Capítulo 56.

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En vez de dirigirse hacia la puerta, se acercó en una zancada a ______ y le plantó un beso feroz en los labios. Sólo cuando la dejó sin aliento, ardiendo de deseo, se alejó.
Sola en la casa, ______ cubrió los rodapiés de las paredes del dormitorio principal con un plástico limpio, preparándolas para pintarlas.
Parecía tan normal en ese momento, como un hombre de su planeta. Como su hombre. El corazón le latió con fuerza y comprendió, con la velocidad de un relámpago y la intensidad de un trueno, que quería que él fuera su hombre. Para siempre Oh. Dios. Mío.
¿Qué había hecho? ¿Qué diablos había hecho?
_______ luchó contra una creciente oleada de pánico. No he hecho nada, se aseguró. Todo estará bien. Sólo se preocupaba por Justin, le deseaba, pero no se había enamorado de él. Así que aún no la abandonaría, tenía que quedarse mucho más tiempo. Sus hombros se relajaron al instante. De acuerdo, todo va bien. No hizo caso a la punzada de culpa que la asaltó ante esos pensamientos.
- Justin... —comenzó.
Él debió de notar el temblor en la voz, porque puso los ramos en el suelo sin dejar de mirarla. - ¿Qué ha provocado esa mirada de terror en tus ojos?
- Yo sólo. Yo no...
Arqueando una ceja se cruzó de brazos, luciendo esa vena obstinada que tanto la había irritado la primera vez que le vio, pero que ahora la llenaba de tranquilidad
- ¿Qué intentas decirme? — después se acercó a ella, deslizándole el dedo por la mejilla. El toque era suave, protector —. Independientemente de lo que sea, te ayudaré. Ella se agarró a sus hombros, clavándole las uñas profundamente.
- Solamente bésame. Bésame y hazme olvidar.
Sin una palabra, él bajó los labios hacia los suyos.Ryan fulminó con la mirada a la pareja que se abrazaba, tanto enfurecido como alegre. Alegre porque Justin no deseaba a Heather. Enfurecido porque Justin no sufriría, ahora que Ryan había reclamado para sí mismo a la dulce seductora.Por el momento se concentró en su alegría, una emoción completamente extraña para él. Una emoción que atribuía a Heather. Desde ese amanecer, no había dejado de pensar en ella. Pensaba...¿podría ser ella la mujer de la que hablaba su madre? ¿La mujer que le miraría a través de las cicatrices, y vería el hombre que realmente era?
Ayer por la noche no parecía estar muy impresionada por su belleza. No, sólo había ansiado su calor, su presencia.Dos cosas que podría ofrecerle tanto si era feo, como increíblemente hermoso. Ryan alzó la mirada hacia el blanco techo. ¿Poseería el coraje necesario para intentar ganarse el corazón de esa mujer mortal? ¿Incluso aunque ya no fuera necesaria para castigar a Justin? La respuesta vino con rapidez y sin vacilaciones.Sí. La deseaba más de lo que deseaba que su pierna se enderezara.
Había pasado sólo una noche con ella, y ya había removido sentimientos en su interior que jamás pensó que experimentaría. Felicidad, sí, pero también satisfacción. Realmente era irónico que se sintiera tan profundamente atraído por una mortal cuando siempre había odiado a su madre por hacer lo mismo.Parado allí de pie, Ryan comenzó a hacer planes mentalmente. Iría a Heather esta noche. La tomaría entre sus brazos y le haría el amor, muchas veces. Le mostraría su verdadero yo, y ella...
Ignoraba lo que haría, y en ese instante, comprendió que en realidad no importaba, no podía importar. Nunca disfrutaría de una felicidad duradera con Heather, mientras Justin estuviera vivo en alguna parte
Ryan centró los pensamientos en su hermano. Era hora de acabar con esa guerra entre ambos. Pero, ¿cómo? No deseaba a _______, no podía obligarse a intentar ganarse su atención. Y si no lo hacía, no lograría que Justin se convirtiera en piedra otra vez. ¿Qué otra cosa lo haría sufrir? Quizás..
Oh, sí, pensó, entrecerrando los ojos. Quizás el dolor que buscaba para su hermano no era la celosa rabia que lo consumía a él constantemente. Quizás lo que debería hacer, lo que haría, era dañar físicamente a la mujer que, tan claramente, reclamaba el cariño de Justin.
Los labios de Ryan se torcieron en una sonrisa cruel.Su intensa mirada exploró la habitación. No había nadie salvo él y ______. Tampoco había muebles donde alguien pudiera esconderse. Sólo latas de pintura y cepillos dispersados sobre algún tipo de material transparente que cubría el suelo.
_______ le agarró el brazo.
- ¿Justin? Dime algo.
- Hay... — sus palabras se fueron apagando, al igual que la magia se evaporaba tan rápidamente como había aparecido. Maldita sea, ¿qué ocurría? Le estaban espiando, o se trataba del encantamiento de piedra que le reclamaba antes de tiempo?
Se congeló y casi se cayó al suelo por la fuerza del pánico. No había considerado la posibilidad de perder la libertad antes de que los dos ciclos hubieran pasado. La desesperación se retorció en el interior del vientre, y un sudor frío le perló la frente. Taladrando a ______ con una intensa mirada, preguntó:
- ¿Me amas? — las palabras explotaron en su boca.
Ella sacudió la cabeza, con los ojos llenos de dolor y pesar.
- No, aún no. Lo siento.
Más pánico. Más desesperación. Tenía que haber algún modo de ganarse su amor.
- Tu hermano mencionó una reunión familiar el sábado.
Ella cabeceó, extrañada por el cambio de tema tan brusco.
- Eso es mañana.
- Me gustaría ir.
¿Qué mejor modo de conquistarla que ganándose la aprobación de su familia? Sí, esa era la respuesta que
necesitaba. Despacio, sus músculos se relajaron.

*Los ojos de ______ se abrieron mucho, y su mandíbula se desencajó.
- ¿Quieres conocer a mi padre?
- Sí.
- ¿Éstas seguro de que quieres conocer a mi padre? — Preguntó otra vez, con la esperanza aún brillando en las
profundidades de sus ojos dorados —. Es mandón y arrogante, y casi siempre está de mal humor.
- Aún así, me gustaría conocerle.
- Lo pensaré — contestó, pero sonreía con la sonrisa más brillante que alguna vez la había visto.
Aquella sonrisa terminó por ser su perdición. La abrazó y no la dejó marchar hasta que ambos jadeaban por el
deseo.
______ no lo tuvo que pensar mucho. La respuesta era ¡Sí, sí, sí! Ella nunca le había presentado a ningún
hombre a su padre antes, pero por alguna razón, quería que ellos se conocieran y se llevaran bien.

En ese mismo momento, ella y su extraterrestre estaban en su camioneta, conduciendo por la carretera. Justin no
tenía ni idea de en lo que se metía, por supuesto, pero ella ya había intentado avisarle. Su determinación de
pasar el día con su familia era alarmante por su intensidad, y eso era lo que más le preocupaba.

- ¿Habrá trágalo en esta reunión familiar? — preguntó él, tirando de su cinturón de seguridad, todavía
incómodo por su agarre.

Estatua ~Justin Bieber y tú~ [TERMINADA]  By: JavieraDonde viven las historias. Descúbrelo ahora