Capítulo 2

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“Yo puedo ayudarte”

Jimin condujo sin decir alguna palabra en todo el camino, Jungkook también iba en completo silencio mientras veía la ventana, pensaba que solo era un vaso de leche, tal vez algo de comer, lo normal, de todas formas eran amigos y no era la primera vez que pasarían juntos luego de lo sucedido porque eso eran, amigos.

— Eh Jimin...

—¿Si?

—¿No vas a responderme por qué tienes una fotografía mía de fondo de bloqueo?

—Te dije que porque me gustó, es todo.

—Eso es extraño aunque tú lo hagas parecer tierno.

—Sé que parece extraño pero realmente te ves bien con tu cabello largo.

—¿En serio?

Jimin se detuvo frente al semáforo en rojo mientras unos señores pasaban la carretera.

—Si —Volteó a verlo— te ves muy bien, ¿Por qué el asombro? ¿Acaso alguien dijo lo contrario?

—B-Bueno... —Bajó el rostro mientras jugaba con sus dedos— a Yoongi no le gusta, me ha pedido un par de veces que lo corte.

—¿Por qué?

—Dice que un abogado debe ser presentable y no parecer adolescente que quiere llamar la atención.

—Eso es cruel.

—Supongo —Se encogió de hombros al mismo tiempo que Jimin aceleraba.

Jimin condujo hasta una residencial que sorprendió a Jungkook ya que pensaba que este vivía en un apartamento de algún edificio para gente exclusiva.

—Creí que vivías en un apartamento, dijiste en el grupo que era muy grande y perfecto para alguien como tú.

—Ese apartamento es aburrido, esta casa te gustará más.

—¿Tienes dos hogares? ¿Por qué?

—Porque me gusta, ¿Recuerdas la cabaña que alquilaba?

—¿Cómo olvidarla? —rió un poco sin darle muchas vueltas al asunto.

—Bueno, siempre me ha gustado tener otro sitio.

—Pero ¿Acaso no es mejor vivir en una casa?

—No en mi caso, mi apartamento es mejor, aquí hay muchas otras viviendas y eso no va conmigo, esta casa la compré pensando en hacer parrilladas o invitando a alguna cita, ya sabes.

—Pero el apartamento es mejor para una cita, hay más privacidad.

—Tal vez, pero solo quiero sorprender.

Jungkook sonrió al ver a Jimin sonreír, este dio vueltas en esa residencial para llegar a esa magnífica casa. El castañito al bajarse seguía sorprendido, el jardín era de ensueño sobre todo la parte de atrás que era lo que Jimin le contaba, tenía su propia piscina, una parrilla, una mesa de billar y sillas para tomar el sol.

—¿En verdad? ¿Qué más tienes?

—¿Por qué no lo averiguas por ti mismo? —Jimin giró la llave para abrir la puerta a lo que Jungkook entró con mucha confianza viendo el lugar por completo.

Jimin iba en silencio, solo mostrando su hermosa y perfecta sonrisa apreciando al menor muy curioso por verlo todo.

—¡Salón de videojuegos! Wow, definitivamente nunca me sacarás de este lugar —sonreía a lo que Jimin rió ante aquellas palabras— es hermoso Jimin, lo tenías muy bien escondido, deberíamos hacer una fiesta e invitar a todos los chicos.

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