Ghoul.

XIV

Hay un mito antiguo llamado "el rapto de  Perséfone" que me interesó desde muy pequeña, a parte de que siempre me han gustado los mitos de origen griego, este ha cautivado mi sentido más romántico y masoquista.

Perséfone es hija de Zeus y Deméter, diosa de la fertilidad y el trigo. Su tío Hades (hermano de Zeus y dios de los Infiernos), se enamoró de ella y un día la raptó.

La joven se encontraba recogiendo flores en compañía de sus amigas las ninfas y hermanas de padre, Atenea y Artemisa, y en el momento en que va a tomar un lirio, la tierra se abre y por la grieta Hades la toma y se la lleva.

La leyenda no siempre la comprendí del todo, porque tiene muchos giros y versiones que no sé con cuál quedarme, muchos dicen que Perséfone nunca quiso a Hades y muchos otros dicen que ambos permanecieron enamorados hasta la eternidad.

Narra Soo.

Ese cabello negro profundo, su piel lechosa y esos labios diminutos entre abiertos...parece un ángel mientras está durmiendo a mi lado; que contradictorio, ¿no es así?
¿Porqué habiendo sofás tuvo que venir a dormir junto a mí y permanecer en este amanecer?
Mi corazón comienza a latir con fuerza porque aunque luzca como un ángel sé que es el mismísimo demonio que quiere matarme y tengo miedo, nunca había tenido tanto miedo como ahora.

—No puedo dormir

Me espanto y doy un leve brinquito al escuchar su voz profunda, ¿qué no estaba dormido?, ni siquiera me di cuenta cuando sus ojos ahora color miel se han fijado en mí.

—¿Eh?, ah...

Comienzo a morderme el labio por nerviosismo y temor, ahora está hablándome, ¿qué debo decir si igual va a matarme?

—No voy a matarte por ahora —aclara. —así que puedes mirarme

Lo miro con cautela lentamente, me observa curioso a los ojos con ese tono de miel que no le había visto a detalle y mi cuerpo comienza a temblar, no sé qué viene a continuación.

Toma mi mano y vuelvo a dar un brinco por tan repentino acto; cierra sus ojos y acerca mi muñeca a su nariz para...¿olfatearla?

—Ah...

Parece disfrutar mi olor, pero yo no huelo nada.

—Hueles tan bien...

Saca su lengua y lame mi muñeca con delicadeza. Abro mucho los ojos ante tal acto porque nunca nadie ha hecho algo así.

—¿Q...qué haces?—pregunto muy apenas con pavor. —¡Déjame!

Y con todo el valor que guardo le quito mi mano con brusquedad para llevarla a mi pecho. Me mira profundamente y lo escucho gruñir.

—P...perdón

Ni siquiera sé porqué me he disculpado, quizás y ya lo hice enojar.
De un movimiento sube sobre de mí, tomando mis muñecas con fuerza y colocándolas una cada lado de mi cabeza.

—¡Perdón, no quise hacerlo! —lloriqueo pidiendo piedad, sé que no estoy con un ser humano normal.

Pero no contesta a ninguna de mis suplicas, tan solo se acerca ahora a mi cuello para olfatearlo, lo siento, siento su aliento y la voz del tal Taehyung aparece en mi cabeza.

"Vampiros"

Las lágrimas salen de una forma silenciosa y no hago más que cerrar los ojos esperando el dolor más grande según los mejores autores de historias nocturnas: la mordida de un vampiro es mortal.

Siento como la punta de su lengua recorre una zona en específico de mi cuello y por alguna razón me estremezco.

Narra escritor.

Puede sentir su verdadero yo dominándolo, su apetito crece cada que el delicioso aroma corporal entra por sus fosas nasales; una gota de sangre de esta descendiente y se vuelve una droga, más de lo que ya lo es y no sabe cuánto va a poder soportarlo.

—Quítate la ropa

Susurra demandante dejando a la pelirroja perpleja abriendo al instante los ojos como platos mirando al techo.

La leve luz que se cuela entre las cortinas de la ventana no es suficiente para hacerla sentir tranquila, esto va más allá.

—¿Q...qué?
—¿O prefieres que lo haga yo?