SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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Los pasos de Donghyuck eran sumamente lentos y torpes debido al nerviosismo que el chico de tez morena sentía en aquellos precisos momentos. Deseaba con todas sus fuerzas de que todo saliera excelentemente bien.

Pero aparentemente, la mentira de que necesitaba usar el baño estaba siendo lo bastante creíble para no levantar sospechas, ya que nadie lo estaba siguiendo lo cuál era una buena señal.

En su camino hacía el lugar en dónde indicaba la ubicación de su celular, pudo confirmar en carne y hueso de que la casa de su amigo era terriblemente enorme. Y no solamente por el hecho de que habían un sinnúmero de habitaciones, sino que también por los incontables pasillos que guiaban a otros sitios de la gran casa de Taeyong.

Repentinamente, el chico de tez morena se detuvo al llegar a la ubicación que indicaba su celular. Específicamente, una habitación que se hallaba muy apartada de las otras y muy sospechosa a decir verdad.

--Bueno... Vamos a ver qué encontramos-- susurró Donghyuck, mientras acomodaba sus anteojos para luego ingresar a dicha habitación.

Cuándo el menor ya se encontraba adentro, ajustó la puerta y observó toda la morada con suma atención: el lugar no se veía sucio ni abandonado, en su lugar, parecía que alguien dormía allí ya que habían bastantes cosas, sin mencionar de que el lugar era bastante grande y reconfortable, además de la jarra de té con cáscara de piña que se encontraba sobre una pequeña mesita.

--Esperaba algo más... ¿Tétrico y misterioso?-- se preguntó Donghyuck, para luego fijar su vista hacía una... ¡Computadora!.

Sus ojos se llenaron de emoción al ver dicho aparato, el cuál había estado buscando desde hace ya un rato. El muchacho se sentó sobre la silla al frente del escritorio, en dónde se encontraba la computadora.

Por consiguiente, el chico sacó un USB que mantenía guardado en su bolsillo para luego conectarlo al aparato eléctrico, el cuál extrañamente ya se mantenía encendido por lo que supuso de que el objeto había sido usado recientemente.

Con gran velocidad, empezó a copiar todos los documentos que se hallaban guardados en dicho dispositivo. En su búsqueda, el menor se pudo percatar de unas extrañas fotos; entre ellas: cadáveres de niños, incontables escombros, además de unas listas con aparencias raras. Listas que indicaban los números de varios proyectos, los cuáles estaban enumerados por lista.

También pudo encontrar fotos de más niños, todos vestidos con esas clásicas telas que se utilizaban para los sujetos de experimentación.

--Un minuto... ¿Acaso éstos hombres utilizaban a niños para experimentar?, ¿pero porqué y para qué lo hacían?-- se auto cuestionó el menor, mientras observaba toda la evidencia que había encontrado. Algo que llamó mucho su atención, fue en que varios de los documentos se hablaba sobre un supuesto "alfa" que según explicaba, era un superhumano con dones y poderes exponencialmente más superiores que los comunes, aunque no explicaba con exactitud de quién se trataba o el nombre de dicho alfa.

--Donghyuck-- llamó una voz frívola detrás suyo, causando que su corazón diera un vuelco debido al susto.

Cuándo el menor se dió al vuelta para averiguar de quién se trataba, se sorprendió al ver a Taeyong pero esta vez el apuesto joven lucia su cabellera negra. Todo esto, mientras sujetaba a un enorme tiburón de felpa con una expresión seria en su rostro.

--¡Oh, Taeyong qué sorpresa!. Oye el cabello negro no te queda para nada mal-- alagó el menor de tez morena, para luego tomar el USB el cuál ya contenía todas las pruebas que necesitaba, incluyendo el envío del dichoso video de Jackal.

--¿Qué haces en la habitación de Ten?-- preguntó el ahora pelinegro, para luego ingresar al cuarto sin perder de vista al de menor edad, quién simplemente colocaba todo en su lugar con los pelos de punta.