La observé en silencio desde el otro pasillo hasta que se fue, luego tomé rápidamente una prueba, no me interesaba si era tecnológica o. Cualquier otra en tanto funcionara. Pagarla no fue difícil aunque la cara de la mujer que me atendió era de desaprobación y yo tratando de mentirle con la mente para que relajara la mirada. Fuera de esa farmacia gran parte de mi miedo había pasado, solo restaba llegar a casa y acabar con esta interrogante.
Y sí, tras caminar unos 15 minutos finalmente me vi en mi habitación, en lugar de terminar con eso y que afortunadamente no estuviera embarazada empecé a pensar que pasaría en caso de que la prueba diera positivo, ¿Tendría que decirle al imbécil de Damien o arreglarlo yo misma? ¿Qué pasaría conmigo?
Entonces la dejé sobre la mesita.Solo un día más y se terminaba la escuela.
Sería libre, ¿Y que haría con esa libertad y ese tiempo? Tengo un amigo que me quiere coger y aparenta preocuparse por mí, pero estoy segura de que no lo hace., se fue cuando lo necesitaba y por una insignificante perra pero, no hay rencores. Cuando lo vi creí que me gustaba y definitivamente ya lo hice con tiempo, pero lo hice.Cerré los ojos y empecé a preguntarme como había podido ser tan ingenua y descuidada. Estaba tan absorta en mis pensamiento que no me percaté cuando Damien abrió la puerta, en el momento menos indicado. Estaba a punto de echarlo cuando me interrumpió.
—Antes de hablar por favor escúchame.— Me miraba con esa estúpida cara de perro mojado, sabía que no iba a aceptar un no y como no estaba por escuchar sus ridículas súplicas, lo dejé hablar.
—No le prestaré atención, pero habla.— Estaba actuando como la mala cuando en realidad estaba muerta del miedo.
—Lo primero es que te debo una disculpa.
No pude enviar reír al escucharlo —Disculpas ¿Qué haré yo con tus asquerosas disculpas?
—Estoy consciente de que yo era la que sobraba en la relación, pero no debiste dejar que me enterara de esa manera, no tuviste consideración y si vienes aquí a molestarme en mi habitación por unas disculpas ya sabes lo que debes hacer con ellas, sigue tu vida y todo será como si no hubiera pasado, gracias.
Ahora te puedes retirar de mi espacio personal.No lo quería mirarlo a la cara, pero cuando lo hice fugazmente noté que no me veía a mi sino a algo más, y recordé que había dejado la prueba sobre la mesa. Maldita sea.
— ¿Damien, te puedes ir? — Caminó hacia la mesa y tomó la caja, no traté de esconderla porque ya era evidente.
—En lugar de echarme me vas a explicar esto y porqué razón no me habías contado.
—La compré hace un rato.— Me acosté sobre la cama y el se tendió a mi lado.
—Gabriela, debes decirme cuál fue el resultado. — Me quedé pensando y ni siquiera escuchaba las cosas que decía.— Gabriela, no hiciste ese bebé sola, debes hablarme.
—¡¿Qué?! ¿De qué bebé estás hablando? Aún no la hago, por favor aleja esos malos pensamientos.
— Cuando estabas en mi armario no era una mala idea para ti hacerlo como lo hicimos.—
—Eso fue un error, porque ya estaba decidida a dejarte a un lado con Carol.
—Admite que ha sido tu mejor error.
— Te enteras de que probablemente serás padre por segunda vez con diferencias de unas semanas y en lugar de preocuparte dices imprudencias.
—Tú fuiste la que dijo que alejara los malos pensamientos.
—Para ti el bebé es un mal pensamiento.
—¿Cuál bebé? Ni siquiera sabemos si existe.—Ahora era el quien dudaba.
—Es verdad. Y si lo averiguamos.
—Sí, sería interesante.
—Lo haré antes de que me arrepienta.
—Tendrás que esperar hasta mañana por la mañana para hacerla con tu primera orina del día, así el resultado es más efectivo.
—No me importa si es efectivo o no, solo quiero el resultado.
—Que te cuesta esperar a la mañana.
—Está bien, ya te puedes ir.
—No quiero, me gusta estar contigo.
—Debiste pensarlo antes de embarazarla.
—Ni siquiera sé como pasó.— Estaba a punto de reír en su cara ante semejante estupidez que acababa de decir.
—¿Quieres que te explique como se embaraza una mujer?
—Sí, pero no en teoría sino en practica.
—Puedo llamar a tu futura esposa para que lo practiquen.
—Tú estás aquí.
—Damien, debes respetar a tu mujer, deja de estar de coqueto conmigo en realidad es despreciable. Aunque yo crea muchas cosas de Carol, generalmente malas, ella no se merece que le hagas esto.
Después de esto, salió en silencio por la ventana.

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Mi Otra Yo
Fiksi RemajaConmigo se confirma el dicho de "Las apariencias engañan" pues soy una chica tranquila hasta que la puerta de mi habitación se cierra.