Andreas entró muy enojado a la oficina de Benjamín, cerró la puerta más fuerte de lo necesario y puso ambas manos en el escritorio.
- Me reprobó, el maldito profesor Fletcher me reprobó.
En la última semana Benjamin estaba tan ocupado con la renuncia de dos profesores que no puso atención a las calificaciones que dejaron
el entrenador deportivo consiguió un patrocinador en una universidad de prestigio y se fue, dejándolo a mitad de temporada y Fletcher se fue apenas su esposa dio a luz.
- No puede le se fue hace una semana.
- Exacto, no estoy en la lista para tomar los exámenes finales, me reprobó por faltas, las calificaciones fueron enviadas y no estoy en la lista.
Cuando Fletcher se fue se supone que dejó todo listo para su reemplazo, el cual aún no llegaba, pues como sólo quedaba tomar los exámenes los chicos tendrían esa semana para estudiar.
Ben confió en él, Andreas tenía justificadas sus faltas, entró a la plataforma de los maestros y en efecto Andreas había reprobado la materia del profesor Fletcher.
- ¡¡Es un maldito!!
- Tranquilízate, hablaré con la junta, te dará la oportunidad de examen, no te preocupes.
Andreas dio un suspiro de alivio y fue a sentarse en el regazo de Benjamin. El griego era como asi de inestable, podía estar tranquilo como un gatito dormido y de pronto ser una fiera enfurecida.
Andreas comenzó a besarle el cuello y el pecho desabotonándole la camisa, Ben sabía que tenía que detenerlo, pero no podía hacer que su mano se moviera.
- Andreas...por favor.
- ¿No te gusto Ben?
el aliento del chico en piel le provoco un estremecimiento que llego a su verga y lo puso muy duro.
- Tu verga no miente Ben, te gusta.
- Sí, pero eres muy joven y estamos en mi oficina.
Con un apretón fuerte en su pene Ben dio un jadeo de placer que Andreas ahogo en su boca, dándole un beso húmedo y sucio, hasta que el aire les faltó.
- Detente.
- Eres más grande y fuerte, detenme.
Cuando Andreas succiono un pezón ben dio un jadeo ahogado que le dijo al chico que el hombre no era indiferente a sus avances.
El chico sobaba el pene de Ben sobre la tela mientras chupaba su pecho, Ben estaba a punto de correrse en sus pantalones con un chico de 15 años en su regazo en su oficina de la universidad y sabía que era un error, pero no podía moverse, lo deseaba tanto que estaba dispuesto acorrer el riesgo.
Levantó a Andreas por las nalgas atravesando la oficina y lo tumbó en el sofá, lo aplastó con su peso y devoró esa pequeña boca de capricho con voracidad mientras el joven le arañaba la espalda al tratar de sacarle la camisa con una mano mientras con la otra el joven seguía acariciando su pene sobre la tela, estaba como roca y le dolía en cada caricia.
Ben se terminó de quitar la camisa y le ayudó a Andreas a deshacerse de la suya, el pálido pecho del chico se veía delicioso.
Ben chupó los pezones de este, los lamio y besó mientras el joven se retorcía de placer y apretaba su pene.
Entonces Ben desabrochó el entallado pantalón del muchacho y liberó el pene de este, Andreas dio un suspiro de satisfacción.
Ben comenzó a acariciar ambos penes juntos mientras los jadeos de Andreas eran ahogados en su boca, el menor fue el primero en correrse y Ben después de él, el pecho del muchacho estaba lleno de la semilla de ambos y Ben bajó a chuparlo, Andreas seguía disfrutando y cuando Ben llevó la corrida de ambos a la boca del menor este chupó su lengua, hambriento.
- Maldición.
- Estas molesto.
Ben estaba enojado consigo mismo, bastó que Andreas subiera su regazo para terminar masturbándolos en la universidad, estaba mal, muy mal en verdad, debería ser capaz de controlarse.
- Sí, estoy molesto, no vuelvas a hacer lago asi por favor, no en la escuela.
- No me habías tocado desde la primera vez, ¿ya no te gusto?
Ben se reprendió a si mismo era un desastre, se había corrido en tiempo récord con el chico allí tendido en el sofá de su oficina, cada día estaba más enamorado de él, porque él no tenía la excusa de la adolescencia, el era un hombre maduro, un adulto responsable.
- Yo... yo te...
Andreas le jaló a un beso suave y lento, acomodándole dentro de sus pantalones y ayudándolo a cerrarlos.
- Lo sé, se cuánto significo para ti, pero me gustas mucho y pensé que yo a ti no, me encanta tener sexo contigo.
Andreas estaba haciendo un lindo puchero y Benjamin estaba perdido.
- Ok, sólo aquí no, es muy peligroso bebé.
El rostro del menor se ilumino con una sonrisa de triunfo que contagio al mayor, jamás podría estar enfadado con él era su pequeño egoísta y caprichoso gatito.
Andreas saco unas toallitashúmedas de su mochila y los limpio a ambos, ben se sentía demasiado feliz porese simple acto, cualquier cosa que Andreas hiciera por él par Benjamínsignificaba el mundo entero, cuando estuvieron limpios Andreas se arreglos sus ropasle dio un beso ligero y salio de su oficina con una enorme sonrisa
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Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño Egoísta
عاطفيةCuando Benjamin Reeve fue elegido como director de la universidad tenía muchos planes para esta, pero al leer un articulo sobre un chico genio al otro lado del mundo cambia todos esos planes creando un departamento para Jóvenes Extraordinarios y log...