Mi Otra Yo

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Como a dos calles estaba un gran puesto con la palabra TÉ en mayúsculas y pensé que fueron muy creativos para elegir ese nombre, nunca nadie habría podido tener el ingenio como para llegar a conseguir tal título.

- Este nunca lo había visto y eso que transito mucho por aquí.

-Lo que pasa es que antes no era tan grande y tampoco llamaba a atención.

-Que extraño, aún así siempre me fijo en todos los negocios.

Por fuera aquel negocio era como las cafeterías en la actualidad, decoración de madera, muchas plantas y luces que le daban esa apariencia tumblr. Por dentro también tenía ese toque, una pared de ladrillos donde habían muchos chicos de mi edad tomándose fotos,sus voces y risas gobernaban el lugar y abundaba el color marrón y verde oscuro allí dentro.

-¿Te gusta el silencio?

-¿A que te refieres?

-Puedo llevarte a la mejor parte de este lugar.

No pude seguir observando mi alrededor ya que Adán tomó mi mano y nos hizo pasar por un pasillo bastante ampilo en donde había un estante con muchas botellas . Tras cruzar aquel pasillo había un terraza con paredes de cristal que la hacían parecer una caja, daba hacia la calle trasera del negocio, pero no se veía con claridad porque los arbustos cubrían en cristal, está parte era más silenciosa y tranquila, habían mesas pequeñas redondas para dos personas, y el lugar estaba impregnado por el aroma de las especias y hojas de té.

Ese espacio era bastante relajante, cómodo y también aquella palabra que siempre me cuesta recordar, acogedor, esa es.

Nos sentamos en una esquina, uno frente al otro y sin decir ninguna palabra empezamos a ver el menú.

-Tú cara y esa sonrisa que me quieres dar, pero no te atreves me dicen que te gusta más este lugar.

No quería sonreír hasta que lo dijo y más con esa mirada intensa de ojos color miel que no se fijaba en otro lugar que no fuera la mía. Sus labios gruesos y apetecibles, rizos castaños y piel canela. No lo había notado hace media hora, pero estoy frente al chico más deseable nunca antes visto Tenía un poco de duda hasta que lo vi sonreír y me mató.

-Gabriela... ¿Estás allí? - Escuchaba vagamente hasta que hizo un ademán con las manos y dejé de mirarlo. ¿Se habrá dado cuenta?

-Sí, aquí estoy. - Sonreí de nuevo como estúpida.

-¿Qué te parece mi sugerencia?- No tenía la mínima idea de lo que estaba diciendo, pero tampoco iba a aceptar algo que no sabía.

-¿Cuál fue tu sugerencia? - Me miró extrañado y volvió a tomar el menú.

-El té de especias dulces.

-¿Crees que me gustará?

-No lo sé, gustarte no creo, tal vez te encante.

-Vamos a averiguarlo.

-Me parece bien.

Los dos nos quedamos en silencio después y durante unos segundos que parecían minutos.

-Eres tímida... En ocasiones y aspectos.

-¿Qué estás diciendo, hombre del pecado?

-Eres la primera que me llama así. Como te estaba diciendo no fuiste tímida para aceptar la invitación de un desconocido, pero si lo eres para iniciar una conversación.

-Es que... ¿De qué,podría hablar contigo?

-Puedes hablar conmigo desde temas importantes para ti hasta irrelevantes como los chismes de la escuela o algo así.

-¿Y por qué no me cuentas tú acerca ti?

-No tengo nada interesante que decir, si te hablo de mi entonces te hablaría de trabajo y de estudios y entonces no sería de mí realmente.

-Pero, podrías hablarme de las cosas que te gusta hacer además de casi atropellar gente. Esto no puede ser en serio. -Dije al ver a Carol en el lugar, y al parecer no estabas sola sino que andaba de la mano de un chico no reconocido.

-¿Qué pasa?

-Mi hermanastra está aquí.

-¿Dónde? Puedes invitarla.

-Claro que no, está con uno que no es su novio y también no la soporto.

-Están agarrados de manos.- Por un momento el chico volteó y pude ver su rostro, era James uno de sus ex novios. ¿Qué hacían aquí? Les tomé un par de fotos con mi teléfono y volví a mirar a Adán que me veía confundido.

-¿Tú hermanastra es famosa o algo así?

- Si ser una perra desgraciada "discúlpame la expresión"  pero, si eso fuera un tipo de arte ella sería la monalisa.

-Ya tengo varios datos. En realidad se llevan mal.- Aparté la vista de Carol cuando la vi salir del lugar, pero tenía variad

-Llevarse mal es algo leve para lo que ocurre entre nosotras.

Luego llegó una chica de unos 20, vestida con una falda de cuero negra, un tshirt blanco, tenis de esos gigantes y una boina francesa. Puso la orden sobre la mesa y yo solo observaba como se comía a Adán con la mirada. Después se fue con unos pasos de pasarela.

-¿Siempre llamas la atención en los lugares?

-Sólo a veces, generalmente cuando tengo restos de comida en la cara o cuando me caigo. Me dirás torpe y yo diré que soy desafortunado, pero debería decir que soy muy afortunado ya que te encontré a ti.

-¿Cuánto tardaste formulando eso en tu mente?

-No lo pensé.