Mientras tanto en la casa de Taeyong...
Más líquido azabache había salido de su boca con prisa. Su estómago dolía y la presencia de las tormentosas náuseas eran inevitables.
Se sentía débil y muy cansado, además de que sus musculos le dolían como un maldito infierno. El ambiente se mantenía inmerso entre la oscuridad, pese al hecho de que era de día.
Las cortinas de lino cubrían levemente las ventanas y dentro de la morada los trozos de los antes jarrones se encontraban dispersos por el frío suelo.
Mientras tanto, el joven pelinegro se hallaba sobre la gran cama mientras jadeaba. Su pelo estaba desordenado, las sombras estaban empezando a susurrarle cosas y cada día era como una pesadilla para él.
El pobre Taeyong estaba allí con su cabeza baja, mientras que los restos de aquel espeso líquido sobresalían de su boca y cubrían la comisura de sus labios y mentón, sin mencionar que éste había provocado una gran mancha en su camisa holgada blanca.
Sus ojos habían perdido vitalidad, incluyendo su piel la cuál a simple vista revelaba el hecho de que el apuesto muchacho no había tomado el sol desde hace ya mucho tiempo. Chittaphon había salido temprano para ejercitarse y alimentar sus poderes, los cuáles cada día se hacían más débiles, cosa que el susodicho ya había notado.
Su mente le hablaba por las noches, o más bien le gritaba y amenazaba con poseerlo de por vida. Aquella voz tan tenebrosa y escalofriante, sólo provocaba que sus vellos se erizaran y que un corrientazo recorriera toda su columna velozmente.
--Pa-Papá...-- intentó llamar el único presente entre un hilo de voz, el cuál no pudo ni escucharse fuera de la habitación.
Por consiguientemente, el joven echó su cabeza hacía atrás mientras tragaba en seco. Su corazón palpitaba con fuerza y el sudor recorría su sien; aún tenía ése mal sabor en su boca.
Y de repente se llenó de miedo, sin saber el porqué realmente. Parecía que todo le daba vueltas, mientras aquella voz le volvía a llamar por su nombre:
--Taeyong, Taeyong, Taeyong-- lo llamaba aquella voz, entre sonoras risas que parecían burlarse de él. Repentinamente, una fría brisa de origen desconocido azotó contra el lugar, provocando que las cortinas se cerraran en su totalidad y que el miedo del único superhumano presente aumentara.
Y sus temores aumentaron cuándo vió con horror cómo las mismas sombras de su habitación, se hacían corpóreas y formaban la silueta de algo, o más bien de alguien.
Sin embargo, la gota que colmó al vaso fueron aquellos ojos escarlata brillantes los cuáles eran bastantes notables, entre todo aquel ser hecho de penumbras.
--¡N-No sé quién eres o qué cosa seas, pe-pero por favor no me mates!-- suplicó el susodicho, mientras intentaba retroceder en su cama de aquél ser espectral, el cuál se acercaba lentamente hacía él.
--No tengas miedo, no te haré daño. Ni siquiera gano algo con ello-- le respondió una frívola voz, la cuál ya era muy conocida para su persona. ¿Acaso no era la misma voz que le hablaba hace ya un tiempo en su mente?.
De repente, los ojos de Taeyong se abrieron como platillos al ver la apariencia de la antes extraña criatura, la cuál se había aparecido de la nada en su habitación:
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SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌
Fanfiction❬𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐘 𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍❭ "--Si algún día te necesito de nuevo... ¿Tú vendrás a rescatarme? ¿No es así?--". "--Hasta el fin de los tiempos. Y si fuera necesario daría mí vida por ti--". Mark Lee; superhéroe de la ciudad Metrópolis...
