⚡3̸1̸⚡

500 69 29
                                    

Y en el jardín de la gran casa de Taeyong...

Los cuatro chicos comían tranquilamente en el jardín del dueño del elegante caserón. El aroma provocado por las flores y el incesante sonido de las fuentes, aves y de toda clase de insectos resonaban por toda la morada natural, que poseía su encanto único.

Todo esto, acompañado por un gran banquete conformado por toda clase carnes, sopas, aderezos, postres, bebidas y acompañamientos.

El sitio era un completo encanto, pero no lo era tanto para los dos visitantes quienes observaban fijamente al misterioso pelinegro de nariz respingada

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

El sitio era un completo encanto, pero no lo era tanto para los dos visitantes quienes observaban fijamente al misterioso pelinegro de nariz respingada.

--Bueno... ¿Chittaphon?, ¿a qué te dedicas?-- preguntó Mark, mientras intentaba aliviar el tenso ambiente.

--Por ahora vivo con Taeyong y soy su... Entrenador-- se expresó el pelinegro, mientras revolvía la taza con té asegurándose de hacerlo con suma elegancia.

--¿Entrenador?-- preguntó ahora Donghyuck; curioso.

--Es solamente para defensa personal, últimamente están pasando muchas cosas y no quiero tener problemas-- contestó Taeyong, mientras comía nerviosamente de su plato.

--¿Problemas dices?-- preguntó Donghyuck, mientras que sus sospechas crecían lentamente. El atractivo muchacho era demasiado extraño para ser cierto.

--Sí... Taeyong es un chico muy especial y últimamente la delincuencia se ha incrementado. Él me contactó personalmente, para que yo lo entrenase ya que soy un superhumano al igual que él-- explicó Ten, entre evidentes mentiras para Taeyong.

--¿¡En serio!?, ¿¡qué clase de poderes tienes!?-- preguntó Mark; emocionado.

--Manipulación de las sombras, es muy conveniente en algunos casos-- contestó Chittaphon, mientras miraba fijamente a los otros dos presentes.

--Increíble... Creo que podríamos llevarnos muy bien, además, eres bastante agradable-- halagó Mark, cosa que provocó una enorme sonrisa por parte del contrario y el repentino cambio de actitud del chico de tez morena.

--Eh, tengo algo que hacer me disculpan un momento-- pidió Donghyuck, con un tono bastante serio que sorprendió a el resto de los presentes. El menor comenzó a caminar por los amplios senderos, mientras observaba los riachuelos que habían por toda la zona.

Le agradaba mucho estar en ese lugar, inclusive en aquellos momentos en los que se sentía mal, o mejor dicho: celoso. ¿Realmente se sentía así? O ¿solamente estaba inventando cosas sin fundamento?.

El repentino sonido de algunas ramas resquebrajarse acaparó toda su atención, mientras empezaba a temblar como una completa niña. Solamente con pensar de qué podría ser un asesino o algo por el estilo, hacía que su piel se erizara como si fuere una gallina.

--No tengas miedo-- susurró una voz detrás suyo, que lo asustó. El moreno se dió media vuelta y se sorprendió al ver a un chico de tierno rostro, quién revestía su cuerpo con una capucha blanca.

SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora