sin dudar le invitó a pasar luego de darle un caluroso abrazo.
—¡P-Por Dios Donghyuck! ¿¡Dónde estuviste!? Me preocupé mucho por ti, no sabía qué hacías o si estabas bien— cuestionó el progenitor del moreno, mientras le servía café a su hijo.
—Gracias por la bebida papá— agradeció Haechan —Y no debiste preocuparte. Estoy en perfecto estado—.
—¡S-Sí hijo y eso me alegra! Pero entiéndeme, soy tu padre y me preocupo realmente por ti— respondió el mayor; ahora mucho más tranquilo.
El ambiente se comenzó a percibir incómodo de un momento a otro, cuando el silencio se apoderó de todo. Haechan no sabía qué decir realmente, ya que la noticia que tenía preparada para su progenitor era un poco cruda. No obstante, no quería perderlo por lo que no tenía otra alternativa.
—¿Por qué estás vestido de esa forma? Te ves muy distinto. Ya no tienes tus anteojos, tu pelo se ve distinto al igual que tus ojos... ¿Trabajas para una agencia de modelaje acaso?— cuestionó el padre de Haechan; curioso.
—No padre, la situación es mucho más complicada. Lo que te tengo que contar puede que te deje un poco alucinado... Pero es importante que lo sepas.
—No entiendo Donghyuck ¿A qué te refieres?
—Papá. Algo nefasto está por ocurrir y yo soy el elegido para salvar a todo el mundo, tal y como lo hizo mi madre en el pasado.
Dejaré éste capítulo aquí y me iré lentamente... Faltas ortográficas me avisan plox. Nos leemos en la próxima! ✏️💕 Los quiero uwu.
ESTÁS LEYENDO
SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌
Fanfic❬𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐘 𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍❭ "--Si algún día te necesito de nuevo... ¿Tú vendrás a rescatarme? ¿No es así?--". "--Hasta el fin de los tiempos. Y si fuera necesario daría mí vida por ti--". Mark Lee; superhéroe de la ciudad Metrópolis...
