SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌

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Mientras tanto en Metrópolis...

Bajo la cruel tormenta, Haechan corría por las empapadas calles de la ciudad con el propósito de llegar al cementerio de la ciudad. Kim le estaba esperando allí, probablemente angustiado ya que él era el único con la capacidad de derrotar a Taeyong.

Su consciencia estaba mucho más tranquila desde que salió de la casa de su padre, y a pesar de que ambos habían discutido lograron dar un paso hacia la reconciliación y quizás la futura unión familiar. El problema principal ahora, era sobrevivir y sobrepasar las pruebas más escalofriantes y contundentes por las que había tenido que pasar a lo largo de su vida.

Jamás se vio a sí mismo luchando contra monstruos o villanos, ni tampoco ayudando a un superhéroe a hacer dichas acciones. Todo este tiempo había creído tener todo planeado, pero ahora la propia vida le había otorgado una valiosa lección que jamás olvidaría.

Lo único predecible en la vida, es que era realmente impredecible ya que no siempre lo que tienes planeado se hace realidad. Mediante las acciones que tomes, esta te llevaría por distintos caminos hasta que llegues donde debes llegar. Si cometes algún error en el pasado esta tendría sus consecuencias ya sea a corto o largo plazo, y si habías tenido el atrevimiento de herir a alguien la vida tarde o temprano, te devolverá el mismo golpe. A esto último se le llama karma.

En su camino, ni siquiera estaba realmente consciente de lo que sucedía a su alrededor. Estaba tan ocupado con sus propios pensamientos, que ignoró por completo la existencia de la realidad misma la cual muy favorable en aquella época.

Aún con su pelo o ropa mojadas, le era inevitable no pensar en su pareja. Mark Lee, Mirrow Boy o como sea que preferirían llamarlo tal vez no fuera el chico más guapo, fuerte o inteligente. Pero poseía algo mucho más valioso y estimable que no todos tenían: valentía y el amor por el prójimo.

Ambas cualidades lo habían llevado a su inminente éxito. Seguramente si llegara a faltar o a fallecer algún día, sería recordado como uno de los héroes más importantes y venerados de la historia de Metrópolis ( cosa que realmente no deseaba que sucediera por nada del mundo ).

A esta edad de su vida, Donghyuck se había dado cuenta del verdadero motivo por el que había nacido. Tal vez su madre estuviera orgullosa o quizás temerosa de que se hijo se enfrentara a algo cuyo poder destructivo era capaz de causar, estragos y sucesos caóticos en donde la existencia, de personas inocentes correrían el peligro de ser eliminadas de la faz de la tierra.

Se detuvo en seco y sonrió con un poco de melancolía al ver el cementerio. Jungwoo estaba en las afueras, cubriéndose de la tormenta con una enorme sombrilla en una mano y dos ramos de flores en la otra. Éste al verlo, inmediatamente reaccionó.

-¡Te tardaste muchísimo! Realmente me preocupé.

-Lo siento. Tuve que hacer algo muy importante... Siento que ya casi no hay tiempo para absolutamente nada; todo está de cabeza.

-Ni que lo digas. ¿Viste las noticias? Las personas están alteradas, temerosas y preocupadas respecto a su futuro. En éste momento, están gritando consignas en las afueras de la alcaldía-.

-Bueno, John se lo merece. De todas formas, ya sabemos que trabajó con Jackal para apoderarse de la ciudad.

-Esos son los frutos que han cosechado. Son simplemente los designios del destino, la vida y el tiempo.

-Ahora puedo comprender tus palabras con mucha más claridad- confesó el moreno, con una pequeña sonrisa.

-Me alegra de que hayas comprendido los motivos por los que tuve que ocultar todo ésto. Ahora entremos.