Soy Lo Prohibido //Chaelisa G!P

Nostalgia

Mis días de encierro transcurrían de manera lenta y aburrida los últimos dos días. Observaba desde mi ventana, analizando una y mil maneras de poder salir sin que se dieran cuenta y la verdad hubiera sido fácil para mí escabullirme en complicidad de la oscuridad de la noche y salir por allí.

Pero desde mi última borrachera se podría decir que yo misma coloqué mi cabeza en la guillotina.
Primero, perdiendo la confianza de mis padres y su posterior castigo.
Segundo, que durante todo estos días el video de Jeongyeon pateandome en piso se viralizó por todos los grupos del instituto, así que todos hablan de eso, hay hasta unas cuantas versiones de que fue lo que Nayeon y yo hacíamos dentro del auto, hasta que su llegó ex novia y casi me mata a golpes (lo cual era una exageración.)
Estaba tan cansada de aquello, que desinstalé toda red social de mi teléfono con suerte habrá otro escándalo, y mi vídeo pasará al olvido pronto.

Por aquella situación me temo que Chaeng tomó distancia de mi, desde que se enteró de todo eso, el día que se fué con Jennie y encontraron el auto estropeado a manos de Jeongyeon nuestros encuentros han sido esporádicos.

Y la verdad no la culpo, soy un mierdero de problemas, al final terminaría estropeandola a ella también.

-Talvéz es mejor así- murmuré dejándome caer en la cama.

Cerré los ojos, para tratar de relajarme y a mí mente vivieron los recuerdos de lo que pasó aquella noche luego de escabullirnos de la fiesta que mi compañera de colegio Yeri había organizado en su casa.

Estaba con Nayeon en asiento trasero de mi auto, habíamos terminado una sesión de sexo oral, y me senté abriendo una lata de cerveza de las que teníamos en el auto, Nayeon se sentó a horcajadas sobre mis piernas quitándome la lata de cerveza para luego besarme rodeando sus brazos sobre mi cuello.
Yo estaba alcoholizada y excitada, una mala combinación así que apreté sus nalgas restregando su cuerpo contra el mio sin recordar obviamente que no tenía que hacerlo.

- Que ricas cosas hacen tus manos y tu lengua.- decía la conejita  Nayeon restregándose contra mi pierna, besándome apasionadamente.

Sentía el palpitar de mi miembro erecto dentro de mis pantalones, por lo que la tomé de la cintura tratando de bajarla al asiento del auto pero fue muy tarde.

- Wow! Que... Que es ese bulto que hay entre tus piernas - Dijo Nayeon sorprendida.

- Eso? Eso e-es... Es un dildo! Es.. un strapon que me pongo por si ya sabes se llegue a requerir placer extra.- dije tratando de quitarla de encima.

- Wow, se siente... Raro y excitante... nunca me lo habían hecho con uno de esos- dijo la pelirroja mientras se sentaba y se movía atrevidamente sobre mi miembro.

- Fuck... eso es... demasiado exitante- dije jadeando.

Tomé el control de la situación y deslicé mi mano por su cuello enredando mi mano en sus cabellos, tirando su cabeza hacia atrás, lo que me dejo via libre para besar si cuello, y luego susurrar en su oído.

- Quieres sentirlo? Umm?- Dije mordiendo el lóbulo de su oreja.

- Porqué no.. - dijo con lo que parecía una sonrisa.

Aprovechando que no se veía con claridad debido a la oscuridad de la noche desabroché mi pantalón y el boxer dejando salir mi pene totalmente erecto, deslicé mis manos por sus muslos levantando su falda y sentí mi glande rozar su clítoris, sentí como ella empezó a deslizarse con mi miembro entre sus labios vaginales, sentíendo una corriente eléctrica que bajaba directo hacia mi pene, empecé a moverme y ella también.

-Wow se siente caliente, no sabía que se sentía así.- dijo Nayeon temblando de excitación a cada roce.

- Es.. algo muy moderno - dije jadeando - lo traje de mi última visita a estados unidos. El roce de su sexo llenando mi miembro de sus jugos vaginales se sentía jodidamente bien.