Friend.

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Está embarazada, sabía que podía suceder, pero me toma por sorpresa. Hace unos segundos que me prometí no mirarlo, pero no pude evitarlo y él sabía que lo haría porque justo en ese instante me vió también,  siento que yo simplemente soy su estúpida, esto se salió de control, no solo es boda sino que también un bebé y siempre lo supo y lo mantuvo en secreto, dejó que lo supiera de la manera equivocada.

Quería hacer un show salir corriendo de la sala como en cualquier drama, pero mi sexto sentido me decía que sería bastante extraño que lo hiciera., Lo que significa que tendré que soportar todo esto.

Mi instinto me lo dijo y no le creí, ahora esto me tomó por sorpresa.

¿En serio, tendrán un hijo? En lugar de estar triste por eso debería sentir pena por ese niño que tendrá un padre que no es honesto y una madre... Muy especial. ¿Sabes que es lo más divertido? Que yo era su madrastra, tía y hasta futura madre. Mientras pienso sé que mi parte exterior permanece inmóvil ante la noticia.

Todos se veían alegres y yo fingí hablar por teléfono para no tener que ser hipócrita y felicitarlos, pero no era correcto porque Damien no era mío. No te molestes por lo que nunca te prefirió a ti, ¿No puedes entenderlo?

Me fui a mi habitación para encontrarme con la sorpresa de que Emir estaba allí, justo sobre mí cama, no podía explotar ahora así que de nuevo empieza el juego de guardar emociones.

—¿Por la ventana? —  Pregunté desde el marco de la puerta.

—Deberías cerrarla cuando no estés aquí. —Su sugerencia contestó a mi pregunta.

—No puedes ser una persona normal y entrar por la puerta de en frente, sabes que tienes luz verde con mamá para entrar aquí.

—Lo sé, lo que me hace pensar...¿Por qué confía tanto en mí?
¿A caso cree que no tengo la capacidad para seducir a su hija?

—No es eso, creo que tal vez es porque te conoce de pequeño, pero si supiera lo mucho que has cambiado... — Me senté junto a él en la cama.

—No me querría ver cerca de ti. — Completó mi frase para luego darme un beso en el cuello.

—Sabes que estás en la friendzone ¿Por qué haces eso?—Me giré un poco para poder verlo.

—Porque estoy en la friendzone con privilegios.— Contestó como si si respuesta tuviera obviedad.

—¿Qué significa eso?— Él siempre usa sus términos inventados.

— Eso significa que puedo tocarte y muchas cosas más, pero que frente a la sociedad solo somos una amistad.

—Me hablas como si fueras mi amante.

—Lo soy.

Ya estaba un poco desabrochado mi vestido,me rodeaba con sus brazos y sus pretensiones eran más que claras, pero yo de verdad no tengo deseos de estar con nadie.

—Sabes que la puerta está abierta y que en cualquier momento alguien puede pasar por aquí.

— No hay problema, solo se tiene que cerrar. —Se levantó a cerrar la puerta justo cuando Damien se paró en ella. Estaba un poco sorprendido pues se dió cuenta que de que no era el único que entraba por mi ventana.

Ambos se quedaron viéndose, ninguno se saludó, me pareció extraño ya que Emir no sabe nada de Damien y yo.

—Gabriela, te estámos esperando para comer. —Dijo sin despegar la vista de Emir que estaba detrás de mí en ese momento.

Él no tenía porque subir a llamarme, seguramente vino solo para ver si yo estaba llorando por su fabulosa noticia.

—En seguida voy. —Creí después de mí respuesta se iría, pero no, sé quedó justo en la puerta esperando. Entonces lo hice frente a él.

—¿Emir, me abrochas el vestido?—Me levanté el cabello y miré a Damien, creo que por la cara que tenía entendió lo que yo quise que entendiera.

—Listo. —Dijo al terminar.

—Gracias. —Le dije con una sonrisa y tomé su mano para ir al comedor y Damien por fin se fue, caminaba justo frente a nosotros.

Al llegar al comedor Emir dijo.

—Creo que tendrán que poner un lugar más en la mesa. — Después fue a saludar a mamá.

—¡Emir! ¿Cuando llegaste? — Preguntó la perra o peor dicho, Carol. Contesté antes de que él diera muchos detalles.

— Acaba de llegar, justamente ahora le abrí la puerta.

Damien me miró extrañado porque sabía que eso no era verdad.

—Bien. Emir, ellos son mis suegros.

Dejé a todos en su presentación y fui a la sala a buscar otra silla para Emir cuando levanté la silla Damien que estaba detrás de mí la tomó.

—Te ayudo.—Dijo en un tono serio y volví a sugetarla.

—No gracias, si hubiera necesitado ayuda le habría dicho a Emir y si en realidad quieres ayudar mantente alejado de mí.
La silla pesaba un poco, pero mi orgullo me sirvió de fuerza para llevarla hasta el comedor.

Cuando volvimos al comedor me senté junto a Emir que le brillaban los ojos cuando me dijo.

—¿Sabías que van a tener un bebé?— Volvió a mí mirar a Carol y Damien— De verdad los felicito, es una gran noticia. Vas a ser tía Gabriela.

—Eso estoy viendo. Estás más entusiasmado que los padres.

—Lo sé, es que me gustan mucho los niños.

—Entonces podrías ser el padrino.

¿Qué mierda están diciendo? Lo conoces hace unas semanas y lo vuelves padrino de tu hijo, pero si ni siquiera hablan, no son amigos.

—¿Carol, no tienes amigos que ocupen ese puesto? —Agregué y la mirada de desaprobación de mamá lo dijo todo y en lugar de callarme decidí seguir. —No me vean así, no dije nada malo, es solo que pones a Emir en una situación complicada porque seguro quiere decirte que no, pero no quiere parecer mala persona contigo.

—Gabriela, en realidad me encantaría ser su padrino ¿Y qué importa el tiempo de conocernos? Es lo menos importante.

Casi podía ver a la estúpida riéndose de mí al ver que hasta mi amigo la prefiere.

—Gracias Emir, eres un ángel. —Dijo mientras estiraba sus manos sobre la mesa para tomar las de Emir.

Mi Otra YoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora