Una tarde más en mi pequeña caja llamada normalmente "habitación", tenía tres opciones., la primera... Seguir sintiéndome patética por personas que no sienten ni el mínimo afecto hacia mi persona. Segunda, seguir repasando la misma basura en mi mente y crear falsos escenarios y tercera, correr tras lo que no me conviene.
Como siempre he escuchado y definitivamente he terminado confirmando que prácticamente solo me tengo a mí, ¿por qué no complacer los deseos de mí carne? Me dejé caer nuevamente sobre mi cama.decidí desnudarme, como si lo hiciera sin ningún objetivo. Si una sola pieza sobre mi cuerpo disfrute de la comodidad de sentir la brisa tocar mi cuerpo con suavidad, de hecho sentí un poco de sueño y cerré los ojos, tal vez me quedaría dormida, pero para mi cuerpo no era suficiente.
Un poco de tensión se hizo presente, podía notar como mis pezones se iban endureciendo. También comencé a sentir como me palpitaba y no el corazón. Realmente deseaba un poco de compañía.
Intenté quedarme quieta para conciliar el sueño, pero por supuesto no lo lograba. Me encontraba acostada hacía un lado y suavemente comencé a acariciar mis muslos, mis caderas y mi abdomen. El cosquilleo regresó.
Abrí mis piernas como por instinto, que bien se sintió tocar mis labios lentamente, pero quería y necesitaba más.
Empecé a tratar de recordar cierto video "prohibido" que había visto alguna vez. De una chicas haciéndose cosas divertidas, me encantaría eso para mí ahora mismo, me imaginé siendo parte del video, era tan real que que hasta escuchaba sus gemidos melódicos para mis oídos en ese momento.Pude notar como mi vagina se humedecía y mis manos comenzaron a recorrer todo mi cuerpo con sutiles caricias.
Lleve una de mis manos hacia mi zona íntima, estaba más que lubricada. Completamente mojada. Comencé a pasar mis dedos arriba y abajo, podía notar mis labios y clítoris completamente hinchados de la excitación.
Estaba tan mojada que mis dedos resbalan sin problemas, mi respiración ya estaba entrecortada y agitada. Metí dos dedos en mi y un gemido salió de mi boca. Metí uno más y comencé a moverlos con fuerza, pero mejor los quería fuera, empecé a tocar mi húmedo clítoris frenéticamente. Mis movimientos eran rápido y de repente despacio. Mis gemidos se sumaban y eso me hacía poner aún más caliente.
Movía mis caderas y seguía imaginando lo que se sentiría que me hicieran lo que recordaba. Sentía que iba a explotar del placer en cualquier momento.
Podía sentir una electricidad recorriendo todo mi cuerpo y mi vulva contraerse, expulsando fluidos con cada movimiento de mis manos. En ese momento mis gemidos ya eran en un tono mucho más alto de lo normal.
Me entregué por completo al placer que me estaba dando y seguí tocándome hasta que sentí mis manos empaparse con los fluidos que salían de mi vagina.
Sentía esa sensación de desesperación y alivio, estaba a punto de llegar, quería más y más y no podía parar. Hasta llegar al momento en el que siento que todo se reinicia y me quedó sin poder moverme de tanto placer, unas lagrimas rodaron por mis mejillas y empecé a sentir mucho sueño.
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Mi Otra Yo
Fiksi RemajaConmigo se confirma el dicho de "Las apariencias engañan" pues soy una chica tranquila hasta que la puerta de mi habitación se cierra.