Dos meses después de Andreas

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Una suave musica se filtraba en el aire, eso quería decir que Andreas se estaba ejercitando con la puerta abierta, Benjamin noto que el chico tenía algo contra las puertas cerradas, incluso dormía y se duchaba con la puerta abierta, después de dos meses viviendo juntos para Ben seguía siendo un tormento verlo en las mañanas en esos entallados shorts después de sus ejercicios de yoga, incluso llegó a pensar que el menor lo provocaba.

Andreas se había apoderado por completo del ático, tenía sus libros y pasaba las tardes después de las clases escribiendo en la computadora de Ben, este casi no la usaba pues tenía una en la universidad asi que para él estaba bien, Andreas era un joven ordenado y responsable, era muy cómodo compartir la casa con él.

A excepción de estos momentos cuando se paseaba en su ropa de hacer ejercicios hasta la cocina moviendo las caderas con sus rosados pezones erectos asomando por su camiseta sin mangas. Ben quería chuparlos y morderlos.

Andreas carraspeo y Ben salio de su estupor, el menor le dio una sonrisa de reconocimiento y Ben se sonrojó un poco.

- Es... yo, lo siento.

- Descuida, es halagador.

Ben se avergonzó en exceso, hasta se quemó con el café al tomarlo, maldiciendo en voz alta, Andreas comenzó a carcajearse.

- Creo que saldré hoy, tengo que distraerme, no te importa quedarte solo ¿verdad?

- ¿Chico o chica?

Ben estaba confundido no entendía lo que Andreas le preguntaba, desde que el chico llegó hablaban casi todo el tiempo en griego, muy pocas veces usaban el idioma de Ben, lo hacía sin pensar, pero estaba seguro que lo de antes lo dijo, bien.

- No te entiendo.

- ¿Saldrás con un chico o una chica? Por el porno en tu computadora no sabría adivinarlo.

Esta vez el mayor comenzó a ahogarse con la comida, ¡dios! El chico debería esperar que no tuviera algo en la boca para soltar esos comentarios.

- ¿Lo viste?

- En mi defensa, estaba en documentos recientes, no tuve que buscarlo.

No tenía de que avergonzarse, era un hombre adulto y soltero, es de lo más normal ver porno, además nunca pensó que alguien más los vería.

- Los borrare de inmediato, tú no deberías de verlos.

Andreas se puso de pie y se acercó mucho a Ben tanto que este podría contarle las pestañas.

- Lo lamento profesor, fui un alumno muy travieso ¿Me castigará?

Ben reconoció la línea de uno de sus videos favoritos, era de un joven estudiante que no hacia sus deberes y el profesor castigaba haciéndolo tragar su verga y cogiéndoselo en el escritorio del salón de clases, el chico era un joven de cabello negro y ojos verdes, al que el profesor daba de azotes hasta dejar las nalgas rojas. Ben perdió la cuenta de cuantas veces se corrió con ese video imaginando al griego en el lugar del chico, mucho antes de que este llegara a su casa.

Cuando salio de su estupor Andreas ya no estaba en la cocina, no se atrevió a ir a buscarlo.

Esa noche antes de salir se asomó a la habitación de Andreas, este estaba tendido en la cama en calzoncillos y sin camiseta, Ben carraspeo para hacerse notar, el menor se giró y le dio una sonrisa apreciativa.

Ben estaba vestido para matar, era un saludable hombre soltero y como tal tenía ropa para clubs nocturnos, no solo para el trabajo, esta noche con unos jeans gastados y una camiseta ajustada sabía que podía conquistar a quien se propusiera.

- Te ves muy guapo profesor.

- No hagas eso, no me llames asi.

- ¿Por qué? ¿Prefieres director?

- Prefiero Ben o Benjamin, volveré más tarde, hay dinero para emergencias, tienes mi número en tu teléfono y cualquier cosa también tienes el número del vecino, cerrare bien las puertas, no salgas ni dejes entrar a nadie ¿ok?

Andreas camino lentamente hasta estar muy cerca de Ben, este tenía puesta una colonia deliciosa que hacía al griego querer revolcarse en él cómo un gatito, lo olfateo descaradamente y alisó la camiseta en su amplio pecho.

- Está bien, disfruta tu noche, pórtate bien, usa condón y... que no se parezca demasiado a mi o me pondré celoso.

El menor se puso de puntillas aprovechando el estupor del mayor y le dio un ligero beso en los labios para después empujarlo fuera de su habitación y cerrarle la puerta en las narices, Benjamin Reeve estaba condenado.

Esa noche en el club jodió con cinco chicos diferentes ninguno moreno de ojos verdes, incluso lo hizo con dos a la vez y aun asi no podía quitarse la sensación de los labios de Andreas.


Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora