*Capítulo 33: Un Will como nunca antes.

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Dedicado a: luciiia_3333 Mil gracias por tu apoyo a la historia y ser leyendo!!! Espero te guste el cap!!!

PD. ¿No te parece curioso que tu dedicación sea en el cap 33 y tu usuario tiene muchos 3?🤔😂  ¿No? ¿Solo a mí? 😅💔

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Días después. (Actualidad) 

Ya estaba más que dormido cuando en eso mi celular comenzó a sonar. 

— ¿Quién? — dije apenas consciente pues eran las 4 de la madrugada. 

— ¿Will? — conocí esa voz, era Hanna. — Necesito que vengas. 

— Son las 4 de la madrugada, Hanna ¿Para que me quieres? 

— Te lo explico cuando vengas. 

— Hanna, no… — iba a decir que no iría pues no quería dejar a Jess sola después de hacerme el favor de dejarme quedar aquí. 

— Will, no te lo estoy pidiendo como amiga, te lo pido como socios, voy a pagarte. — escuchar eso me provocó un sensación extraña. 

— Hanna, no porque me lo pidas como socios signifique que iré, prefiero que digas que me necesitas como amigo a como socio.— ella se calló unos segundos antes de soltar una pequeña risa. 

— Creo que Jess te hizo brujería, amigo, porque el Will de hace meses jamás me habría dicho eso. — ahora yo reí. 

— Ella no me hizo nada. Entonces ¿Te veo en tu departamento? 

— No, nos vemos en la cancha de básquet. — Ahora entendía a qué venía todo esto, iba a hacer una de sus bromas. 

— ¡Carajo! — escuché su risa antes cortar la llamada.  

Me puse de pie para irme a vestir a mi habitación pero al hacer esto Jess se despertó. 

— ¿A dónde vas? — escuchar su voz de recién despierta hizo que irme se volviera más complicado. Pero tenía que ayudar a Hanna. 

— Tengo algo de trabajo, te veo en la mañana para acompañarte a la universidad ¿okay? — le di un beso en la frente. 

— Está bien.— volvió a quedarse dormida y esa fue mi señal para salir del cuarto. 

🏍💀🏍

Cuando llegué a la cancha de básquet eze encontraba vacía y oscura, eso hizo que pensara que Hanna no había llegado, hasta que escuché su voz. 

— ¡Will! — sonaba como un grito en susurro, no sé si eso tenga algún jodido sentido pero así era. Miré a todos lados pero no la vía. — ¡No, idiota! ¡Aquí arriba! — miré al techo y sí, Hanna estaba colgada del techo. Abrí la boca para decir algo pero la volví a cerrar pues en realidad no sabía qué decir ante esa escena. 

— Prefiero no preguntar cómo es que llegaste ahí. 

— ¡Pues con un arnés, genio! 

— Sí pero para ponerlo tenías primero que haber… — me interrumpió. 

— ¡Cómo sea! Necesito tu ayuda.— movió las manos desesperada. 

— ¿Qué pasa? — miró a todos lados antes de decir algo que no logré entender. 

— Te llamé porque n.. p..e...d… ba…  — la miré mal. 

— ¿¡Qué!? ¡No se escucha Hanna! — suspiró irritada. 

Mi Ángel. {Mitades Opuestas #2} COMPLETADonde viven las historias. Descúbrelo ahora