Cαρíƚυʅσ Cαƚσɾƈҽ

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Rápidamente bajó el resto de escaleras que le faltaban y llegó hacia ella.

La chica estaba inconsciente, con una enorme herida en la parte derecha de su frente y un rasguño extremadamente grande y largo en su brazo.
Ambas lesiones aún sangraban.

Bill llamó su nombre y la sacudió emitiendo un poco de fuerzas.
Nada..., la chica no reaccionaba.

Sin más remedio, la cargó y la llevó hacia dónde estaban sus demás amigos.

— ¡Bill, date prisa! —

El tartamudo llegó hasta ellos y todos dieron una exclamación al verla en ese estado. Richie dejó a Eddie de lado y se acercó a ella.

— ¡_____! —la movió— No despierta.

El de anteojos vio a los demás y ellos sólo bajaron la mirada sin saber qué decir.

— ¡¿Por qué no despierta?! —

— ¡Richie, tiene un golpe bastante feo en la cabeza! —exclamó Beverly— Lo mejor será llevarla al hospital.

Bill la bajó y la tendió cuidadosamente en el suelo. Richie la vio por unos segundos antes de acercarse a Eddie.

— ¡V-voy a poner tu brazo en su lugar! —

— ¡No quiero que me toques, no quiero que toques! —

— ¡No, Richie! —gritó la pelirroja.

— ¡No hay tiempo! —

Sin esperar respuesta, Richie agarró el brazo de Eddie y lo acomodó, escuchando como sonaba su hueso.

El más pequeño chilló de dolor.

Después, ayudaron a levantar a Eddie y cargaron a _____. En cuestión de segundo, todos ya estaban corriendo fuera de ese lugar.

>><<

— ¡¿Dónde está?! —

La madre de la chica salió del auto sin esperar a que el padre lo aparcara.

Richie le tendió a la chica con cuidado.

— Dios, ven, Louis —el señor salió del auto—. Métela, no puedo ni verla en ese estado, tan... sucia.

El señor obedeció y cargó a su hija con una mueca.

— ¿Qué ha pasado? —preguntó.

— Nos atacaron, s-señora —respondió Bill.

— Cómo sea, esta niña no entiende —.

Miró a su dirección y observó a _____ en el asiento trasero y a su esposo ya sentado esperándola.

— Que vergüenza, ni siquiera sé por qué lo hicimos. Nos hubiéramos quedado mejor con su hermana —miró a los chicos—. Gracias por traerla, entiendo que ayudar a una niña tan imperfecta como ella no es fácil.

Sin dejarlos responder, subió al auto y se marchó.

— Que hija de puta —murmuró Richie. 

Y como si fuera poco, a los pocos segundos llegó la mamá de Eddie, la Sra. K. La única diferencia fue, que la mamá de la chica se lo tomó con calma.

Bajó el auto y lo aparcó rápidamente. Caminó entre los niños y al ver a su bebé Eddie se fue de espaldas. Lo examinó y muy enojada se volteó a ver a los chicos.

— Ustedes hicieron esto —reprochó—, saben lo delicado que es.

Agarró al asmático y lo llevó al auto.

— Nos atacaron, s-señora K —.

— No, no trates de culpar a nadie más —.

Cerró la puerta del auto y sacó sus llaves; sin embargo se le resbalaron de las manos y cayeron.
Beverly se ofreció a recogerlas.

— Déjeme ayudar... —se agachó.

— ¡Atrás! —colocó su mano interrumpiendo su acción.

Beverly se levantó y se alejó.

— He oído de ti, Beverly Marsh. No quiero que una chica sucia como tú toque a mi hijo —se dio la vuelta.

— Sra. K, le j-j-j... —

— ¡No, son unos monstruos! Todos, ¿oyeron? Y Eddie ya no saldrá, ¿escucharon? ¡Se acabó! —

La señora rodeó el auto y se subió. Lo puso en marcha y se fue de ahí.

Los chicos lo siguieron terminando en la calle y lo perdieron de vista cuando se salió de su campo de visión.

Bill se volteó decidido hacia los restantes.

— Ya vi el pozo —todos lo miraron—. S-s-sabemos donde está y-y la próxima iremos preparados.

— ¡No! —exclamó  Stan— ¡No habrá otra vez, Bill! ¡Estás loco!

— ¿Por qué? —dirigieron sus miradas hacia la pelirroja— Sabemos que nadie más va a hacer algo.

— ¡Por poco mata a Eddie! —gritó el de anteojos— ¡No sabes tampoco si _____ despertará y este idiota está goteando salsa de tomate! —señaló a Ben.

— ¡No podemos fingir que se va a ir! —contraatacó— Ben, tú lo dijiste, eso vuelve cada 27 años.

— ¡Bien! Tendré 40 y muy lejos de aquí. Creí que tú también querías irte de este lugar —.

— Si, pero quiero hacer algo importante, no huir —respondió.

— Perdón, ¿quién invitó a Molly Ringwald al grupo? —Beverly le mostró su dedo de en medio.

— Richie —.

— Sólo digo que hay que enfrentar los hechos, el mundo real. Murió Georgie, no hagas que nos maten también —.

— Georgie no está muerto —Bill se acercó a él desafiante.

— No pudiste salvarlo, pero te puedes salvar tú —trató de irse, pero el tartamudo le impidió el paso.

— No, d-d-discúlpate —contestó—. Estás asustado, al igual que todos, pero d-d-discúlpate.

Lo empujó. Richie se acercó a él y le devolvió el empujón. Bill, en cambio, le dio un puñetazo en la cara que hizo que cayera de espaldas al suelo.

— ¿Estás bien? —

— ¡Son unos perdedores! —gritó enojado— Déjame.

— Richie, basta —.

Mike y Stan agarraban a Richie. Bill nuevamente se acercó, pero Ben lo detuvo antes de que cometiera otra estupidez.

— ¡Son unos perdedores y los matará ese maldito payaso! —

— ¡Esperen! —la pelirroja hizo que se callaran— Es lo que Eso quiere..., quiere dividirnos. Estábamos todos juntos cuando lo lastimamos, ¡eso nos mantuvo con vida!

— ¡_____ estaba inconsciente, así que no estuvimos todos juntos! —exclamó el de anteojos— ¡Y ahora ella está en el hospital con unos padres de mierda que por si no se dieron cuenta, la miraron con asco y repulsión diciendo que su familia hubiera sido perfecta si sólo hubiera estado la hermana! —todos lo miraron— ¡Así que si me permiten, planearé seguir con vida para averiguar si está bien o no!

Se fue empujando a Bill por el hombro. Los siguientes en seguirle fueron Stan, Ben y por último Mike.

— Mike... —pidió la pelirroja.

— Chicos, no puedo hacerlo —se lamentó— Mi abuelo lo dijo, soy ajeno a esto y seguiré así.

El moreno se alejó y agarró su bicicleta para irse finalmente.

Beverly miró al chico a su lado, quien sólo miraba en la dirección en la que sus amigos se habían ido.

Esa amistad, tan hermosa y envidiable... se había roto.

𝖯𝖤𝖱𝖥𝖤𝖢𝖳𝖠𝖲                    𝖨𝖬𝖯𝖤𝖱𝖥𝖤𝖢𝖢𝖨𝖮𝖭𝖤𝖲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora