SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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El monstruo relamió su ahora hocico, con sus incesantes ganas de sembrar muerte y desesperación. Así que sin vacilar por ningún instante estrelló a cada una de sus presas en contra de las paredes del lugar a excepción de Hendery, Yoonoh y Kun, mientras que el resto de estos jadeaban de dolor.

—Ta-Taeyong...— susurró Mark, sintiendo la presión que éste le ponía a sus enormes tentáculos.

— Jaeno... ¿Va-Vamos a morir?— cuestionó Jaemin, con el oxígeno empezando a escasear en sus pulmones.

—N-No mi amor... Te pro-prometí que saldríamos vi... ¡Vivos de todo esto!— replicó el antedicho; en el mismo estado.

Al oír aquellas palabras, Taeyong simplemente soltó sonoras risotadas siniestras que ocasionaron el temor de más de uno. A éste le parecía estúpido el amor, un sentimiento que según él debilitaba a los humanos y los hacía inútiles además de fácilmente manipulables.

—¡Sois tan estúpidos! Su comportamiento es tan risible pero a la vez me causa repulsión. Los destruiré a cada uno y borraré de vuestras cabezas aquel afecto insípido.

Luego de sus declaraciones, la bestia observó fijamente a Hendery, Yoonoh y Qian fijamente con el hambre voraz tan visible en sus ojos como fuego ardiente. Se sentía tan ansioso y excitado, sobre todo al saber que su padre era testigo de toda la situación. Aunque a pesar de las circunstancias, estaba profundamente agradecido con él; ¡podría devastar a la humanidad entera sin ningún problema!.

—Jaejoong— llamó el monstruo con su voz distorsionada y lúgubre al susodicho.

—¿¡Q-Qué quieres criatura infame!? ¿¡No estás cansado de provocar tantos males!?.

—¡CIERRA LA MALDITA BOCA Y ESCUCHA!— gritó el colosal monstruo, haciendo que el sitio temblara fuertemente y que el hombre más longevo de todos temblara a causa de la agresividad del que se suponía era su hijo —Quiero que abras bien los ojos... Ya he matado a varios de tus esbirros, pero aún deseo que contemples los frutos de tu esfuerzo—.

—¡Pa-Para!... Por favor, basta. Ellos no son culpables de nada, mi ambición es la que ocasionó todo este caos, así que dejalos en paz de una buena vez.

—¡Se lo suplico en nombre de mis compañeros! Escuche a su padre. Déjenos ir y le prometemos que estaremos a vuestra disposición— imploró Hendery entre lloriqueos.

—Déjame pensarlo... ¡NO!— sentenció la bestia con una sonrisa escalofriante, para luego rugir fuertemente y por consiguientemente empezar a golpear al pobre chico con sus inflexiones en contra de las paredes hasta destruir sus huesos, sus órganos internos y hacer que sangrara hasta que ya no pudiese hablar.

Finalmente lo tomó y lo engulló entero sin importarle como reaccionaría su víctima. No obstante, su carnicería no culminó allí.

—Qian ¿Qué deberia hacer contigo ahora?— interrogó el monstruo; expectante a una respuesta concreta que despejara su duda.

—¡NO ME HAGAS DAÑO! ¡RECUERDA QUE YO MATÉ YANGYANG TAL Y COMO USTED ME LO PIDIÓ!...

Sin embargo, Taeyong ni siquiera escuchó las justificaciones del contrario lanzandolo luego al suelo com agresividad; matándolo al instante y haciendo que empezara a desangrarse lentamente.

Las otras criaturas reaccionaron al instante y como típicos animales hambrientos desmembraron el cuerpo de Qian, hasta partirlo en trozos tal y como sucedió con Doyoung.

Taeyong tenía pensando algo divertido para Yoonoh y Mark, ya que sabía el hecho de que ambos eran hermanos adoptivos. También pese a ciertas particularidades ambos habían tomado caminos distintos, pero eso no quitaba el hecho de que había una estrecha conexión emocional que había desaparecido levemente a causa de la ira y la rabia, pero que no había dejado de existir por completo.