La Manzana que cuelga del arbol

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Ben bajó del auto para abrir la puerta de Andreas, le tendió la mano y lo ayudó a bajar la piedra lisa que cubría la arena era un poco resbaloso y Ben prefirió tomarlo en brazos hasta llegar a la S escaleras de lugar, Andreas se sentía una damisela en sus brazos. Lo colocó un escaló por encima del suyo y Andreas quedó con sus brazos al cuello del amor mirándolo a los ojos.

- Vamos amor o perderemos la reservación.

Ben tomó de la mano al menor de nuevo y fueron recibidos por una joven que los llevó a su mesa, el lugar era hermoso y de buen gusto estaba lleno de comensales, pero el ruido era mesurado.

Una joven mesera se acercó a tomar la orden y Andreas dejó que Ben pidiera por ambos.

- Alguna entrada para la señorita.

Ahora Andrés entendió por qué nadie reparó en un hombre mayor con un chico de la mano, asumían que era una mujer, eso le hizo sonreír negó con la cabeza y la chica se fue.

- ¿No la corregiste, te complace ser confundido así?

Andreas extendió su mano sobre la mesa y tomó la Ben.

- Esta noche si, si puedo tomarte de la mano en público y ser tu cita usaría vestido la próxima vez.

Ben trato de imaginar a Andreas n vestido y se ebria hermosos, él no le negaría al chico anda, era libre de vestirse como quisiera Ben lo protegería y defendería de aquellos que trataran de impedírselo.

Lo que más le era que considerará una próxima vez.

- ¿Me concederías una segunda cita?

- Si, sin dudarlo.

La mesera llegó con dos copas y el vino de la casa, Ben no dijo nada cuando llenó dos copas y una la puso frente al menor.

- Supongo que estas acostumbrado al vino.

- Si, en casa lo bebemos en la cena.

La cena fue muy amena, em vino delicioso y la charla divertida, se veía muy diferente al niño llorando la noche anterior y eso era lo que Ben pretendía, que por una noche Andreas se olvidara de todo.

Andreas le agradeció por todo y Ben le restó importancia, le preguntó por Peter y en nombre del cachorro, casi escupe el vino cuando se enteró del nombre que Andreas eligió, pero se sintió muy feliz de que aceptara a Peter como amigo, quería que tuviera amigos, que se distrajera de pensar en su familia y estudios.

Cuando la cena estaba por terminar la mesera les llevó el carito de postres con un plato cubierto, Andreas que aún no había pedido nada volteó a ver a Ben y este destapo el plato que contenía un delicioso pastel de chocolate.

- Feliz cumpleaños amor.

Al soplar la vela Andreas pidió un deseo, que no le contó a Benjamin pero que sólo él podía hacer realidad.

Al terminar todo, Ben lo tomo de la mano y lo guio por el malecón hasta la playa, el menor se detuvo antes de entrar en la arena

- No puedo entrar en la arena, mis zapatos.

Ben se arrodilló frente a él y con suavidad le ayudo a quitárselo, después los tomó en su mano y guio al menor a la playa.

Caminaron por un largo rato cerca de la orilla mirando el mar y las estrellas.

Hasta que ben se detuvo para darle el ultimo regalo de ese día al menor.

- Quiero que sepas algo, pero no quiero que pienses que debes hacerlo.

- Dime.

Andreas se puso serio, no entendía bien. Pero por la solemnidad de Ben creía que era algo importante.

- El hospital del centro te permitirá realizar tus practicas allí al cumplir los 16 años, también tus investigaciones.

- En serio.

El menor no podía creerlo, muchos hospitales se lo habían negado por su corta edad.}

Salto a los brazos del mayor y este lo atrapó de la cintura manteniéndolo a unos centímetros del suelo.

- Si, el director es un buen amigo y está dispuesto a aceptarte.

- ¿Pero, por qué hasta entonces.?

- Por qué quieren prepararse, nunca an tenido a nadie tan joven, lo hacen por qué les dije que yo respondería legalmente en tu nombre y por qué será el tiempo en el que tengan listo el nuevo laboratorio.

Andreas besó a Ben en los labios sorprendiéndolo.

Estaba muy feliz de que sólo en un año estaría haciendo sus prácticas y por fin tendría sus doctorados.

Lo que el menor no sabía era cuánto le costó a Ben convencer al director del hospital; la construcción del laboratorio.

- Estas feliz.

- ¡Si! En un año podré hacer mis prácticas y terminar mis estudios, trabajar y traer a mi hermano conmigo. Eres el mejor Benjamin, no sé cómo agradecerte tanto.


Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño EgoístaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora