Este capítulo es dedicado a RuthAguiar1 :3 gracias por todo tu apoyo ❤️ (si quieres dedicatoria solo déjame un comentario)
La puerta volvió a abrirse haciendo que la atención de todos se volviera hacia allá. Un hombre alto y con una gran barriga entró al salón interrumpiendo nuestro pequeño show. Mario comenzó a alejarse con calma, y sin ni siquiera despedirse de mí, hacía las filas del centro, donde tomó asiento justo en los pupitres del final. Daniel lo siguió con la expresión un tanto más nerviosa que la de su primo y se situó en un lugar frente a Mario. El maestro continuó su recorrido fingiendo que no había alcanzado a ver tal acto.
-Buenos días -saludó de mala gana, por su tono de voz casi parecía que le cobraban por parecer amable.
Una vez que llegó al escritorio dio una ojeada al salón entero, sin repararse ni un segundo en mi rostro nuevo. Tenía la mirada cansada y el trote avejentado, parecía un completo cascarrabias. Tomó su lugar mientras sacaba un cuaderno con las pastas desgastadas de su mochila para iniciar la cesión. No tardé mucho en sentir una cruda mirada sobre mi espalda. Me giré lentamente, pero enseguida me arrepentí y volví a mi sitio con un movimiento brusco. Era él quien me estaba observando, Daniel. Su expresión se encontraba completamente sería, casi hasta rayar en la línea de lo hostil. Clase tras clase, nunca dejó de mirarme. Me alegré tanto cuando sonó el timbrazo de receso. Recogí mis cosas como si me fueran a otorgar un premio por ser la primera en hacerlo. Salí del salón a toda prisa y sin mirar hacia atrás, antes de que Mario volviera a tomarme como víctima de su burbujeante personalidad. No pude evitar que se me formara un nudo en la garganta ¿Qué se supone que iba a hacer? ¿Andar dando vueltas por ahí sola y como una rechazada? No era tan amistosa como para acercarme a cualquiera de ellos. El exterior era un tanto caótico, y no traía dinero conmigo como para entrar a la cafetería. Sentía la cabeza sofocada y necesitaba un poco de espacio, lo único en lo que pude pensar fue en ir a encerrarme en los baños. La puerta de los tocadores también era pesada y de metal, pintada en el color mostaza tan característico del lugar. Empujé la entrada con esfuerzo, lo que generó un rechinido horrible. El interinos era como un largo pasillo, el cual estaba forrado en azulejos deslavados color crema. Por un costado se encontraban, en hilera y pegados a la pared, cinco lavamanos en porcelana blanca. Por el otro costado estaba el listado de cubículos con las tazas del baño dentro. Solo fue cuestión de que pasarán un par de segundos para que un olor a humedad y desechos me atacara la nariz. A pesar de todo, ese me pareció un buen lugar para pasar el rato sin infortunios, pues estaba totalmente abandonado. Anduve a paso lento y sintiéndome más segura entre la soledad. La suela de mis zapatos chapoteo de manera descuidada entre los pequeños charcos lodosos esparcidos aquí y allá sobre el piso, seguramente causados por una fuga ignorada en alguno de los retretes. Me situé frente a uno de los lavabos para admirar mi reflejo frente al espejo. No aprecié nada desagradable, solo me arreglé un poco el cabello. Al parecer la idea de encarar al tal Daniel había sido tirada a la basura, pues en cuanto estaba su presencia cerca me congelaba por completo, y al parecer, su caso era el mismo. Aún me preguntaba cómo afrontar la situación cuando realmente me dieron ganas de ir a hacer pis. Ingresé al último de los cubículos para hacer mis necesidades colocándole enseguida el seguro a la puerta con el pasador metálico de apariencia oxidada. Pocos minutos después, justo cuando terminaba de subirme los calzones, me pareció que la puerta principal se abría de manera lenta y algo exasperante, sonido repentino que me hizo quedarme quieta y alerta. Esperaba que la presencia de algunas alumnas se hiciera notar con voces o risas chillona y femeninas, pero en lugar de eso solo hubo silencio. Decidí quedarme aún dentro, con actitud expectante. Pero estuve segura de que había alguien más conmigo cuando empecé a escuchar esos pasos... más bien, ese arrastre de pies. Mi interior dio un vuelvo violento, llenándome la sangre de adrenalina.
«¡Es imposible! ¡Completamente imposible!» Pensaba llena de terror. Debía tratarse se otra persona, Ella no podía ser la única que caminaba de esa manera. Pero ese paso casi rítmico era muy difícil de olvidar... El evento enseguida evocó mis recuerdos y traumas más escalofriantes. Casi podía jurar que escuchaba a la oscura tía Olga caminar en mi dirección entre los baños escolares. Lo hacía lentamente, sabiendo a la perfección que eso aumentaría mi agobiante tortura. Por mi parte aún permanecía inmóvil y apretando la mandíbula sin darme cuenta, con los ojos más abiertos de lo normal y clavados sobre el plástico de la puerta.
Pegué un gran brinco cuando uno de los cubículos fue azotado con brusquedad. Tuve que llevarme las manos al rostro para cubrirme la boca y evitar un grito. Aunque no estuve muy segura de sí me ayudaría el intentar esconderme, pues estaba segura de que ella ya sabía dónde estaba, y sin lugar a dudas venía por mí. Supuse que hacía todo eso solo para torturarme, como que estaba logrando a la perfección. Mi mente no tardaría mucho en tronar y entrar en crisis.
El supuesto fantasma de Olga continuó repitiendo sus actos: Avanzar un poco arrastrado su caminar para llegar hasta la siguiente puerta y azotar la sin previo aviso, causándome un brusco delirio cada vez más fuerte. Se acercaba. Cuando supe que estaba en el cubículo de mi costado las lágrimas empezaron a caer por mis mejillas. Pude ver como su alta silueta iba entrando a escena, transparentándose gracias a que se encontraba a contra luz y al delgado material de la puerta. Se situó justo frente a mí, casi podía jurar que escuchaba su respiración. De manera instintiva recogí los pies lo más que pude, sintiendo que estaba a punto de entrar en paro cardíaco. En cualquier momento Olga intentaría abrir la puerta con un fuerte azote, justo como lo había hecho con las demás. Mis tías definitivamente no descansaban en paz, y me buscaban aún en su muerte para terminar su misión, matarme, acabando con Nahuael.
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Cuidado con las sombras [Ámbar] Libro #2 <TERMINADA. BORRADOR>
ParanormalDespués del caos y terror que ha pasado Ámbar, está dispuesta a iniciar una nueva vida. Pero ¿Podrá lograrlo? ¿O las sombras del pasado lograrán alcanzarla? 🧡LIBRO #2 *Terminada [El libro #1 *Terminado lo puedes encontrar en mi perfil]