Jóvenes Extraordinarios 2 Pequeño Egoísta

Cabos sueltos

Volvieron a casa en silencio, Andreas subió directamente al ático pidiéndole a Ben que lo siguiera, ya dentro cerró la puerta pues sabía que probablemente perdería el control y no quería que alguien se quejara por los gritos.

- ¿Estas consciente de lo que pasó allá? Te agarraste a golpes con uno de tus alumnos, más grabe aun, un alumno menor de edad.

- Re acostaste con él.

Lo sabía, Andreas no sabía cómo, pero Ben sabía que Andreas y Peter estuvieron juntos, tal vez por eso estaban peleando y Andreas no lo sabía,

- ¿Era por eso que peleaban, porque estuve con él? Pensé que habíamos aclarado que soy una puta.

- No lo eres, no te llames a ti mismo de ese modo.

Andreas estaba tan cansado de sí mismo, de tener que fingir ser alguien agradable, él era lo que su padre pensaba, lo que su madre pensaba, sólo Ben podía ser tan ingenuo como para no verlo.

- ¿No lo soy? ¿Entonces dime por qué mi adre me envió aquí, por que intentó deshacerse de mi tan desesperadamente?

- Eres su hijo, él te ama.

Andreas dio una risa agria, estaba tan cansado de que todo mundo pensara que era un padre sacrificado y bueno, sólo era un hombre miserable amarrado a una mujer moribunda.

- No, yo no soy como Ezio, no soy un niño, no lo fui nunca, Ezio es el niño dulce y bueno de papá y yo soy una víbora de la que quiso deshacerse.

- No puedes pensar asi de ti mismo, acaso no puedes ver lo extraordinario que eres Andreas, eres inteligente, apasionado y férreo, eres un joven decidido y valiente, estas aquí a pesar de todo, tratando de ser un hombre mejor, de cumplir tus metas y sueños.

- No son mis metas, ni mis sueños y lo que dijiste bien se puede traducir en despiadado, ambicioso y egoísta.

Ben trató de abrazarlo, no le gustaba lo que Andreas estaba diciendo, él había vito a ese niño llorando al dormir y buscando el calor de unos brazos que lo protegieran y cuidaran, buscando el amor que no se creía merecer.

- Suéltame por favor, no vez que te estoy lastimando, ellos me contaron, me dijeron que viste unos abogados para asesorarte, te estas suicidando, estás haciendo lo mismo que ese hombre.

- No mi amor, yo no me iré a ningún lado, te prometí cuidarte y lo voy a hacer, estaré para ti siempre mi vida, aun cuando creas que no me necesitas, te amo Andreas e iremos a Grecia por tu custodia mi amor, serás libre de tu padre hasta que tengas dieciocho años y si asi lo decides después de eso, serás libre mí.

El muchacho podía ver el dolor que le causaba a Benjamin decir esas palabras, parecía que eso era más doloroso que arriesgar su vida y su reputación, vea a Andreas como si fuera valioso y hermoso, cosa que no era.

- ¿Por qué? Yo no te he dado nada.

- Andreas, no tienes idea de lo que me has dado, yo jamás amé como a ti te amo, jamás sentí mi pecho hincharse de este sentimiento, bastó ver tu fotografía para darme la pasión para crear proyectos y programas en la universidad, para hacerme mejor académico y lo más importante, me haces sentir vivo Andreas, asi que independientemente de lo que tu sientas por mí, yo ya doy las gracias por haberte conocido.

Al ver ese fervor en los ojos de ben a Andreas le faltaba el aire, él hubiese querido que Benjamin Reeve fuera su padre, que hubiese sido el hombre responsable de su vida, tal vez no seria un genio o un "joven extraordinario" pero estaría seguro que lo amaría.

- Soy sólo un niño.

- No, jamás pienses que eres simple o te menosprecies Andreas, eres maravilloso y extraordinario, lo que hiciste para llegar qui fue lo que creíste necesario, pero no tienes que cargar con ese peso mi amor, iremos a casa y cerraremos esto, serás libre Andreas, te lo prometo.

Le creyó, por ladeterminación en su mirada y la fuerza con que sostenía sus manos, Andreas lecreyó. Por qué nadie le había mirado como Benjamin Reeve lo hacía, nadie lehabló como él, Benjamin se estaba convirtiendo en su constante y Andreas estabadispuesto a dejar todo atrás si Reeve le tomaba de la mano con esadeterminación con la que lo hacía mientras abordaban el avión que los llevaríaa su juicio.