La mirada de Nick se volvió afilada.
- ¿Regresas a Anguilla?
- Sí. — No corrigió la pronunciación de Nick de su mundo, ya que no quería avergonzar a ______ de su error.
- ¿Pronto? — Insistió Nick.
- Eso espero.
- Ya veo. — Por alguna razón, pareció triste, hasta enfadado, ante aquellas palabras. — Bueno, la invitación sigue en pie durante toda la noche, por si cambias de idea. ______ tiene mi número. Llámame si quieres divertirte un poco.
¿Llamarle? ¿Cómo? ¿Gritando? Asintió.
- Bien, mi trabajo aquí está hecho. — Nick saltó del mostrador de _____ y la besó en la mejilla. — No olvides el almuerzo familiar del sábado...y trae a tu cita. A papá le gustará. — Con esto, guiñó un ojo sobre su hombro y desapareció por la puerta.
- ¡Oh! ¡Espera! —_____ lo llamó. — Quédate aquí — le dijo a Justin, luego, rápidamente, añadió — por favor. Quiero hablar a solas con mi hermano un momento. — Sin esperar respuesta, corrió hacia fuera.
- Nick — gritó, con el sol golpeándole de frente.
Su hermano miró hacia atrás. Ya estaba de pie delante del sedán azul oscuro, sosteniendo las llaves del coche y con un par de gafas de sol puestas. Con el pelo rubio y la piel bronceada, parecía una versión moderna del dios del sol. Usando la mano para protegerse, salió de la entrada. Una caliente brisa sopló, besándole la piel.
- Tengo que hacerte una pregunta — le dijo.
- Oh, oh. Esto parece serio. Sabes que puedes preguntarme cualquier cosa,_____.
Tragó aire. No puedo creer que vaya a hacer esto. Pero tenía muy poca experiencia, y su hermano era un experto. O de eso presumía a menudo. Sólo quería tener toda la información necesaria a su disposición en caso de "cuando", por fin, se acostara con Justin. Después del explosivo encuentro en el cuarto de baño, sabía que era cuestión de cuando y donde, y quería que la experiencia fuera tan agradable para él como sabía lo fuera para ella.
- ¿Qué? Continúa — Preguntó, más serio ahora. — Parece que estas a punto de vomitar.
- Prométeme que no le contarás a nadie lo que estoy a punto de preguntarte.
- Prometido.
Los pasos vacilaron.
- No importa — Luchó contra el deseo de gritar y volver corriendo a la seguridad de la casa. Simplemente suéltalo, se auto-ordenó —¿Qué crees que es más sexy? ¿Una mujer que no lleva nada en absoluto o una mujer que lleva satén y lacitos? ¿O, tal vez, cuero negro?.
Su mandíbula casi llegó hasta el suelo.
- No contestaré a eso.
- No seas crío. — Había juntado el coraje para preguntarle, así que el maldito ya podía estar contestándole. — Iba a preguntarte con qué gozaba más un hombre, si estimulándolo con la mano o con la boca, pero me conformaré con que me respondas la primera pregunta.
Frunciendo el ceño, aparentaba estar perdido, frotándose los ojos y luego pellizcándose el puente de la nariz.
- No puedo creer que tengamos esta conversación.
Tampoco yo.
- Qué le gustará a Justin...Ya sabes... Cuando nosotros...Ya me entiendes. — ¿Cuándo se había vuelto tan indecisa?
La cabeza de Nick cayó hacia atrás, y miró fijamente al cielo. Después dijo:
- Nada. Siempre nada. Y ésa es la única pregunta que contestaré. ¿Entendido?
- ¡Te quiero! — Se lanzó y envolvió los brazos alrededor de él, lo abrazó con todas sus fuerzas; se retiró y le dedicó una amplia sonrisa. — Ahora piérdete. Tengo trabajo que hacer.
La cogió por los hombros y la sacudió suavemente, mirándola con una intensidad y gravedad que nunca había visto en sus ojos.
- Lo mejor es que te protejas, ¿Me oyes? Y no te dejes llevar por las emociones. Utiliza condones. No uno, ni dos, los que hagan falta. Y si te pone cualquier mierda de excusa sobre no necesitarlos, no lo escuches.
- Soy una chica grande, Nick. Ten un poco de fe en mí. — Pero no había pensado, ni por un segundo, en tomar precauciones o en usar condones mientras estaba con Justin en el suelo del cuarto de baño. — La próxima vez seré más cuidadosa. — Le prometió.
- ¡La próxima vez! — Los ojos se cerraron con fuerza y luego los volvió a abrir. — Dios me ayude. No quiero volver a tener esta conversación nunca más. — Murmurando por lo bajo, abrió la puerta del choche y se dejó caer dentro con un golpe. — Eres sólo una niña, por el amor de Cristo, y estás hablando de tener sexo.
Puso los ojos en blanco, pero él no lo vio porque ya huía lejos, dejando volar a su paso, grava y humo del caño de escape. Se recogió los mechones del pelo mientras caminaba de regreso a la cocina y se encontró a Justin, de pie, exactamente donde lo había dejado.
- Voy a preparar algo para almorzar — dijo, antes que pudiera decir una palabra. No quería hablar del beso. No quería hablar del encuentro con Nick. Sólo quería pensar, hacer planes. Todo tenía que ser perfecto cuando finalmente hicieran el amor. —¿Tienes hambre, verdad?
- Siempre tengo hambre.
Pese a que no fueron pronunciadas, las palabras – de ti – flotaron en el aire.
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Ryan de Locke había registrado dos galaxias completas hasta ahora. ¿Estaría Justin todavía congelado dentro de
la piedra? Se preguntó, ¿O era ya su hermano un hombre libre? El no saberlo le causaba tal frustración que
sentía una especie de afiladas garras clavadas en su interior, pero también sintió el primer y conmovedor rayo
de esperanza. Pese a que había sido incapaz de localizarlo por el momento, estaba lo bastante cerca como para
sentir la esencia de Justin.
Sí, estaba acercándose.
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Después de que Justin cenara una cantidad de pollo frito y puré que deberían de ser humanamente imposible, y que
______ comiera una cantidad normal, trabajaron durante otras seis horas en el Victorian. Cuando, por fin, decidió
que ya habían logrado avanzar lo suficiente por ese día, los músculos quemaban por el cansancio. Mientras
conducía hacia su casa, el estómago comenzó a revolverse por la anticipación y los nervios. Durante toda la
tarde, había pensado en hacer el amor con Justin.
Refrescada gracias al aire acondicionado de su camioneta, ______ mantuvo la atención entre el camino de entrada a
su casa y el hombre que estaba a su lado. El cuerpo estaba más que preparado para el contacto, exigiéndole una
total y completa satisfacción. Si hiciera caso del consejo de su hermano, debería dejar caer la ropa en este
mismo momento y entrar dentro a la casa. Quizás entonces Justin reaccionaria. La cogería en brazos, cerraría de
un golpe la puerta con el pie y luego la besaría apasionadamente.
ya habían hecho antes, pero una vez que entraron, ______ perdió los nervios y no le dio la posibilidad de
abrazarla. Cogió las llaves en la mano y retrocedió lentamente hacia la puerta.
- Tengo un asunto que atender.
Él giró y la enfrentó, frunciendo el ceño. ¿Estaba decepcionado?
- ¿Qué tipo de asunto?
- Estarás bien cuando me vaya — dijo, ignorando la pregunta. — No salgas de casa. Podrías perderte.
El ceño se hizo más profundo, y abrió la boca para hablar.
Rápida como el rayo, ya estaba en la entrada, cerrando de un golpe la puerta. Más rápido aún, metió la llave
dentro de la dorada cerradura, y con una eficaz torcedura de muñeca, la giró. Luego, esperó. La caliente brisa
del atardecer penetró a través del delgado top con el que se había cambiado y miró a lo alto, a la arqueada
puerta, rezando para que Justin no la siguiera. Pasó un minuto, luego dos. La madera de cerezo permaneció
cerrada. Aliviada, saltó del porche y miró hacia atrás. La casa estaba iluminada por la tenue luz del
crepúsculo, con el blanco estucado, las vidrieras de colores y el almenado tejado, creando una bonita y llamativa vista.
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Estatua ~Justin Bieber y tú~ [TERMINADA] By: Javiera
FanfictionCréditos a la creadora Javiera Nicole Mardones Muchas gracias por tu maravillosa historia ------- UN AVISO MUY IMPORTANTE las novelas que yo tengo en Wattpad NO SON MÍAS, las e publicado aquí porque las e encontrado muy buenas y quería que disfruta...