Bella
Shawn me desata de las sillas, al terminar de deshacer los nudos un gran alivio aparece en las muñecas pero a la vez un gran ardor, mis muñecas se encontraban rojas y marcadas por las estúpidas cuerdas. Mi hermano me carga como un bebe, miro a Cam pero no me atrevo a mirarlo lo suficiente y escondo mi rostro en el pecho de mi hermano.
-Llévatela- ordena Cameron, veo que Shawn asiente y salimos de ese horrible lugar. La cara me arde por el roce con la camiseta de Shawn, veo que tengo varios cortes, todo es borroso. Se que una chica me amenazo, luego un chico llamado Jaeden o algo así trajo un cuchillo, me preguntaron cosas sobre mi familia y Cameron, tortura, otra pregunta, tortura. No pensaba responder ninguna de ellas, no iba a poner a las dos personas que más amo en peligro.
-Tranquila, vas a estar bien- la voz de Shawn interrumpe mis pensamientos.
-¿A dónde me llevas?- pregunto, con las voz débil y sintiéndome como si me hubieran pasado mil caballos por encima.
-A mi casa- eso es bueno pero ahi seguro estará Manuel y no quiero que me hagan mil preguntas.
-Pero y papá- dije papá, la cara de sorpresa de Shawn al escuchar eso es histórica hasta yo me sorprendí de mi misma.
-Eh... el... se fue de viaje por unos días- tartamudea, algo me dice que me esta mintiendo pero con lo mal que me siento decido no preguntar.
El me acuesta sobre el asiento de atrás y el se sube del lado del conductor. El ruido del motor me sobresalta y el larga una pequeña risa. Shawn enciende la radio y pone un poco de música no tan alta para por lo menos que el camino no sea tan silencioso. Al cabo de un rato que a mi se me hizo eterno el auto para y Shawn se baja del auto, abre la puerta de mi lado y me carga de nuevo. Pone el seguro del automóvil y nos dirigimos a la entrada de la puerta, el abre la puerta y cuando entro el silencio y la oscuridad son gigantescos.
Shawn prende una luz y se sienta junto a mi, seguro que quiere hablar de lo que me paso, ahora no se si yo quiero hablar sobre eso pero creo que tendré que hacerlo.
-Traeré un botiquín de emergencias- lo pierdo de vista cuando entra por una puerta y enciende la luz, se escuchan unos ruidos y sale de la puerta con el botiquín. -Aquí esta- lo levanta como victorioso, haciéndome reír un poco.
-Espero que no arda- odio cuando me curan, cuando era pequeña mi mamá me corría por toda la casa para curarme un simple raspón, ahora supongo que soy un poco más valiente... o no.
-Es agua oxigenada, esto para el sangrado nada más. Te juro que no arde- lo miro y veo que tiene unas manchas de sangre en su camiseta, deben ser mías. El saca un algodón y un poco de esa agua oxigenada, hecha un poco en el algodón y me cura suavemente.
-AY duele, duele- me quejo, es como la quinta vez que me quejo claramente no gane valentía a lo largo de los años.
-No seas dramática- se ríe. Lo fulmino con la mirada pero luego me empiezo a reír, wow esa bipolaridad Bella. Luego, de diez minutos más me termina de curar, me coloca unas gasas con cinta en las heridas, así no se infecta. El termina y nos quedamos en un silencio, cada tanto me mira preocupado pero yo estoy metida en mis pensamiento haciéndome miles de preguntas.
-Si quieres preguntarme, hazlo- el rompe el silencio, tengo muchas cosas que preguntar pero hay una que es la más importante de todas...
-¿Dónde esta Cameron?- desde que me fui de ahi no lo vi más, y estoy preocupada. Mira si lo mataron, o secuestraron o en este momento lo están torturando, lo peor que podría pensar se me pasaba por la cabeza como posibilidades.
-Esta viniendo aquí- suelto un gran suspiro, en ese momento todos las imágenes de el siendo torturado se borraron instantáneamente. El esta bien y eso es un gran alivio.
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Solamente Esperemos...
Teen FictionBella tiene una vida tranquila y normal hasta que llega un chico que pone su vida patas arriba...pero no es el típico cliché. Él va hacer que Bella descubra todos sus secretos familiares y lo que se esconde detrás de esa perfecta vida que su madre...