*SEGUNDA PARTE DEL LIBRO "MI DEMONIO {MITADES OPUESTAS #1}".
Ya conoces la historia de Jessica y William pero no del todo completa. Solo la conoces a los ojos de Jessica pero llego la hora de que sepas lo que sentía y pensaba William Morrison.
"Mi i...
Odiaba que Matt me diera órdenes y más cuando estás me interrumpían de hacer cosas que realmente eran importantes para mí como ir a mis clases. Pero no podía hacer nada, tenía un acuerdo con Matt, yo ya no gravaba videos tan seguido (antes lo hacía cuatro veces por semana) pero a cambios tenía que encargarme de trabajos que llegarán de vez en cuando, revisar fotos cuando él no consiguiera a alguien más para mandarlas a quien laa sube a la página y también de las competencias clandestinas. Sonaba algo pesado pero en realidad me daba más tiempo de ir a clases y así pasar los exámenes sin necesidad de estudiar.
Afortunadamente las cosas que Hanna había pedido no habían sido difíciles de conseguir pues todo lo logré encontrar en tres lugares, una ferretería, un taller mecánico y un circo. Fue más fácil que la vez que Hanna pidió un motor de avión. Esa chica podría ser una gran ingeniera.
Ya estaba de regreso en una universidad después de más o menos dos horas. Ahora mismo caminaba al lugar donde Hanna siempre ha querido que le entreguemos las cosas. Bajo las gradas de la cancha de fútbol (fútbol americano).
— ¡Agh!¡Al fin! Pensé que talvez no lo podrían conseguir.
— ¿En serio? Te he conseguido cosas más extrañas como pañales para tigres, que fueron jodidamente difíciles porque solo tenían de león.
— Cierto... pero ya sabes, siempre hay una primera vez para todo.
— Claro. Aquí están tus cosas. — de mi mochila saqué una bolsa negra bastante grande. Cuando la tuvo entre sus manos la abrió y la revisó.
— ¿Y mi sandwich de atún? — me miró molesta.
— Me dió hambre en el camino. — Eso esa cierto, se lo robé a un payaso.
— Bueno, honestamente me lo esperaba.
— Me alegro que ya me conozcas. — me dí la vuelta y comencé a marcharme.
— ¿A dónde vas? — Ahora Hanna estaba justo frente a mí impidiéndome el paso.
— A clase...
— No, señor, yo también pague para tener un ayudante.
— ¿Aaron ya se harto de ti?
— No, solo está en su fase de hermano ejemplar. Vamos. — Ella comenzó a caminar a fuera de las gradas y yo no tuve más remedio que seguirla. Estúpido Matt.
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Ahora mismo estaba con Hanna pasando las herramientas que ella me iba pidiendo.
— Entonces... esta broma se la harás a una chica que le destruyó su proyecto a otra porque no se lo quisó dar por "las buenas".
— Exacto, la chica es súper amable y Lili le hizo lo mismo a varios el semestre pasado, y tú sabes que los proyectos en la universidad toman semanas.
