La incertidumbre impregnada en el corazón del pelinegro causaba un gran sentimiento de omnipotencia y satisfacción en el monstruo, quien con gran ventura disfrutaba el hecho de estar de vuelta en aquella realidad, la cual anhelaba asolar y conquistar. Se percató también del gran cambio que había tenido Taeyong, desde la ultima vez que se apoderó de su delgado cuerpo.
Su gran poderío también había aumentado y llegado hasta puntos que ni siquiera los hombres con más coeficiente intelectual podrían comprender. Su deseo de provocar desconcierto y desolación solo se multiplicaban al saber de lo que ahora era capaz de realizar.
―Esto se siente malditamente bien...― susurró el joven peliblanco, recordando por un instante que tenía a Chittaphon apresado mientras que este imploraba en silencio por un poco de aire ―Discúlpame cariño, olvidé que estabas aquí conmigo― pidió la bestia con una sonrisa burlesca, para luego lanzar al pelinegro al suelo mientras que se ponía finalmente de pie.
―De... Desgraciado, debiste quedarte en el sitio... Inmundo del cual nunca debiste haber salido― atacó verbalmente el chico de nariz respingada en el piso, intentado recuperar el oxígeno que le hacia falta.
―Veo que te has convertido en un niño petulante que necesita disciplina. Descuida hermoso, resulta que yo soy muy bueno educando a los atrevidos que osan a faltarme el respeto― respondió el peliblanco, para luego chasquear sus dedos provocando que el pelinegro empezara a agonizar y jadear debido a un fuerte dolor que se posicionaba en su pecho y hacia que escupiera su propia sangre a través de su boca.
―Pa-Para... Por favor, te lo su-suplico― rogó Ten, casi entre inaudibles susurros.
―¿En serio ahora quieres que pare? Pues de esa forma me sentí yo en el pasado cuando rechazaste mi preciada oferta de unirte a mi y someter a este primitivo mundo lleno de perjuicios y corrupción... Uno en el que las personas desprecian a los más débiles, solo por ser diferentes al resto― exclamó el bárbaro con el rostro de Taeyong, complacido con la desgracia que causaba en el menor.
―S-Si te rechacé durante el Fatídico día fue porque jamás... A-Aceptaría algo viniendo de un psicópata como tú...― contestó Chittaphon en medio de su suplicio, provocando que la entidad enfureciera y se ensañara con su persona, provocando que su tormento aumentara ademas de quitarle lo poco que quedaba de su poder sombrío.
―Me encargaré de ti más tarde. Por ahora necesito añadir a nuevos individuos a mi lista de víctimas, la cual a su vez planeo se extienda hasta por millones― confesó el mayor parte de sus funestos planes.
―De-Definitivamente eres un desquiciado...― dijo Ten, mientras mas sangre salia de su boca.
Repentinamente, la puerta de la habitación en donde ambos se hallaban se abrió brutalmente permitiendo el acceso de un distraído Youngjae el cual, solo quería buscar su cartera para finalmente irse de ese lugar. Sin embargo, permaneció inmóvil al ver el estado de su amo además del cambio de apariencia del primogénito del dueño de la gran casa.
―Y-Yo...― dijo el recién llegado sin poder hablar, causando que el nuevo Taeyong sonriera macabramente al ver a su nueva presa. Lo que sucedería luego dejaría a Chittaphon con los pelos de punta. La puerta detrás del recién llegado se cerró sin que nadie la tocase, causando que Youngjae se atemorizara al ver a Taeyong acercarse hacia él, sin perder por ningún segundo aquella tétrica expresión mientras que creaba lentamente con sus manos una afilada espada de hielo.
―Se-Señor ¡¿Todo bien!?― cuestionó el chico, aferrándose a la puerta mientras tragaba en seco con sus nervios a flor de piel.
―¡IDIOTA CORRE!― gritó Chittaphon, pero para ese entonces ya sería demasiado tarde. Con un movimiento rápido, ágil e inesperado Taeyong penetró el cuerpo de Youngjae con el arma, causando que la sangre empezara a brotar rápidamente de su estómago y boca. Ten estaba horrorizado por lo que sus ojos contemplaban, pero sobre todo al darse cuenta de lo que ese ser era capaz de realizar todo para alimentar su placer.
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SᵾᵽɇɍħᵾmȺn ༈ 𝑴𝒂𝒓𝒌𝒉𝒚𝒖𝒄𝒌
Фанфикшн❬𝐓𝐄𝐑𝐌𝐈𝐍𝐀𝐃𝐀 𝐘 𝐄𝐍 𝐄𝐃𝐈𝐂𝐈𝐎́𝐍❭ "--Si algún día te necesito de nuevo... ¿Tú vendrás a rescatarme? ¿No es así?--". "--Hasta el fin de los tiempos. Y si fuera necesario daría mí vida por ti--". Mark Lee; superhéroe de la ciudad Metrópolis...
