El vuelo se retrasó más de lo que Ben esperaba, estaba seguro que el señor Katsaros pensaría que era un impuntual, no le daba tiempo de descansar antes de dejar el hotel e ir al restaurante en el que habían quedado, Ben estaba ansiosos de conocer Andreas, pero después de horas de vuelo le llegó un mensaje en el que el padre del muchacho le decía que este no podría acompañarlos en la cena, una lástima dijo.
Ben se sentía muy decepcionado, pero no quería insistir, el hombre como bien dijo tenía que conocer que tipo de persona era el director y cuáles eran sus credenciales y ofertas antes de dejar que hablara con su hijo y tratara de convencerlo de ir a su universidad, después de todo Andreas era aún un niño.
Cuando llegó al restaurante y el señor Katsaros ya lo estaba esperando, se veía un poco inquieto, tal vez ya estaba molesto por esperar, aun asi Benjamin se detuvo a admirarlo, era un hombre muy atractivo, de mandíbula fuerte, ojos y cabello oscuros, pero no se parecía en nada a su hijo.
- Buenas noches ¿es usted el señor Katsaros?
- Doctor Katsaros y usted es el director Reeve.
El hombre, aunque había dicho las palabras como un hecho, y corrigiendo a Ben, no parecía prepotente, solo muy seguro de sí mismo.
Ben comenzó a explicarle de sus programas en la universidad, de los beneficios de escogerlos por sobre otras universidades, los departamentos de investigación, laboratorios y credenciales, se sentía como un vendedor de bienes raíces.
Le hablaba al Doctor Katsaros de la educación como una inversión futura y que mejor forma de invertir que haciéndolo en un instituto que se preocupara por su hijo no solo en el ámbito académico, también en impulsarlo y cuidarlo a su corta edad.
Después de su explicación venia lo más difícil, las preguntas del padre de Andreas.
- Director Reeve, sinceramente, dígame por qué cree que Andreas debería estudiar en su universidad, ¿qué tiene usted para ofrecer?
- En primer lugar, antecedentes, tenemos un grupo de jóvenes con talento como su hijo y sinceramente un interés personal.
Ben esperaba que él hombre no leyera en su rostro el tipo de interés que tenia obre su hijo, aunque en un principio la belleza de Andreas fue lo que lo cautivo, cuando leyó sus investigaciones, se dio cuenta que era un chico admirable "extraordinario" esa fue la palabra y por ello fue que nombro asi su proyecto, por el extraordinario desempeño de Andreas.
- La verdad usted fue el primero que aceptó a mi hijo, después muchas otras universidades nos contactaron, pero ninguna de la manera en que usted lo hizo.
Ben se había convertido prácticamente en un acosador, pues estaba seguro que muchas más universidades estarían interesadas en tener al joven entre sus egresados.
- Mi interés es genuino, su hijo es sorprendente, las investigaciones sobre la esclerosis son increíbles, mi abuelo murió hace un año de esta enfermedad y la pasión que su hijo pone en esto me da y les da a las personas que estan pasando por esto esperanzas.
Lo que en un principio al padre de Andreas también le había dado esperanza ahora se estaba volviendo un calvario, de ver a su hijo como un sanador ahora lo veía como un intento de doctor Frankenstein de lo obsesionado que se había vuelto en estos estudios.
- Sinceramente es por eso que quiero que se valla, Andreas esta obsesionado con sus investigaciones, me gustaría que se aleje de aquí.
No era lo que Ben esperaba oír, pero de forma egoísta algo revoloteo en su pecho con la idea de haber ganado ya, sin embargo, quería saber por qué un padre intentaba alejara a su hijo de su lado.
- ¿Podría saber por qué?
El doctor Katsaros desvió la mirada un momento y Ben pudo ver el cansancio y la soledad antes de que el hombre recobrara la compostura
- Es su madre, está muriendo y Andreas está obsesionado en curarla, es imposible pero el sigue aferrado.
Escuchar eso despertó en ben el instinto de protección hacia el chico, un niño con la responsabilidad de salvar la vida a su madre, debería sentirse muy presionado.
- Si usted lo permite lo llevaré conmigo.
- Que me asegura que cuidara de él, que mi hijo está en buenas manos.
De eso ni Ben estaba seguro, pero sabía que trataría de hacer lo posible para protegerlo de todo, incluso de sí mismo.
- Mire su hijo no llegará como cualquier estudiante yo personalmente me haré cargo de él, seré su tutor legal y responsable de él en América le doy mi palabra que lo cuidaré como un hijo, le doy lo que usted quiera a cambio de que me permita darle un mejor futuro a Andreas.
**
Andreas estaba esperando sentado en suelo de la gran villa, miraba el mar mientras imaginaba la charla que su padre tendría con ese Director Americano, se sentía excluido, no confiaba en su padre para decidir sobre su futuro, pero este tampoco confiaba en él asi que estaban a mano, lo único que el importaba era irse, ya se las arreglaría después.
Escucho los pasos de su padre y esperó sin voltear verlo, este se sentó a su lado en el piso y lo tomó de la mano.
- El trato se cerró te iras a América, tienen un programa para chicos como tú.
Andreas quiso reír a carcajadas, "el tarto" se sentía como mercancía siendo intercambiada, era intercambiado con un extraño, para qué? ¿Para mantener la salud mental de un moribunda que no quería ser salvada y prefería hacerse la víctima y dar latina desde una cama de hospital?
- ¿Para chicos como yo, Putas?
- Jóvenes Extraordinarios lo llaman, reúne chicos y financia sus estudios.
No le sorprendió que su padre no lo corrigiera, estaban hartos de fingir y de ser educados uno con el otro.
- No temes enviar a tu hijo con un desconocido al otro lado del mundo.
Su padre volteo a mirarlo y por un segundo a Andreas le pareció ver al hombre que le explicaba pacientemente cada cosa que no entendía, que lo llevó de la mano por la arena a disfrutar de las olas del mar, le pareció ser un niño de nuevo, pero eso pasó y estaba de nuevo ese hombre cansado, que solo era el cascaron vacío de lo que fue.
- No, temo por el desconocido.
Andreas se sacudió la mano de su padre, lo miró con odio y salio corriendo a la playa, el hombre se sintió herido, pero era lo mejor para todos, prefería ser odiado por su amado hijo a sesgar su futuro y dejarlo pudrirse en la ruina con él, Andreas estaba destinado a cosas mas grandes que él no podía darle.
Al llegar a la playa fue de nuevo a su escondite, pero se negó a llorar, no tenia ya más lagrimas para su familia, de ahora en adelante seria egoísta, vería por él y solo para él, nada importaba más, tenía que ser fuerte para si mismo sin detenerse a mirar atrás.
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Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño Egoísta
RomantizmCuando Benjamin Reeve fue elegido como director de la universidad tenía muchos planes para esta, pero al leer un articulo sobre un chico genio al otro lado del mundo cambia todos esos planes creando un departamento para Jóvenes Extraordinarios y log...