Cαρíƚυʅσ Dιҽƈιɳυҽʋҽ

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Finalmente había pasado un mes desde que los perdedores no se veían, solamente aquellos dos.

Beverly Marsh se encontraba sola en su habitación mientras tocaba el piano.

Bill Denbrough se encontraba en la cocina sentado en una de las sillas, sin prestar atención a lo que pasaba a su alrededor.

Stanley Uris se encontraba dando su discurso con Richie y _____ en los asiento. El chico lo miraba neutral mientras que la chica lo miraba sonriente.

Mike Hanlon se encontraba trabajando y con eso nos referimos a que estaba matando ovejas sin expresión alguna.

Ben Hanscom se encontraba en la biblioteca, mientras cerraba un libro y observaba una pintura cerca del pozo.

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El sonido de la botella rompiéndose por el disparo de Henry Bowers hizo que sus amigos celebraran.

— Pon el gato ahí —le pidió a Belch mientras señalaba frente suyo.

El chico lo miró dudando, pero la mirada del líder lo asustó y obedeció. Agarró al gato y lo puso enfrente mientras que este intentaba zafarse.

— Sujétalo —.

Le apuntó, pero por suerte, una voz lo interrumpió.

— ¿Qué demonios sucede? —preguntó su padre.

— Sólo limpiaba tu arma, como querías —se dio la vuelta para encararlo.

— Limpias mi arma, eh —se acercó demasiado a él.

— Papá... —

— ¡¿Qué?! —él y sus amigos se sobresaltaron.

Tomó el arma y se alejó. No llegó muy lejos cuando volteó nuevamente y disparó a un lado de Henry, haciendo que este se tape la cara asustado.

— Véanlo ahora, muchachos —hizo una pausa—. Un poco de miedo hace temblar a un hombre de papel.

Se marchó, dejando a Henry solo y asustado, aún con las manos tapando su rostro.

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Eddie Kaspbrak caminaba por los pasillos de la farmacia para llegar al mostrador. Al estar enfrente, la voz del Sr. Keene llamó su atención.

— ¿Vienes por tus medicinas, Eddie? —

— Sí —contestó.

Trató de ignorar a Gretta, quien estaba ahí sentada; sin embargo, cuando ella le habló hizo una mueca al no poder lograrlo.

— Sabes que es mentira, ¿no? —

— ¿Qué cosa? —preguntó confundido.

— Tu medicina —él movió sus ojos hacia ella—. Son placebos.

— ¿Qué es placebo? —

— Significa mentira —él desvió la mirada—. ¿Y tus amigos? —Eddie no contestó— Tu yeso no tiene firmas ni nada, que triste.

— No lo quería ensuciar —mencionó simple y sin verla.

— Yo te lo firmo —.

Se levantó de su silla y tomó un marcador. Empezó a escribir mientras masticaba su chicle. Eddie observó feliz su yeso, hasta que supo finalmente qué es lo que iba a escribir.

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Henry se encontraba sentado enfrente del auto azul mientras sus amigos se encontraban parados en una de las esquinas.

𝖯𝖤𝖱𝖥𝖤𝖢𝖳𝖠𝖲                    𝖨𝖬𝖯𝖤𝖱𝖥𝖤𝖢𝖢𝖨𝖮𝖭𝖤𝖲Donde viven las historias. Descúbrelo ahora