I

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Vamos cariño, camina más rápido

El sonido del ferrocarril llama la atención del más pequeño tratando de seguir El Paso acelerado de su madre; El Niño prodigio, Jeon Jungkook, hijo de extranjeros pero con raíces inglesas, nacido en gran bretaña ahora es perseguido a muerte al igual que sus padres.

—Cárgalo, por favor

Ruega el hombre el cual lleva las maletas intentando abrirse paso entre la gente en la estación del ferrocarril.
Todo mundo estaba ansioso, en aquella época, a mediados del siglo XIX gran bretaña estaba en su máximo esplendor, la industrialización ya no era más un sueño, realmente estaba pasando y los ojitos del pequeño Jeon se iluminan al ver el ferrocarril, pero no es el único.

—Subamos, anda

El varón mira a todos lados esperando no tener en la estación gente de la reina en busca de su captura, perros, como él los llama.

Los padres de Jeon JungKook eran preciosos, asiáticos de expresiones finas, piel tan blanca como la leche, cabello obscuro como la noche y unos ojos grisáceos que no se le habían visto a nadie más, no aparentaban más de veinte años de edad es por eso que se encontraban huyendo pues la reina había descubierto lo que eran sin duda, una aberración.
Toman asiento al entrar a uno de los vagones y un sacerdote está sentado frente a ellos con su biblia en manos.

—¡Mamá!

Balbucea el pequeño Jeon señalando por la ventana a la gente que espera el siguiente tren.

—Que niño tan más lindo

Dice el sacerdote a la madre realmente conmovido. La madre sonríe con amabilidad.

—Padre, ¿podría por favor orar por nosotros?, ¿por mi Bebé?
—Hye...
—Por favor Yon, —sus ojos se han cristalizado—necesitamos que al menos el niño esté a salvo
—Deja de decir tonterías —susurró con coraje en el oído de su amada para así evitar que el sacerdote desconcertado fuese a escuchar lo que iba a decir a continuación— no hay nada ni nadie que pueda matarnos
—El niño es vulnerable todavía Yon, por Dios

Es entonces que la mujer acerca sus labios rozados al oído de su hombre y susurra...

—Sabes que hay mucha gente que quiere matarnos a ambos...

Dice refiriéndose a ella y al pequeño Jeon.
La cruza de un vampiro de sangre pura y una mortal, no dan más que problemas, no engendran más que mestizos, estos mestizos son llamados Ghouls; los casos son muy poco probables, pero sin duda esta situación es todo un milagro, Jeon JungKook se ha convertido en un mito en toda la Estirpe, sus padres se han encargado de ocultarlo bien para evitar su muerte e incluso la muerte de su madre la cual ahora por causa de su marido es una vampiresa.

El ferrocarril comienza a avanzar y los recuerdos se quedan atrás, se dirigen al muelle de Londres para tomar un barco y zarpar a Asia en busca de refugio.

—Nos darán perdón en el Elíseo, nos perdonarán la vida, ya verás —comenta el varón con esperanza.

La mujer sonríe creyendo por completo y ciegamente en las palabras de su amado y toma entre sus manos frías las manos de su pequeño inquieto que solo mira a todos lados con ojos curiosos.

—Te amo Yon
—Te amo a muerte Hye

Ghoul.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora