Volvieron a casa después de tres días en los que Ben fue un príncipe con Andreas.
El griego no quería aceptar lo que pasó esa noche evitaba el tema, pero se dejaba consentir por el mayor, jamás aceptaría que eso le encantaba mucho menos después de la confesión de Ben aquella noche, ambos fingían que no lo recordaban y eso estaba bien para Andreas.
Cuando volvieron a casa Andreas se enfrasco en los estudios y el trabajo evitando por completo al mayor, Ben por su parte estaba muy distraído últimamente parecía meditabundo y nervioso, lo escucho un par de veces llamar a un tal Richard Brooks y acordó una cita con él, seria en su oficina, Andreas buscó el nombre de Brooks en Google y se dio cuenta que era un abogado, no entendía que buscaba Ben con un abogado y magnate, no esperaba que el hombre tuviera esos contactos.
***
Ben estaba en su oficina no muye seguro de lo que haría, hablar con los abogados fue un consejo de alana, ellos deberían de escucharlo y orientarlo en o que debía hacer, se sentía muy perdido.
- Director Reeve el señor Dominik Biagio y David Lincoln están aquí.
Ben dudó un poco, podía arrepentirse aún, no había dicho nada, cundo los llamo solo les pidió ir a su oficina para orientación, no les menciono el tema.
- ¿Los dejo pasar director?
- Sí, déjalos pasar por favor.
Su asistente salió dándole una sonrisa, era una joven amable que estaba cubriendo a Betty, no sabía si esta volvería, después de su licencia de maternidad, pero estaba muy a gusto con esta chica, era discreta y sonreía a Andreas cuando este llegaba, Andreas todo lo hacía pensando en él.
Dos hombres entraron a la oficina David el mayor vestía un traje gris oscuro que el sentaba perfecto con su cuerpo fuerte, era un hombre muy atractivo, el otro un poco más joven vestía un traje azul muy oscuro a medida, en su forma de moverse se veía un a seguridad que seguro venia de los años siendo el esposo de un hombre como Richard Brooks.
- Bienvenidos tomen asiento pro favor.
Se estrecharon las manos, tuvieron los comentarios triviales que se esperaba y los dos hombres se le quedaron mirando cuando Ben agotó las escusas para evadir el tema.
- El señor Brooks no nos dijo mucho de lo que necesita, pero nos dio una ficha de investigación, quiere verla.
- No, quiero que me escuchen primero.
Ambos hombres asintieron y esperaron recargados en sus sillas esperando que Ben se decidiera a hablar.
- Hace casi dos años, recibí a un estudiante extranjero, Andreas Katsaros, el que supongo Brooks investigó, lo recibí en mi casa en contra del protocolo del programa, se supone que el llegaría y seria recibido por un departamento en el campus y una beca estudiantil, pero yo lo lleve a mi casa y emos vivido juntos desde entonces.
- ¿Cree usted tener problemas legales por eso, por alguna acusación por parte del menor?
Ben se rio de eso, no de la pregunta, pues era bastante normal que el abogado la hiciera, si no que no había pensado en eso, él sabía que estaba en riesgo. Pero nunca pensó que fuera Andreas quien lo acusara.
- No, o al menos en este momento, déjeme continuar. Como le decía él y o emos vivido desde hace dos años bajo el mismo tiempo y... él y yo tenemos una...
- No lo diga, si es lo que me imagino, no lo diga.
Ben se sintió incomodo, ambos hombres se veían uno al otro hablándose con miradas y de un portafolio Biagio sacó un expediente.
- ¿Usted sabe por qué de todas las universidades que le ofrecieron una beca, el joven Katsaros viajó hasta el otro lado del mundo, con un desconocido, a una universidad pequeña y en medio de la nada?
- El doctor Katsaros me dijo que ninguna otra escuela había mostrado el interés que yo mostraba en Andreas y que quería que el menor pusiera distancia entre su madre y sus estudios.
Abrieron el expediente y se lo mostraron al director, en el se podían ver algunos artículos de periódico, páginas de internet, y de revistas, todas con la foto de Andreas, pero hubo una que llamó su atención, la noticia de un suicidio.
- Cuando el joven Katsaros tenía once años, mandó solicitud a diferentes universidades en Europa, muchas de ellas estaban interesadas en el menor, pero su padre se negaba a matricularlo en alguna.
- Eso lo sé por Andreas, él me lo dijo.
Ben estaba al tanto de las solicitudes de esas universidades, se dio a la tarea de investigarlas y saber contra quienes competía por la atención del griego.
- Lo curiosos es que el decano de una de estas instituciones era un buen amigo del padre de Andreas, este hombre ofreció una beca completa para el joven, académica y monetaria que el padre rechazó demasiadas veces. Mire ese titular, es de una revista amarillista, pero es el más cercano a la verdad.
Benjamin miró el titular de la noticia "Decano se suicida tras rechazo de niño genio", no venía una foto de Andreas, ni su nombre, pero lo describían muy bien.
- Los investigadores hablaron con la esposa y nos dijo que su marido había estado muy raro desde que visitó al villa de los Katsaros, que su esposo le pedía perdón constantemente y se alejaba de sus nietos, en la nota suicida decía "Pídele al niño que me perdone" la esposa dijo que ella conocía bien a su marido y que no lo creía capaz de semejante " aberración" pero que también había visto la culpa en los ojos del padre del chico, este rechazó un le entrego de vuelta un cheque que su esposo le hibia dado y le pidió que no dijera nada de su hijo, que estaban muy agobiados por lo de su esposa y no querían un escándalo.
La mente de Ben se movía como engranes de una maquina a punto de estallar, no quería descubrir lo que estaban tratando de decirle los abogados.
Biagio lo miró muy serio y Ben quería que le dijeran que fue un mal entendido, que el hombre había estado trastornado o confundido.
- Soy padre señor Reeve y le juro que, si alguien llegara a tocar a mis hijos de esa forma, ese alguien no vería de nuevo la luz del día.
- Me está diciendo que ellos lo...
David Lincoln levanto una mano pidiéndole silencio, esto se estaba poniendo muy raro.
- No, deberías sentirte muy culpable para suicidarte, pero mucho más para no denunciar y rechazar las compensaciones.
- Dígame señor Reeve ¿Quién se acercó a quien, fue usted el que inició esto o fue el muchacho?
Benjamin lo pensó por un momento, como Andreas le coqueteaba abiertamente y fue él quien lo guio a la cama la primera vez, cuando Ben le pidió que le detuviera y Andreas le pidió que lo jodiera, cómo el griego subía a su regazo y lo besaba. Y fue el primero en unir sus labios.
- No, no haga eso por favor, no trate de justificarme, yo soy un hombre adulto y él un niño, soy responsable de mis actos, no los llamé para que me defendieran, sólo quiero que, si en algún momento esto me trae consecuencias, él no se vea afectado, ni envuelto en un escándalo.
- ¿Que pretende señor Reeve, declarase culpable usted mismo, sin ninguna acusación?
Ben pretendía algo más, quería pedirles a los padres de Andreas su permiso, por lo tanto, tendría que aceptar que se había aprovechado de su hijo y si estos querían ajustar cuentas Ben necesitaba estar preparado.
- Tengo que llevar a Andreas a Grecia antes de que cumpla los dieciséis años, pues vence la custodia temporal, si su padre llega a enterarse quiero estar preparado.
- Sinceramente señor Reeve, no lo necesitará, pero si es así, usted manda, sólo tome en cuenta lo que le dijimos.
Los abogados se retiraron de él lugar dejando el archivo sobre el escritorio, Ben no le dio una nueva ojeada, lo cerró y metió en su maletín, no era cierto, nada de eso era cierto, esos hombres no conocían a Andreas como él lo hacía.
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Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño Egoísta
RomanceCuando Benjamin Reeve fue elegido como director de la universidad tenía muchos planes para esta, pero al leer un articulo sobre un chico genio al otro lado del mundo cambia todos esos planes creando un departamento para Jóvenes Extraordinarios y log...