Capítulo LIII

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Levanté la cabeza de golpe al escuchar que la puerta se abrió. Apreté el libro contra mi regazo mientras veía aparecer la figura de Alberto. El joven era medio cargado por dos hombres, quienes lo arrojaron al interior sin cuidado alguno ocasionando que su cuerpo se fuera de frente hasta el suelo. Aprecié el violento acto con los ojos bien abiertos, pero los sujetos se marcharon sin decir más bloqueando la salida tras si.
Alberto se levantó quejándose del dolor, fue cuando noté los grandes moretones que poseía su mejilla izquierda.

—¿Estás bien? —le pregunté.

Él se levantó exclamando quejidos y sin responder. Cuando lo vi caminar supe que lo habían golpeado en otra parte del cuarto, pero no iba a decírmelo.

—Olga y Jazmín nos trataban mejor —recordó de manera sarcástica.

No pude contener una risa ante su comentario.
Alberto se sentó a mi lado, demasiado cerca diría yo. Estaba a punto de cuestionarlo sobre lo ocurrido cuando él se me adelantó.

—Les dije cada punto de la ciudad donde podrían tener al chico. Localizarán su cuerpo y vendrán a avisarte enseguida para que les digas que más hacer —explicó—. Realmente espero que tengas un buen plan.

—Siempre tengo un plan —le respondí con una media sonrisa.

Asintió y luego nos quedamos en silencio. De pronto todo se volvió demasiado incómodo. ¿Qué se suponía que debía decirle? Era imposible entablar una conversación, debido a que todos los recuerdos que nos unían eran bizarros y escalofriantes. De reojo, aprecié cómo empezó a mover la cabeza con lentitud y movimientos cautelosos hasta terminar por recargarla en mi hombro.

—Espero que no me mates por esto —pidió refiriéndose a su acto.

No pude responder. Me quedé inmóvil y con la mandíbula apretada. La última vez que habíamos tenido contacto fue cuando me besó. Tener su aroma tan cerca me era nauseabundo y a la vez inquietante.

—Tengo frío —externó en un intento por hablar conmigo.

—Yo también, pero no creo que nos den un lugar mejor donde pasar la noche.

—Descansa, Ámbar —se despidió de mí.

Por un momento lo imaginé de frente y con los ojos cerrados mientras conciliaba el sueño. Por mi parte, no pude dormir en toda la noche. Pasé las horas sumergida en completa oscuridad.
Desperté a Alberto una vez que los primeros ratos del sol empezaron a salir. Mi compañero se levantó de mala gana y con esfuerzo. Sentí alivio al liberarme por fin de esa incómoda posición, pues me dolía la espalda y el trasero por estar recargada directamente contra el duro concreto.
Una vez parada en el centro de la habitación mi vista se posó sobre la ventana, debido a que algo inusual me llamó la atención.
Con el corazón acelerado aprecié lo que creía que era el cuadro. El pequeño recuadro estaba trazado en la fina pared, pero su contenido había cambiado, lo cual era imposible. Ahora se podía ver a través de él un cielo azul aclarándose y plagado de nubes esponjosa y blancas.
Con un nudo en la garganta entendí que era una ventana situada en lo alto.
La silueta oscura no era parte de una obra.
Alguien había estado mirándome mediante esa ventanilla.
Antes de que pudiera siquiera reaccionar alguien interrumpió mi estremecedora quietud. Ambos volteamos alarmado y a la par hacia el sonido. Se trataba de la madre de Daniel, quien entró de brazos cruzados.

—Fue una larga noche —suspiró—. Muchos de mis hombres, incluso los más fuertes, despertaron llorando por las pesadillas que tuvieron, ¿qué fue lo que hiciste, bruja?

—No entiendo a qué se refiere —le respondí fingiendo demencia.

Era obvio que me culpaba de tal suceso, pero yo no había sido la causante, de hecho, ni estaba enterada, debido a que Alberto y yo no tuvimos perturbación alguna. No pude evitar pensar que la sombra en la ventana había tenido algo que ver, no obstante, dudaba en mencionarlo.

—Hemos ubicado el cuerpo de mi hijo —sus palabras agitaron mi pecho con violencia hasta causarme un sonrojo por la emoción—. Y tienes razón, parece estar como dormido. Es hora de que vayas por Zuzú.

Cuidado con las sombras [Ámbar] Libro #2 <TERMINADA. BORRADOR>Donde viven las historias. Descúbrelo ahora