Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño Egoísta

Prioridades

Estaba en el bar esperando la llegada de su hermano, hace meses que no hablaba con él pues su relación nunca había sido muy buena desde la secundaria, su hermano decidió estudiar economía y fundar su propia empresa junto a su padre, Ben decidió hacerse cargo de la universidad.

Aunque en verdad no fue eso, fue el momento en que su hermano notó que Benjamin era diferente, nunca lo hablaron, pero una brecha se abrió entre ellos que nunca se cerraba del todo.

Ahora siendo ambos adultos ninguno de los dos se sentía cómodo por mucho tiempo.

- Te vez más viejo.

Benjamín giró el rostro y vio la sonrisa fingida de su hermano, siempre era asi, su hermano tenía una sonrisa que no alcanzaba sus ojos al verlo, evitaba abrazarlo y no le tendía la mano.

- Sí, llegaras a esta edad un día, descuida.

Su hermano tomo asiento manteniendo la distancia de un desconocido y pidió un trago, la mesera lo trajo enseguida y su hermano se detuvo viendo el escote de la joven más de lo que un caballero haría y la joven parecía muy complacida por ello.

Ben carraspeo para hacerse notar y le dio una sonrisa de despedida a la chica.

- Eso fue grosero.

- ¿Y coquetear con las camareras cuando estás casado no lo es?

El hermano de Ben se molestó por el comentario, él no creía que ven tuviera derecho a criticar su matrimonio cuando él no podía mantener una relación estable.

- Es muy difícil mantener un matrimonio a flote cuando te diagnostican estéril, claro que para ti eso no significa un problema.

Normalmente los comentarios agresivos venían después de unos veinte minutos de silencio incomodo, si comenzaban antes significaba que la charla terminaría pronto.

- Pues de eso quería hablarte, recientemente una amiga me ha ofrecido a su hijo en adopción, el bebé aun no nace y yo estaba dispuesto a adoptarlo, pero no podré hacerlo.

- por qué no?

Era extraño que su hermano no estuviera haciéndole un comentario hiriente o una burla, eso quería decir que tenía genuina curiosidad.

- Estoy con alguien en este momento y parece no estar listo para formar ese tipo de familia.

- Entonces es un él.

Fue cómo si su hermano hubiese estado esperando esa afirmación por un largo tiempo y tal vez lo fuera.

- Es más complicado que eso, pero si, es un él y en estos momentos es mi prioridad, aunque quiera ese bebé y me muera por ser padre tendré que dejarlo pasar y pensé en ustedes, en que tal vez les gustaría adoptarlo.

Le había aceptad a su hermano dos cosas muy íntimas, su preferencia sexual y su ferviente deseo de ser padre y no poder hacerlo, sabía que era soltarle información que después podía ser usada en su contra. Pero también sabía que su hermano al igual que él deseaba formar una familia.

- Lo amas lo suficiente como para renunciar a tener un hijo.

- Lo amo lo suficiente como para esperar, tal vez después pueda hacerlo, pero dime, ¿te interesaría adoptar al bebé?

El hermano de Ben no tenía por qué dudarlo, él estaba completamente convencido de adoptar, el problema sería su esposa, ella era quien estaba llevando esto de la peor manera, seria cuestión convencerla.

- Hablaré con mi esposa, si ella dice que si, lo haremos.

Su hermano por primera vez en años le dio una sonrisa genuina y Ben se sintió mucho mejor.

Cuando llegó a casa encontró a Andreas durmiendo en su propia habitación, asi que lo tomó en brazos y lo llevó a la suya lo cubrió con su edredón y se metió a la cama con él, el menor como siempre al sentir su calor se abrazó a su cuerpo como un pequeño pulpo y eso se sintió demasiado bien.

Ese era su bebé, esta era su familia, tal vez en algunos años la harian crecer, pero de momento su pequeño egoísta era su prioridad.