P.S. Nunca invitar a Gray otra vez. Su ropa es obscena.
_______ entró en la sala de estar, con su recién vestido extraterrestre a la zaga, detrás de ella. Su mirada fija escaló a través de su espalda, filtrando su calor justo por debajo de su piel. Ella se paró, girando rápidamente, lista para exigirle que apartara la vista, pero, en cambio, se congeló. Por el brillo de sus ojo, sabía que planeaba alguna travesura - como el quitarse pedazo a pedazo toda su ropa. Lejos de enfadarle, el pensamiento hizo que su corazón saltara por la anticipación. ¡El muy condenado! El hombre era demasiado sexy para su propio bien, y en este momento estaba a punto de romper su paz mental.
Ella necesitaba espacio y algún tipo de enema cerebral.
Retrocedió unos pasos.
Justin la siguió. Sus miradas se encontraron y el espacio entre ellos crujió con el conocimiento.
- Si me lo pidieras, ______ , podría masajear con mis manos tu cabello y liberarlo de su apretado confinamiento.
Incapaz de pararse, ella miró fijamente las manos en cuestión. Eran duras, fuertes, acostumbradas al trabajo. Las manos de un guerrero. Sí, ella pensó, en las circunstancias adecuadas serían, probablemente, capaces de masajear con una suavidad extrema e interminable ternura... y esa podría ser una de aquellas circunstancias.
Antes de que él pudiera sentir como se ablandaba, sin embargo, plantó sus manos sobre sus caderas y se esforzó en hablar con un tono impertinente.
- El día que te pida que toques mi pelo, ese día te cocinaré una comida de siete platos — lo que quería decir que nunca pasaría. No era su esclava, y además odiaba, odiaba cocinar.
Pero nunca era una palabra tan fuerte. Ella probablemente no cocinaría para él... No, eso tampoco funcionaba. Ella no podía cocinar para él. Maldito, maldito, maldito. Si sólo la tensión sexual entre ellos no generara bastante electricidad como para alumbrar el estado entero de Texas.
Justin inclinó la cabeza, con una ceja arqueada y expresión divertida, como si él, de algún modo, hubiera escuchado su deliberación interna. Las esquinas de su boca se elevaron en aquella sonrisa conocedora que ella comenzaba a despreciar.
- Solo ahora no me pedirás que te toque, ______l. Pero lo harás. Muchas veces.
Su ronco tono sugería que poseía un conocimiento sexual que iba más allá del Kama Sutra. Cuando la mayoría de los hombres hablaban, su voz era comparable a una Enciclopedia Británica o una Revista del Radar. Pero la sensualidad de Justin resonaba como una fuerza primitiva de la naturaleza, y él definitivamente inclinaba la balanza a su favor.
El quid del problema de ______era que ella no tenía mucha experiencia en relaciones con hombres tan impacientes y tan versados en el sexo. Tal rostro de descarada masculinidad nunca había estado presente en ninguno de los hombres con los que ella había salido. Más bien, su altura intimidante y su reservada actitud se habían encargado de que la mayor parte de los avances se hubieran quedado en el intento.
Sobre todo, simplemente no poseía la belleza dulce y angelical que inspiraba fervor. Lo sabía. Todos los demás lo sabían, pero eso no parecía molestar a Justin. Y tal vez ese era el motivo por el que él la afectaba tanto. El por qué a cada momento que pasaba con él sus convicciones se debilitaban un poco más. Era el primer hombre que alguna vez la había mirado como si fuera un bocado suculento para ser devorado en sabrosos mordiscos.
¿Y si no era capaz de volver a encontrar este tipo de química otra vez? ¿Y si nunca encontraba a un hombre que le hiciera sentirse una mujer, una mujer con necesidades y deseos? Si ella no agarraba a Justin mientras tenía la oportunidad......
¡Espera! Buen Dios, ¿en qué estaba pensando? Él todavía no la había tocado y ella ya estaba a punto de pedirle que la abrazara. Tenía que sofocar este fuego en ciernes que había entre ellos, antes de que las llamas se extendieran y se hiciera imparable.
Hora de empezar "Orientación de Como Pasar la Noche con ______ ".
______ hizo señas para que él se sentara en el sofá. Justin negó con la cabeza.
¿Por qué me sorprendo?
- Por favor, siéntate.
Él lo hizo, sonriendo ampliamente todo el rato.
- Ahora — ella comenzó. — Creo que ya he mencionado lo de las reglas, pero me parece que debo mencionarlo otra vez. Excepto cuando te bañes, debes permanecer vestido, tanto dentro como fuera de esta casa. De otra manera te detendrán y te llevarán a la cárcel por exhibicionismo. — Y una magnífica revelación para el oficial que lo arrestará si éste fuera femenino.
- Después de que rompieras el hechizo, no fui arrestado mientras estuve de pie, desnudo, en el jardín — indicó él. — Y creo que ya sabes que el baño no es el único momento en que la ropa es un estorbo. ¿Qué me dices de esos largos combates de "aporreamiento"?
- Como tú no serás aporreado en esta casa, no tengo la necesidad de responder a esa pregunta.
Él cruzó los brazos y le dirigió una mirada divertida.
- Tus negaciones se vuelven pesadas.
Su tono tan seguro de sí mismo la molestó, después ella colocó sus manos sobre sus caderas y lo miró
airadamente.
- ¿Alguna vez consideraste el hecho de que yo podría tener novio? ¿Alguien de la que estuviera enamorada y
estuviera comprometida?
Un minuto dio paso al siguiente, y aún así él no contestó. Ella sabía que había oído cada palabra que dicha,
aunque solo fuera porque había gritado más fuerte que de lo que ladraba el perro del vecino.
- ¿Y bien? Di algo.
Algo oscuro, intenso y desesperado brilló en sus ojos, pero fue rápidamente enmascarado por la indiferencia. Sin
embargo, su voz no era nada indiferente cuando dijo:
- Si tienes un hombre, no deberías haberme tocado como lo hiciste. No deberías haberme besado.
_______ desvió la mirada con aire culpable y notó que la luz del contestador automático destellaba.
- ¿Es así? ¿Tienes un hombre?
Luego su tono se volvió amable cuando le preguntó:
- Este buñuelo está delicioso, ¿Quiere un mordisco?
Con movimientos lentos, ella se apartó un mechón de pelo detrás de la oreja. Por alguna razón, ella simplemente
decidió no mentirle sobre eso.
- No, no tengo novio — su tono se endureció cuando le dijo — y te has comido mi buñuelo, sucio bastardo.
- Entonces yo no veo ningún problema. — Esta vez él habló con una voz pesada, ronca que cualquier tejano
autentico habría estado orgulloso de tener. — Tú me deseas, Yo te deseo. Podemos darnos placer el uno al
otro...y quizás incluso amarnos.
¿Amor? Ella inspiró aire.
- Apenas me conoces — hizo una pausa cuando se lo ocurrió una idea— oh Dios mío, eres uno de esos perdedores
que le dicen a una mujer que la aman simplemente para llevársela a la cama.
- No he dicho nada de quererte, ______. — Sus rasgos se tensaron, revelando cuánto lo había ofendido. — A
veces el honor es todo lo que un hombre tiene, y yo nunca me deshonraría mintiendo acerca de mis emociones.
Simplemente deseé informarte que no me importaría si tú me ofrecieras tu corazón.
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Estatua ~Justin Bieber y tú~ [TERMINADA] By: Javiera
FanfictionCréditos a la creadora Javiera Nicole Mardones Muchas gracias por tu maravillosa historia ------- UN AVISO MUY IMPORTANTE las novelas que yo tengo en Wattpad NO SON MÍAS, las e publicado aquí porque las e encontrado muy buenas y quería que disfruta...