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Después de la larga charla con su nuevo "amigo", Mark volvió a dirigirse al salón para así poder continuar sus clases con normalidad. No quería encontrarse con Taeyong, ya que seguramente el mayor estaba enojado con él.

Revisó rápidamente su mochila y tomó el cuaderno en donde tenía su horario para así revisarlo. Por consiguiente abrió dicho cuaderno y buscó el nombre de su siguiente materia.

--"M*erda. ¿En serio tenía que ser matemáticas?"-- se dijo Mark; mentalmente. No le molestaba el hecho que le tocara matemáticas, el verdadero problema era que a Taeyong también le tocaba esa materia y por lo cual se encontraría con él. Y la verdad, no estaba de humor como para ponerse a aguantar los reproches de su "infantil" amigo.

De repente, a su cabeza llegó una ingeniosa idea, el cual consistía en irse al baño y crear una copia exacta e idéntica de sí mismo, haciendo uso de sus poderes. Quizás era riesgoso, pero era eso o tener que soportar a Taeyong.

Así que sin pensarlo dos veces, emprendió camino hacia el baño de la escuela. Pero debía apresurarse, para así poder mandar a su copia a tiempo al salón. Y en cuestión de minutos, el chico ya se encontraba en el baño.

--Ok... Aquí vam...-- El joven no pudo terminar de hablar, al escuchar la voz de Taeyong acercarse con prisa. El mayor se alteró e ingresó a uno de los baños, todos estaban vacíos por lo que no tenía nada de qué preocuparse.

Escuchó como alguien ingresaba con prisa al sitio, cosa que hizo que el menor se alterara. Llevó una de sus manos a su boca, para así asegurarse que no se le escapara ni una sola palabra.

--¿¡Dónde carajos está ese imbécil!?.... Seguramente se fue detrás de ese niñato recién llegado.... ¡Pero cuando lo encuentre me va a escuchar!-- dijo el mayor, para después irse.

--Uff...-- Fue lo único que dijo Mark, para luego salir del baño. Caminó hacia el espejo y observó con cuidado su apariencia, quizás no era el chico más atractivo de toda la universidad como lo era su amigo Taeyong, pero aún así Mark había tenido muchos y muchas pretendientes.

Decidió dejar aquellos pensamientos de lado y cerrar sus ojos, para así concentrar toda su energía. Sentía como todo su poder ejercía su efecto y cuando volvió a abrir sus ojos, a su lado se encontraba una copia exacta de sí mismo, el cual lo observaba con una enorme sonrisa.

Le dió las respectivas indicaciones a su copia, para finalmente darle su mochila con sus cosas y dejar que se fuera. Esperó unos minutos en el baño y decidió salir de este último.

Luego de aquello decidió retirarse, no tenía nada que hacer allí además de esperar por su mochila, ya que esa era su última clase. Decidió irse a las afueras de la universidad para caminar un rato por las calles de la ciudad.

Todo estaba calmado y el ambiente se mantenía con un aura pacífica, hasta que de repente escuchó el grito de auxilio de una extraña.

--¡AYUDA! ¡LADRÓN!-- gritó la voz de origen desconocido.

Enseguida, Mark corrió hacía unos cuantos arbustos los cuales eran lo suficientemente grandes y frondosos como para cambiarse, acción que hizo en segundos. Ahora, el chico estaba vestido con una clásica ropa de superhéroe, que era simplemente de color azul y un toque de turquesa, además de un antifaz color azul que cubría casi todo su rostro.

Rápidamente, el muchacho abrió un portal y luego ingresó a este último, el cual lo transportó hacía donde ocurría el robo. Encontrándose así con la mujer en el suelo.

--¿Está bien?-- preguntó Mirrow Boy.

--Cla-Claro gracias, ¡pero él se llevó mi cartera!-- delató la mujer al ladrón, mientras señalaba al criminal. Enseguida, el héroe creó un portal que lo transportó justamente al frente del ladrón, quien al verlo se aterró.

--Me parece que eso que llevas en tus manos no te pertenece... Escucha, podemos hacer esto por las buenas y sin llamar la atención..-- el héroe no pudo terminar de hablar, al escuchar la voz del criminal.

--¡CÁLLATE Y MUÉRETE!-- dijo el ladrón, quien luego sacó un arma de fuego y empezó a dispararle al héroe. Acción que fue en vano, ya que las balas desaparecían sin dejar rastro gracias a pequeños portales que se encargaban de transportarlos a otras partes.

--Tú lo pediste... Luego no digas que no te lo advertí-- dijo el héroe, para luego darle una patada baja al delincuente, quien cayó al suelo; adolorido. Luego de eso, creó dos clones e hizo que estos sujetaran al ladrón para que no se escapara.

La acción del superhumano, fue aplaudida por todos los presentes quienes observaron lo sucedido con asombro y orgullo. Al cabo de unos minutos, la policía llegó y tomó en custodia al ladrón, gracias a que la víctima del robo llamó a las autoridades.

--Tenga señora-- dijo el superhéroe, mientras le daba la cartera a su dueña.

--Muchísimas gracias-- agradeció la dama, para luego tomar su billetera y sacar 100 metro dólares --Tenga, por su ayuda-- añadió la mujer.

--No gracias, solamente hago mi trabajo-- concluyó Mirrow Boy, para luego desaparecer junto con sus clones, sin dejar rastro.

Después de todo lo sucedido, Mark se cambió en el mismo lugar y luego se dirigió a la universidad, que como era de esperarse ya era la hora de la salida. Se ocultó detrás de un árbol e hizo un ademán para llamar a su clon, quien obedeció y le dió sus cosas.

--Bien hecho-- felicitó el superhumano, para finalmente chasquear sus dedos y hacer que el clon desapareciera. Ahora con una sonrisa, decidió irse hacia su casa cosa que hubiese realizado con éxito de no haber sido por el llamado de su amigo Taeyong.

--¡MARK LEE! ¡NO CREAS QUE SOY IDIOTA!- gritó el mayor; enfurecido.

--¿De qué estás hablando? ¡Y ya deja de gritar!-- susurró Mark; nervioso.

--¡Mark Lee! Tendré cara de estúpido pero no lo soy... Dame tu mano- ordenó el mayor, quien fue obedecido por el menor sin rechistar. El menor se sorprendió al sentir energía de su propio poder, serle devuelto a su cuerpo.

--¿¡Có-Cómo lo supistes!?-- preguntó el chico, entre susurros.

--Toque al clon pensando que eras tú y por accidente absorbí un poco de su energía... Escucha Makku, sabes que te amo pero no quiero que te pase nada malo. ¿Está bien?-- preguntó el mayor; expectante.

--Si mamá T-Yong..- respondió Mark, con una sonrisa.

Luego de aquello, el sonido de la bocina de un auto llamó la atención de ambos chicos, quienes fijaron sus vistas hacia el medio de transporte. El cual era una hermosa limusina perteneciente a la familia de Taeyong, ya que este último era rico.

--Te invito a tomar té en mí casa, y de paso me cuentas sobre tu nuevo amor platónico-- concluyó el mayor, causando que Mark se sonrojara.

--¡Ya cállate y vamos!-- gruñó Mark; apenado. Para luego empezar a caminar hacia la limusina.

--¡Aww! ¡Eres tan tierno Mark Lee~!-- dijo Taeyong, para luego empezar a dar saltitos detrás del menor. Pero de lo que ninguno de los dos se percató, era que dos extraños observaban el actuar del menor de ambos amigos, desde las sombras de los hermosos árboles.

SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌 Donde viven las historias. Descúbrelo ahora