Alguien Que Amaste (Serie Más Humanos Que Dioses 1)

IV

—No puedes ir ahí, gemela. ¿Acaso te has vuelto completamente loca? —Sacude mis hombros, como si sacudiendo mis sesos pudiera hacerme entrar en razón. Misión imposible.

—Necesito saber qué pasó, Apolo. Tú sabes todo sobre ella, te lo dije todo. Sabes que no es posible que sea justo que esté ahí, no es posible —recalco.

—Sé que la antigua Ro no merece estar ahí. Pero, Artie, no sabemos qué ha pasado en todos estos años. ¿Siquiera sabes cuánto tiempo ha pasado?, ¿a qué edad murió?

Muevo la cabeza porque no tengo respuesta a ninguna de esas preguntas, sin embargo, haré todo lo posible para saber qué pasó a lo largo de todos estos años. Maldición, ni siquiera sé cuántos años han pasado. La presión que había desaparecido de mi pecho ha vuelto, y sé que no podré volver a dormir tranquila hasta entender qué está pasando. Hasta darle sentido a todo esto.

¿Acaso es un castigo por haber estado conmigo? No porque sea una mujer, sino por lo prohibido que están las relaciones entre dioses y mortales. Hago memoria, tratando de recordar algún caso en que un humano fuera enviado a los Campos Asfódelos por estar con una divinidad y, por más que pienso, ninguna historia viene a mi mente.

Sé que no conozco ni de cerca todas las historias que rondan en torno a nosotros, pero sé que de haber escuchado siquiera un susurro al respecto, habría pensado atención, ya que siempre he tenido mucho interés por los mortales.

¿Qué hacer? Debo, de alguna forma, averiguar qué pasó los años posteriores a que dejé de observarla, pero no hay un lugar donde se lleve cuenta de la vida de los mortales, difícilmente a alguien le interesan lo suficiente. A mí me interesaba la vida de ella y la dejé ir.

¿Debería hablar con Hades? Él podría darme respuestas sobre por qué ella recibió esa sentencia e incluso su causa de muerte, pero ahora no es un buen tiempo para ir a preguntar. Estamos en pleno verano, lo que quiere decir que Perséfone no se encuentra con él sino con su madre, Deméter, y eso lo pone mucho más gruñón que de costumbre. Si lo voy a ver, haciendo preguntas que de por sí odia responder, no quiero ni imaginarme las consecuencias.

No, ir donde Hades no es la mejor idea.

¿Atenea? La diosa de la sabiduría sabe todo, sobre todo y todos. Pero veo muy difícil que ella pueda responder mis preguntas, Rosalie nunca debe haber entrado en su radar, sin ser lo suficientemente interesante para atraerla. Aunque, podría usar su amistad con Hades para sonsacarle información. No, debe haber alguna otra forma...

Hermes no sabe, o no me dirá. Tan sólo que hiciera alusión a esos pequeños datos, importantes sólo para mí, sería violar los códigos que tiene como dios, ya ha hecho bastante con decirme sobre su muerte y sentencia. Por más amigos que seamos, no le pediría que traicionara su labor de esa forma.

¿Apolo? Observo a mi hermano, quien se ha resignado a observarme desde su cama, siguiendo cada uno de mis movimientos. Sin duda, es alguien inteligente, aunque quienes no lo conocen digan lo contrario debido a la envidia que le tienen, pero sé que en este caso no me es de ayuda. De haber sabido algo, ya me habría dicho, sabiendo lo complicada que es esta situación para mí.

Zeus, quizás acudir a mi padre sea la mejor opción. Nuestra relación sigue algo trizada luego de que diera fin a mi vida mortal, pero seguramente querrá hacer algo para redimirse frente a mis ojos, decirme qué ocurrió con Ro subiría muchos puntos en mi lista, él lo sabe. Aunque lo que menos quiero es ir en su búsqueda y encontrarlo con alguna de sus tantas amantes que enfurecen a...

Hera. ¡Maldición, ¿por qué no se me ocurrió antes?! Claro que sí, la tan conocida Reina de los Dioses es mi mejor opción dentro de los Olímpicos; alguien que conocía a Ro, incluso podría haberla seguido vigilando luego de que yo dejé de hacerlo. Confío en ella y sé que me ayudará, tal y como lo ha hecho tantas veces en el pasado.