Mientras tanto, en las oscuras calles de la ciudad...
Una sonrisita maliciosa estaba dibujada en los labios de Chittaphon, quién observaba con atención cómo la pobre superhumana se retorcía con insistencia, con la meta de poder liberarse de las penumbras que la mantenían cautiva.
Claramente, el villano no pensaba en dejarla ir ya que le había costado mucho atraparla para que su amado pudiese por fin tener un poder digno. Aunque sabía muy bien sobre las capacidades que poseía el mayor, y es por ello que temía que el contrario hiciera una locura... Amaba mucho a Taeyong, pero sabía que su nombre y presencia representaban un peligro para su persona como también para la sociedad.
Él podía provocar una masacre gigantesca sin ningún problema; colapsar las calles y arruinar concentraciones humanas enteras sin ninguna clase de obstáculo que se lo impida. Solamente necesitaba plasmarselo en su mente como una meta y aquello significaría el fin de la humanidad.
Decidió dejar aquellos pensamientos de lado y emprender vuelo hacía la mansión del mayor, junto con aquel bulto que suplicaba por libertad. Ahora con unas enormes alas sombrías, sentía como la brisa acariciaba su pelo con suavidad y gracia.
Jackal... Aún podía recordar ese nombre con claridad, ahora que había realizado la gran transmisión hacía toda la ciudad, sabía que sus planes tomarían más fuerza que nunca.
¿Por qué él insistía en seguir con ese maldito proyecto después de lo que había pasado aquella vez?, ¿Acaso no tenía miedo que las pérdidas humanas se triplicaran?. Bueno, no podía esperar más de un psicópata que llevaba consigo un enorme grado de culpabilidad, en lo que respecta a la dichosa era en que los superhumanos hicieron que el resto de la humanidad se postrara ante su nombre.
No es que él fuera mala persona realmente, ya que en el día del incidente él también intentó escapar, cosa que hubiese realizado sin problemas, si tan sólo los hombres de Jackal no lo hubieran capturado.
--¿Porqué trabajo para él?... ¡Cuando puedo ser un hombre libre!-- susurró Ten; frustado. Estaba harto, harto de tener que seguir las órdenes de un idiota que había asesinado a sus padres y que se había apoderado completamente de su vida.
Ahora tenía otro propósito entre sus dos cejas: proteger a Taeyong de todos los males. Porque él era como un pequeño e indefenso bebé que necesitaba amor, un amor que él estaba dispuesto a entregarle.
Una sonrisa se apoderó de sus labios al ver el hermoso caserón en donde residía Taeyong y su persona. Por suerte, las ventanas estaban abiertas y podía ingrsar sin problemas a la habitación del contrario.
Cuando finalmente llegó, se aseguró de aterrizar silenciosamente para así poder asustar al mayor en caso de que estuviera despierto. Pero para su propia desgracia, el mayor ya se encontraba con las patas hacía arriba tirado en su cómoda cama; definitivamente que le fascinaba dormir.
--Ay Taeyong... ¿Qué voy a hacer contigo?-- dijo Chittaphon, con un tono burlesco. El menor se aseguró de meter a la chica con cuidado para que no se golpeara y por consiguiente, se dirigió hacía el otro quién dormía plácidamente en su cama.
--Taeyong...-- susurró el menor, con un tono suave mientras lo zarandeaba con delicadeza. Pero de repente, se alejó del mayor al ver que éste último abrió sus ojos repentinamente pero éstos últimos no poseían el color café que siempre tenían... En su lugar, eran negros; oscuros y tenebrosos como la mismísima noche... Como ese día en que todo se volvió oscuro y tenebroso..
--¡A-Apártate de mí!-- expresó Chittaphon; aterrado. El menor empezó a retroceder al ver que el contrario se ponía de pié y lo empezaba a perseguir lentamente hasta que finalmente, término acorralado.
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SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌
Fanfiction❬𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐘 𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍❭ "--Si algún día te necesito de nuevo... ¿Tú vendrás a rescatarme? ¿No es así?--". "--Hasta el fin de los tiempos. Y si fuera necesario daría mí vida por ti--". Mark Lee; superhéroe de la ciudad Metrópolis...
